Las estelas romanas
de Tudanca de Ebro (Los Altos, Burgos) y Cerezo de Río Tirón (Burgos).
Dos hallazgos y dos revisiones

The Roman Stelae
From Tudanca de Ebro (Los Altos, Burgos)
and Cerezo de Río Tirón (Burgos).
Two Findings and Two Revisions

Bruno P. Carcedo de Andrés*
Universidad de Burgos (UBU)

Resumen: Este trabajo presenta dos estelas procedentes de las localidades burgalesas de Tudanca de Ebro (Los Altos) y Cerezo de Río Tirón, cuyas características dan la oportunidad de revisar otras dos estelas ya documentadas en las mismas localidades.

Palabras clave: epigrafía, inscripción, cántabros, autrigones, Belorado.

Abstract: This paper presents two steles from the towns of Tudanca de Ebro (Los Altos) and Cerezo de Río Tirón in Burgos, whose characteristics provide an opportunity to revise two other steles already documented in the same locations.

Keywords: epigraphy, inscription, Cantabri, Autrigones, Belorado.

 

 

* Correspondencia a / Correspondence to: Bruno P. Carcedo de Andrés, Universidad de Burgos, Facultad de Humanidades y Educación, c/Villadiego, s/n (09001 Burgos) – bpcarcedo@ubu.es – http://orcid.org/0000-0003-2422-9208.

Cómo citar / How to cite: Carcedo de Andrés, Bruno P. (2024), «Las estelas romanas de Tudanca de Ebro (Los Altos, Burgos) y Cerezo de Río Tirón (Burgos). Dos hallazgos y dos revisiones», Veleia, 41, -123. (Las estelas romanas de Tudanca de Ebro (Los Altos, Burgos) y Cerezo de Río Tirón (Burgos). Dos hallazgos y dos revisiones).

Recibido: 03 diciembre 2022; aceptado: 10 mayo 2023.

ISSN 0213-2095 - eISSN 2444-3565 / © 2024 UPV/EHU

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1. Introducción

La limpieza de los muros de la ermita-cementerio de Tudanca de Ebro (Los Altos, Burgos) puso de relieve la aparición de una estela romana cuya morfología e iconografía, tipológicamente relacionada con las estelas septentrionales de la península ibérica, es análoga a la de otra ya conocida (Abásolo 1978, 8, lám. I). Por otra parte, en la primavera de 2021, en la localidad burgalesa de Cerezo de Río Tirón, se produjo el hallazgo fortuito de una estela romana, la segunda conocida en este lugar (Sagredo y Pradales 1992, 18-19, n.º 8), cuyas características confirman su inclusión en el conjunto epigráfico de Belorado[1]. Dos hallazgos de estelas, en suma, que se unen a las previamente conocidas.

2. Tudanca de Ebro (Los Altos, Burgos)

Tudanca de Ebro es una localidad perteneciente al municipio de Los Altos (Burgos), en el partido judicial de Villarcayo, que se sitúa a 52,7 km al norte de la capital de la provincia y a 13,6 km al suroeste de la cabeza de partido. En esta localidad, la carta arqueológica del partido judicial no pone de manifiesto yacimientos de cronología romana, pero sí de la Edad del Hierro y altomedieval (Bohigas et al. 1984, 42 y 63).

La antigua ermita románica de San Julián de Tudanca de Ebro ha sido reutilizada al objeto de albergar hoy el cementerio de la localidad. De acceso muy complejo, dado el entramado de huertas y cercados que articula buena parte del plano de la localidad, la ermita-cementerio exhibe en uno de sus muros dos estelas romanas. Aunque la primera de ellas es conocida desde los años 70 del siglo pasado, las sorprendentes semejanzas que comparten ambas, formal e iconográficamente casi análogas, hace pertinente la revisión de la primera junto al análisis de la segunda.

2.1. Primera estela de Tudanca de Ebro

Se trata de una estela de cabecera semicircular, realizada en piedra caliza y reutilizada como parte de los materiales constructivos que conforman uno de los muros del cementerio de la localidad. Se encuentra dispuesta en la pared exterior meridional, en la esquina con la occidental y frontal, acostada sobre su lado izquierdo. Su estado de conservación es relativamente bueno, encontrándose deteriorado el lateral derecho de la pieza y el cuerpo inferior. Fue localizada (Lázaro & Abásolo 1974, 8, n.º 3) en 1974 e inventariada en la Carta Arqueológica provincial en el partido judicial de Villarcayo (Bohigas et al. 1984, 59). Las dimensiones que ofrece la pieza, son 67,0 cm de altura y 36,0 cm de anchura.

El diseño de la estela se distribuye en tres cuerpos. En el superior, correspondiente a la cabecera, se dispone una representación foliácea que probablemente se trate de una hoja de hiedra. Esta figura se encuentra flanqueada por dos roscos de 5,0 cm de radio y 3,0 cm de anchura. Aunque se ha sugerido la posibilidad de que este motivo central pudiera tratarse de una llama (Abásolo 1974, 8), la comparación con el aparato iconográfico de la segunda estela parece concluir que, en efecto, se trata de un elemento vegetal. Esta representación foliácea se imbrica con un creciente lunar de 13,0 cm de longitud, con las puntas hacia arriba. Toda la cabecera se encuentra limitada por una cenefa de triángulos a bisel de una anchura de 2,5 cm.

En el cuerpo central se dispone una escena con tres figuras humanas de una altura de unos 18,0 cm, aparentemente mirando a la derecha. Las figuras de los extremos parecen apoyar sus manos sobre la central, una actitud que podría estar indicando el carácter infantil de esta (Abásolo 1974, 8, n.º 1, lám. I; Bohigas et al. 1984, 59). Aunque la similar altura de las tres figuras podría sugerir que se trata de tres adultos en actitud de caminar (Lázaro & Abásolo 1974, 8), la de la izquierda y la central visten túnicas abiertas de forma redondeada, lo que podría dar fundamento a interpretarlas como una mujer y un niño (Abásolo 1974, 8).

El borde derecho de la escena se encuentra particularmente deteriorado, pero parece adivinarse que el individuo de la derecha —no el de la izquierda (Bohigas et al. 1984, 59)— podría ser un hombre que estaría sujetando algún objeto por identificar en su mano izquierda. Afortunadamente, la comparación y extrapolación de la iconografía de la segunda estela permite identificar este objeto como una lanza. Es posible advertir un tenue trazo recorriendo de forma oblicua el pecho de esta figura de la derecha, a priori indefinido y sin poder definirlo como deliberado o fortuito. Sin embargo, una nueva comparación con la otra estela permite sugerir que este trazo correspondía a la representación de un tahalí.

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Figura 1. Fotografía actual de la primera estela de Tudanca de Ebro (autor: B. P. Carcedo de Andrés).

Esta escena central se delimita en sus cuatro lados por una cenefa de triángulos a bisel. Por arriba, es la misma cenefa de 2,5 cm de grosor que compone el cierre inferior de la cabecera. En el lateral derecho y el lado inferior, el grosor de la cenefa es de 2,0 cm, un grosor que hay que suponer que habría de ser el mismo en la cenefa del lado derecho, hoy perdida.

El cuerpo inferior, donde posiblemente se habría dispuesto la inscripción, se encuentra totalmente desgastado y carente de resto de texto o carácter alguno. Más aún, la relativa uniformidad de su superficie da pie a considerar que este fue borrado ex profeso, quizás durante el proceso de reutilización. En cualquier caso, la comparación con la segunda estela sugiere que, en efecto, el objeto de este último cuerpo era albergar la inscripción. Originalmente, Abásolo creyó percibir algún resto muy ligero de la cenefa de triángulos a bisel en los laterales de este cuerpo inferior (Abásolo 1974, 8), pero en el momento y estado actuales, no queda ninguna huella de este motivo.

2.2. Segunda estela de Tudanca de Ebro

Fue localizada por J. Pablo Domínguez Varona, buen conocedor de la zona y divulgador de su patrimonio histórico y natural, precisamente en una de sus visitas para reencontrar la estela anterior. Esta segunda estela se localiza formando parte de los materiales constructivos del muro meridional de la misma ermita-cementerio de la localidad. Se ubica al nivel del suelo, acostada sobre su lateral izquierdo y a apenas unos cinco o seis metros de la primera. Probablemente su aparición o reciente visibilidad se debe a las labores de limpieza de maleza y tierra de la base de los muros del exterior del recinto.

Se trata de un fragmento de estela en piedra caliza, en mal estado de conservación, que ha perdido volumen tanto en la parte superior como en la inferior, desapareciendo parte de la cabecera y presentando una apariencia cuadrangular. A pesar de esto, la comparación con la estela anterior permite definir su morfología como de cabecera semicircular. Las dimensiones que exhibe esta estela son: altura (44,5) cm y anchura 33,0 cm, con lo que no solo su estructura e iconografía son un trasunto de los de la anterior, sino que, pesar de la pérdida de volumen longitudinal, la anchura sugiere una cierta uniformidad en las dimensiones.

Esta segunda estela se articularía asimismo en tres cuerpos. El superior, correspondiente al resto de cabecera de la estela, dispone de un programa decorativo parejo al de la anterior. En el centro se dispone un motivo vegetal foliáceo, con nervio central visible, flanqueado a ambos lados por sendos roscones de 4,0 cm de radio y 1,3 cm de anchura. En superposición a la representación foliácea se dispone un creciente lunar apuntando hacia arriba, de una anchura de 13,0 cm e incompleto al alcanzar los cuernos la línea de rotura superior. La interpretación de este elemento decorativo como un creciente lunar es consecuencia de la comparación con la anterior estela, pues debido al corte sufrido por la rotura, las proporciones que manifiesta lo conservado le asemejan un tanto a un roscón de mayor tamaño que los laterales. Estos, por otra parte, se disponen tangentes tanto al creciente lunar como a las esquinas de este cuerpo superior. Es probable que la cabecera se encontrara enmarcada por una cenefa como sucede en la primera estela, aunque si bien en aquella lo compone un motivo de triángulos a bisel, en esta es un motivo de zig-zag exciso conservado en la parte inferior y en el arranque del lateral izquierdo.

El cuerpo central contiene la misma escena con tres figuras humanas, en la que las de los extremos parecen coger de las manos a la central, si bien esta vez miden 15,0 cm de altura y su aspecto es desproporcionado. La de la derecha es la única que muestra rasgos fisionómicos, advirtiéndose todavía las orejas y la boca. En esta misma figura es posible advertir unos trazos que indican que viste un cinturón y un balteus o un tahalí, mientras en su mano izquierda porta claramente una lanza. Las figuras del centro y del lateral izquierdo están muy deterioradas y la silueta de sus cabezas, notablemente mayor que la de la derecha, quizás pudiera sugerir algún tipo de peinado diferente al de esta. Este cuerpo central se encuentra, al igual que en la anterior estela, dentro de un espacio cuadrangular enmarcado por una cenefa, en este caso de zig-zag exciso, de 3,0 cm de anchura en los laterales y de 2,5 cm de anchura en los límites superior e inferior. En el inferior, el motivo se encuentra a su vez decorado con una línea incisa central que no se conserva en los laterales, si es que la hubo, y está ausente en el superior.

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Figura 2. Segunda estela de Tudanca de Ebro (autor: B. P. Carcedo de Andrés).

El cuerpo inferior se encuentra muy deteriorado, con huellas de erosión, golpes y varios agujeros. Los laterales, y a diferencia de lo que sucede en la anterior estela, están recorridos por la cenefa con el motivo decorativo de zigzag exciso con línea incisa interior central, visible en el izquierdo, pero perdida por deterioro en el derecho. Es en este cuerpo inferior donde se disponía la inscripción, prácticamente borrada, y de la que apenas quedan algunos trazos y caracteres de aspecto tosco. Como mínimo, tendría tres líneas de texto, en caracteres aparentemente de tipo capital cuadrado, de pequeñas dimensiones (1,2 cm-1,5 cm de altura) y con interlineado. En general, los restos de caracteres son insuficientes como para considerar posibles lecturas con una mínima garantía.

M + R + / / C + / /
+ + / / + / /
3 / / N / /
M[a?]r+[- - -]C + [- - - ]/ + + [- - -]+[- - - /3 - - -a]n(orum?) [- - - / - - - - - -

En L. 1 es claramente visible una M al comienzo, si bien tras este carácter apenas se puede advertir un leve trazo que quizás pudiera corresponder al asta descendente de una A. Tras este, dos trazos parecen revelar la presencia de una R y tras esta, se advierte un trazo curvo que podría corresponder a una C, G, O o Q. Tras un espacio muy deteriorado en el que un agujero destruye la línea, un nuevo trazo curvo parece indicar la presencia de una C. Después de esta, hay algún rasgo más de difícil identificación.

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Figura 3. Segunda estela de Tudanca de Ebro. Detalle de la inscripción (autor: B. P. Carcedo de Andrés).

L. 2 parece comenzar con un trazo vertical, sin duda correspondiente al asta de algún carácter, aunque dado el desgaste en esta zona, no es posible precisar cuál: I, F, L, etc. Tras este trazo vertical, se advierte otro con forma de ángulo agudo apuntando hacia abajo. No es posible identificar con cierta seguridad este ángulo con letra alguna, pudiéndose tratar de la parte central de una M, de una V o incluso del resto de algún nexo con un carácter A. A este le sigue el arranque de un trazo paralelo al lado ascendente de este ángulo, difícil de decir si corresponde a alguna parte de un carácter o no. Después de un espacio erosionado, se observan dos trazos en forma de ángulo agudo apuntando hacia la derecha. Es difícil determinar si estos trazos corresponden a algún carácter completo o parcial, o si son restos de un deterioro adicional. Dada su forma, parece más probable esta segunda interpretación. El resto de la línea se encuentra sumamente erosionado y afectado por un gran agujero.

Finalmente, en la línea 3 se observa un deterioro significativo debido a la rotura inferior, lo que ha resultado en su práctica desaparición, quedando solo una pequeña parte conservada. El inicio de la línea ha sido borrado por completo y apenas se perciben un trazo más o menos vertical y el comienzo de un trazo descendente desde la parte superior, que parecerían indicar que podrían formar parte de un carácter N.

La iconografía de estas dos estelas tiene similitudes con otras encontradas en el septentrión peninsular. Por ejemplo, la estela de Torres-Villatomil (Burgos) muestra la representación de tres figuras humanas, siendo la central infantil, y una orla desgastada en zig-zag que rodea el lateral y la parte superior de la escena (Abásolo 1972, 485-487, n.º 1, lám. I, 1). Otros ejemplos similares se encuentran en una estela de Amaya (Villadiego, Burgos), que presenta tres figuras esquemáticas (Abásolo 1974, 9, n.º 2, lám. II), y en parte del grupo de Aguilar de Codés (Navarra), incluyendo Santa María de Campezo (Álava) y Galdácano (Vizcaya), donde se exhiben representaciones de tres figuras (Marcos & García 1972, 318-322, n.os 1-5).

Son dos estelas muy semejantes, «gemelas», siguiendo el oficioso —y a la vista, acertado— nombre usado por Domínguez Varona[2], pero que muestran algunas diferencias. Las cenefas, muy parecidas, corresponden a motivos similares pero diferentes: triángulos a bisel en un caso, zigzag, a veces con una línea incisa central, en otro; los motivos del cuerpo superior (roscones, representación foliácea y creciente lunar) son análogos, pero su disposición y proporciones varían ligeramente de uno a otro ejemplar. Finalmente, el tercer cuerpo de la segunda estela conserva restos de texto —insuficiente para su lectura e interpretación— contrastando con lo que sucede en la primera estela. Además, la segunda pieza conserva una prolongación de la cenefa decorativa lateral en el cuerpo con la inscripción, por lo demás ausente a día de hoy en la primera. Por último, conviene señalar que el trabajo de la primera de las estelas parece algo más cuidado —las proporciones, el trabajo a bisel…— que el de la segunda. En cualquier caso y a tenor de los paralelos iconográficos, quizás ambas estelas podrían ser datadas en el siglo iii d.C., aunque la carencia de datos paleográficos de relevancia impone cautela.

3. Cerezo de Río Tirón (Burgos)

Cerezo de Río Tirón es una localidad y municipio perteneciente al partido judicial de Belorado, ubicado a 48,93 km al noreste de la capital burgalesa y a apenas 9,26 de la cabeza de partido judicial. Se identifica (Salazar y Vicente 1900, 51-56; Solana 1974, 68-73; Abásolo 1975, 133-137; García 2003, 290) con la antigua Segisamunculum de las fuentes clásicas (Ptol. II, 6, 52; It. Ant. 394, 4), posiblemente en el pago de Valdemoros. A pesar de resultar un entorno rico en yacimientos arqueológicos[3], hasta la fecha no se han documentado más que dos monumentos epigráficos. Ambos son tratados en este trabajo, presentándose el primero y revisándose el segundo. Esta escasez de inscripciones probablemente sea consecuencia de la secular falta de investigaciones e intervenciones sistemáticas que afecta a gran parte de la geografía provincial.

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Figura 4. Estela de Caecilia Ambata (autor: B. P. Carcedo de Andrés).

3.1. Estela de Caecilia Ambata

En marzo de 2021, se produjo el descubrimiento fortuito y posterior rescate de una estela romana en la orilla del río Tirón. Un particular de la localidad advirtió su presencia en una posición peligrosa, en riesgo de caer al río y desaparecer, por lo que se decidió su rescate inmediato. La estela está tallada en un bloque fluvial de cuarcita y tiene unas dimensiones de 64,0 cm de altura, 31,0 cm de anchura y 38,0 cm de grosor. Dentro de las características que impone el soporte, su estado de conservación no es bueno, habiendo sufrido cierto deterioro en el sector izquierdo de la superficie frontal.

La estela conserva texto distribuido en tres líneas con tendencia ascendente hacia la derecha, pero en el que la erosión ha afectado a L. 3.

(signo)
CAECILI
AE AMBA
3 / / / XXV
Câecili/âe Amba/3[tâe ân(norum]) XXV

Caecilia Ambata, fallecida a los 25 años.

Encabezando la inscripción aparece un tosco ornamento en forma de U, de una altura de 3,0 cm y una anchura de unos 5,0 cm. Este podría recordar a un creciente lunar muy rudimentario, pero resulta más adecuado interpretarlo como un elemento decorativo a semejanza del que exhiben algunas otras piezas del entorno de Belorado. El texto está inscrito en caracteres de tipo capital cuadrado, de la misma factura tosca que caracterizan a las producciones en esta clase de soporte, comunes en esta área. Los caracteres A conservados no tiene travesaño en ningún momento y es visible la presencia de nexos AE en L. 1 y L. 2. Las dimensiones de los caracteres serían las siguientes: L. 1. 2,0-2,5 cm; L. 2, 2,1 cm y L. 3, 1,8 cm. El comienzo de la tercera línea se encuentra afectado por la erosión y el desgaste sufrido en la superficie, lo que ha provocado la pérdida los caracteres iniciales.

La especial dureza de este tipo de soporte material impide que los caracteres puedan ser grabados con la profundidad que sí permiten otros tipos de soporte. Esto implica que si los fenómenos de deterioro, erosión, abrasión, etc. afectan a la superficie inscrita, el texto o parte de él puede desaparecer sin dejar huella alguna. La elección de este tipo de soporte material, considerando el conjunto epigráfico de esta zona de Belorado, parece ser un acto consciente destinado a garantizar la preservación del monumento. Esta elección podría estar motivada por el hecho de que la piedra más común en la zona y sus alrededores es el alabastro, que es altamente soluble en agua y, por lo tanto, susceptible a una rápida degradación.

La pérdida de los caracteres al comienzo de L. 3 ofrece dos únicas soluciones de reconstrucción posibles, basadas tanto en lo que indica el texto conservado como en las características generales de la epigrafía de la zona. La primera solución implicaría expresar la filiación de la difunta utilizando la fórmula NP + NPg + f. Por lo tanto, la inscripción se resolvería como Câecili/âe Amba/3[ti f(iliae) an(norum)] XXV. La segunda solución implicaría expresar la identificación personal de la difunta mediante dos nombres personales, utilizando la fórmula NP1 + NP2. En este caso, se restituiría la inscripción como Câecili/âe Amba/3[tae an(norum)] XXV.

Aunque ambas soluciones son posibles en un entorno caracterizado por su indigenismo, es importante hacer algunas precisiones para evaluar su probabilidad. En primer lugar, al inicio de la línea 3 y para mantener un equilibrio gráfico, no hay suficiente espacio para contener un número considerable de caracteres y espacios. Es muy probable que, debido a esto, la abreviatura an(norum) se expresara con el nexo AN. Ambas opciones se extenderían en un área bastante similar: la primera con tres caracteres, dos espacios y un nexo, y la segunda con tres caracteres, un espacio y un nexo. Esta diferencia mínima se inclina a favor de la segunda opción, que posiblemente se compensaría parcialmente por la anchura de los caracteres, como el carácter ‘I’ de la flexión en la filiación. Además, es razonable considerar que los nexos AE en L. 1 y L. 2 tendrían un correlato en la secuencia AE de L. 3 en la segunda opción[4].

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Figura 5. Estela de Caecilia Ambata. Detalle de la inscripción (autor: B. P. Carcedo de Andrés).

En segundo lugar, la frecuencia de una u otra expresión en el conjunto epigráfico de la zona es muy dispar. Apenas se encuentran dos casos (CEBel 4 y 17)[5] en los que la identificación personal del difunto se exprese mediante un único nombre personal. Por otro lado, los testimonios de difuntos que se reconocen mediante dos nombres, con más de treinta casos, son claramente predominantes[6]. Estos casos incluyen el uso de doble idiónimo, de nombre + unidad organizativa indígena, los duo nomina y los casos de nomen + cognomen indígena. Es a este último conjunto, que consta de cinco testimonios y no es el más común (CEBel 10, 12, 19, 25 y Fernández 2015, n.º 1), al que cabría prestar atención. Caecilia se puede identificar sin dificultad con un nomen romano y en consecuencia, se puede considerar que la difunta es una mujer que se identifica mediante un nombre mixto compuesto por un nomen romano, Caecilius/-a, y el profuso antropónimo indígena Ambatus/-a en calidad de cognomen.

Ambatus/-a, es uno de los nombres más comunes documentados en la Hispania Antigua (Abascal 1994, 270; Vallejo 2005, 134-140). Se encuentra, además, sobradamente atestiguado en el conjunto epigráfico de Belorado y sus alrededores, con hasta quince testimonios. Este nombre aparece tanto en la onomástica de los difuntos (CEBel 5, 9, 21, 24, 25; Fernández 2015, 324-326, n.os 1 y 2; Gorrochategui & Fernández 2016, 279-280, n.º 4; Hernando 2016, 293-295, n.º 1), como en forma de filiación (CEBel 10, 18, 20, 24; Fernández & Carcedo 2015, 182-184, n.º 2 y Hernando 2016, 298-299, n.º 3).

Por el contrario, Caecilius/-a, uno de los gentilicios más frecuentes en la epigrafía latina hispánica (Abascal 1994, 98), se documenta por primera vez en los textos de las estelas del conjunto de inscripciones de Belorado. Su presencia en el ámbito provincial más inmediato es limitada, registrándose en una inscripción de Clunia (ERClu 68), en otra de Villafranca Montes de Oca (AE 1984, 571) y en dos más del área de Nova Augusta (Lara de los Infantes): una en Covarrubias (ERLara 20) y la otra en la propia Lara de los Infantes (ERLara 62)[7].

En cualquier caso, la expresión de identificación personal de la difunta es coincidente con los hábitos epigráficos generales mostrados en la onomástica de la meseta septentrional desde el siglo i d.C. (Gallego 2016, 255), en los que la presencia de antropónimos de origen indígena, dentro del proceso de latinización, es más común entre individuos femeninos (Gallego 2011, 197-200).

En cuanto a su posible cronología, la falta de elementos como dedicatorias o formularios que permitan una aproximación temporal más precisa impide una datación exacta. Por lo tanto, hay que basarse en cronología amplia establecida para el conjunto de inscripciones del conjunto epigráfico de Belorado (Reyes 2000, 164), esto es, siglos ii y iii d.C.

3.2. Sobre la desaparecida estela de Sempronia Modesta

Hasta la aparición de la estela presentada anteriormente, solo se tenía conocimiento de una única inscripción documentada en Cerezo de Río Tirón. Esta se encontraba en paradero desconocido y se había registrado en la documentación manuscrita del siglo xviii conservada en el archivo del Monasterio de Silos (Sagredo & Pradales 1992, 18-19, n.º 8; Sagredo & Pradales 1994, 391-392, n.º 6, lám. 6). El reciente descubrimiento de Cerezo de Río Tirón ofrece una buena ocasión para revisar la información disponible sobre esta otra estela, que habría sido localizada y documentada por el padre Sarmiento.

Parece que la estela estaba hecha de piedra arenisca, pero se han dado pocas medidas de ella. Aunque son casi inadvertidas, existen algunas. El manuscrito que registra la información de la estela incluye una pequeña representación de su silueta frontal, junto con medidas que sugieren una altura aproximada de unos 114,8 cm. Estas medidas se han convertido del sistema de cuartas, estandarizado en 20,873 cm, al sistema métrico. En cuanto a la anchura, se menciona que es un poco más que ‘media vara’ y considerando que la vara de Burgos mide con certeza 83,59 cm, se estima una anchura aproximada de más de 41,8 cm. Sin embargo, no se proporciona información sobre el grosor.

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Figura 6. Estela de Sempronia Modesta (autores: Sagredo & Pradales 1992, 8-a).

El texto de la inscripción[8] rezaba Semproniae / Modest(a)e /3 L(ucii) f(iliae) an(norum) XL / Modestus, y sobre este, y dispuesto sobre los caracteres del nomen Sempronia de L. 1, parece que el manuscrito afirmaba que se disponía la representación de un toro o una vaca encabezando la estela (Sagredo & Pradales 1992, 18; Sagredo & Pradales 1994, 391).

Existen algunos detalles importantes a tener en cuenta. En primer lugar, la representación de la silueta frontal de la estela no se corresponde en absoluto con las medidas proporcionadas por el padre Sarmiento. Mientras que las medidas facilitadas indican una relación de altura y anchura de 2,2, la representación gráfica parece mostrar una relación de 3,86.

En segundo lugar, la iconografía de la pieza, que es motivo de debate, no muestra evidencia de la representación de un bóvido ni en la transcripción del texto, ni en la representación de la pieza, ni siquiera en el elemento ornamental, a pesar de lo registrado por el padre Sarmiento[9]. Lo único que se puede observar sobre los caracteres PR del nomen Sempronia es una forma curva similar a una U o un creciente lunar con los cuernos apuntando hacia arriba.

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Figura 7. Estela de Sempronia Modesta. Detalle (autores: Sagredo & Pradales 1992, 8-b).

Otro aspecto a tener en cuenta es el estado de conservación de la estela en el momento de su reseña. Unas medidas de más de un metro de altura y casi medio metro de anchura, no parecen sugerir la posibilidad de fragmentación y pérdida de un volumen que contuviera la decoración del bóvido, como respalda gráficamente la pequeña representación de la estela que tiene el manuscrito.

Finalmente, es importante reflexionar sobre la representación de la estela. La silueta frontal de la pieza muestra formas suaves y redondeadas, tanto en su cabecera como más aún en su pie. Aun con una constitución alargada verticalmente, en ningún momento sus formas son cuadrangulares. Resulta curioso que la estela haya sido representada con estas formas que parecen alejarse de la típica morfología cuadrangular que suelen exhibir las inscripciones en soporte calizo, arenisco o granítico, independientemente del desgaste por erosión sufrido. Más bien, esta suavidad de la silueta la acerca a la morfología irregular de las producciones sobre bloques fluviales de cuarcita característica de la epigrafía del entorno de Belorado[10]. Es necesario recordar, como ya se ha adelantado, que la piedra típica de Cerezo de Río Tirón es el alabastro y la glauberita, altamente solubles en agua, mientras que los materiales areniscos son más comunes en dirección hacia La Rioja.

Por ello, resulta interesante considerar la posibilidad de que la estela de Sempronia Modesta no fuera una inscripción sobre piedra arenisca[11], sino más bien una producción sobre un bloque fluvial de cuarcita, al igual que la mayoría de las estelas que componen el conjunto epigráfico de Belorado. Y que, como algunas piezas de este conjunto, exhibiría un elemento ornamental en la parte superior de la estela en lugar de la representación de un bóvido o un creciente lunar. Este elemento ornamental sería similar al que muestra la cabecera de la estela de Caecilia Ambata, descubierta en la misma localidad de Cerezo de Río Tirón.

Abreviaturas

CEBel: O. V. Reyes, 2000, El conjunto epigráfico de Belorado, Burgos, Valladolid: Universidad de Valladolid.

ERClu: P. de Palol & J. Vilella, 1987, Clunia II. La epigrafía de Clunia [Excavaciones Arqueológicas en España 150], Madrid: Ministerio de Cultura.

ERLara: J. A. Abásolo, 1974, Epigrafía romana de la región de Lara de los Infantes (Burgos), Burgos: Dipu­tación Provincial de Burgos.

Bibliografía

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Abásolo, J. A., 1972, «Dos nuevas inscripciones aparecidas en la provincia de Burgos», Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología 38, 485-489.

Abásolo, J. A., 1974, «Nuevas representaciones figuradas en estelas españolas», en: A Ranuccio Bianchi-Bandinelli: sus amigos y discípulos españoles, [Studia Archaeologica 32], Burgos-Valladolid: Universidad de Valladolid, 7-16.

Abásolo, J. A., 1974b, Epigrafía romana de la región de Lara de los Infantes (Burgos), Burgos: Diputación Provincial de Burgos (= ERLara).

Abásolo, J. A., 1975, Comunicaciones de época romana en la provincia de Burgos Burgos: Diputación Provincial de Burgos.

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[1] Un corpus local compuesto por los más de cuarenta testimonios procedentes principalmente de Belorado, a los que se añaden los cinco documentados en Fresno de Río Tirón, uno más de San Miguel de Pedroso y los dos (uno de ellos, el presentado en este trabajo) procedentes de Cerezo de Río Tirón.

[2] Mencionado así en su página personal de rutas y excursiones (2019).

[3] Una relación de estos, con especial hincapié en el castro de Valdemoros en Ruiz & Castillo 2004, 8-19.

[4] El texto de la otra estela documentada en Cerezo de Río Tirón, abre la posibilidad a considerar que el cognomen se encontrara bajo la forma Ambat(a)e, quizás con un nexo TE.

[5] Surilla Albi f. y Secontiae [---]aeli f., respectivamente; este último es una reconstrucción a partir de una lectura anómala de una estela en paradero desconocido.

[6] Sin incluir el caso de Ambatae Medicae (CEBel 9), sin consenso en cuento al contenido de ‘Medicae’: ¿antropónimo u oficio?

[7] Tradicionalmente en paradero desconocido, este fragmento fue redescubierto hace pocos años: Carcedo & Martínez 2016, 93-96, n. 2.

[8] Una anotación en el manuscrito sugiere la posibilidad de una hipotética quinta línea al considerar la presencia de una letra C bajo L. 4. Incluso se plantea la existencia de una sexta línea, que el autor registra como un poco probable posuit cypo y que Fernández Corral recoge y sugiere completar con monumentum (Fernández 2020, 108). En caso de confirmarse, se podría considerar el texto como Semproniae / Modest(a)e /3 L(ucii) f(iliae) an(norum) XL / Modestus / [- - -]C[- - -], donde L. 5 podría contener alguna fórmula funeraria. Sin embargo, la reproducción de la estela no incluye en ningún momento estos supuestos restos de líneas adicionales, los cuales también han sido obviados por los autores del estudio del manuscrito.

[9] Corroborado en comunicación personal por D. Pradales Ciprés, participante en el estudio del manuscrito que describe la pieza, a quien expreso mi agradecimiento.

[10] No hay, de hecho, epígrafe romano en la zona de Belorado en otro material, a excepción de tres piezas individuales, anómalas y sin correlatos en el conjunto: un fragmento de una estela discoidea realizada en piedra caliza y dedicada a Aurelio Materno (CEBel 29), un ara anepigráfica (CEBel 31) y un fragmento de sillar con representación de la cabeza de un bóvido (­CEBel 30).

[11] Podría tratarse de dos inscripciones diferentes, pero nada hay que permita asegurar tal cosa.