Perséfone y la dureza del trabajo según Cornuto (ND 46.1-3 Torres) y el estoicismo*
Persephone and the hardness of work according to Cornutus (ND 46.1-3 Torres) and Stoicism
José B. Torres Guerra**
Universidad de Navarra
RESUMEN: Este trabajo revisa primero las etimologías modernas y antiguas de Perséfone. Se llama la atención sobre el hecho de que el Repaso de las tradiciones teológicas de los griegos del estoico Cornuto etimologiza de manera peculiar el teónimo en 46.1-3 Torres. Por una parte, este es el único caso conocido en el que -φόνη, la segunda parte de Περσεφόνη, se relaciona con πόνος, el ‘trabajo duro’. Después, Cornuto emplea esta explicación etimológica como base para una alegoría doble según la cual Perséfone simboliza el trabajo duro que supone el laboreo del campo; o bien su nombre es un recordatorio de que la práctica de un trabajo esforzado genera aguante. Tras revisar el concepto de ‘trabajo’ presente en otros escritos estoicos, se hace observar que, para una comprensión adecuada del pasaje analizado, se deben tener en mente el carácter didáctico del manual de Cornuto, lo que este declara en otros lugares sobre el trabajo intelectual, así como un pasaje relevante de Persio.
Palabras clave: Perséfone, Cornuto, estoicismo, concepto estoico del trabajo, etimologías de la Antigüedad.
ABSTRACT: This paper firstly reviews the ancient and modern etymologies of Persephone. It is observed that the Survey of the theological traditions of the Greeks (46.1-3 Torres), written by the Stoic Cornutus, provides a peculiar etymology of the name of that goddess. This is the only occasion in which -φόνη, the second element of Περσεφόνη, is put in connection with πόνος ‘hard work’. Cornutus employs this etymology as the basis for a double allegory according to which Persephone is a symbol of the ‘hard work’ implied by the tillage of the field; while her name reminds that this practice generates endurance. After revisiting the concept of ‘work’ present in other Stoic writings, it is noted that a proper understanding of the passage requires considering the didactic character of Cornutus’s handbook, along with what this author states in his treatise on intellectual work, and also a relevant passage of Persius.
Keywords: Persephone, Cornutus, stoicism, stoic concept of work, ancient etymologies.
* Este estudio, desarrollado en el marco del proyecto PID2019-104998GB-I00, reelabora la comunicación expuesta en Vitoria (UPV/EHU) el 7 de julio de 2022 en el congreso «Transformaciones del mito griego: parodia y racionalización». Agradezco las observaciones de los participantes, muy en especial las de la profesora Encinas Reguero (cf. n. 28).
** Correspondencia a / Correspondence to: José B. Torres Guerra, Universidad de Navarra, Departamento de Filología (E-31009 Pamplona) – jtorres@unav.es – http://orcid.org/0000-0001-6735-8806.
Cómo citar / How to cite: Torres Guerra, José B. (2024), «Perséfone y la dureza del trabajo según Cornuto (ND 46.1-3 Torres) y el estoicismo», Veleia, 41, -59. (Perséfone y la dureza del trabajo según Cornuto (ND 46.1-3 Torres) y el estoicismo*).
Recibido: 03 abril 2023; aceptado: 29 octubre 2023.
ISSN 0213-2095 - eISSN 2444-3565 / © 2024 UPV/EHU
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En 2005 una traducción de los Himnos Homéricos (Torres Guerra 2005, 72) decía en la introducción al Himno a Deméter: «Si la etimología del nombre de Deméter es incierta, parece tanto más desesperado etimologizar el nombre de su hija [Perséfone]. Únicamente resulta evidente el apelativo que recibe en cuanto Core, ‘Muchacha’». Se suele pensar que las ciencias humanas, a diferencia de las experimentales, no progresan. Ante ello cabe aducir como pequeño contraejemplo el caso de este teónimo. En 2006, un año después de que se editara el texto citado, se publicó una nueva etimología de Perséfone, aceptada ahora habitualmente por lingüistas y filólogos[1]. Trabajos anteriores, como el diccionario de Chantraine, enfatizaban el aspecto oscuro del nombre de la diosa, para el que a veces proponían un origen prehelénico[2].
Wachter señalaba en 2006, en una reseña al Lexikon des frühgriechischen Epos, que la forma del nombre de Perséfone atestiguada en la cerámica ática del siglo v a.C. es Φερ(ρ)όφαττα, sin vocalismo /e/ como en las formas áticas posteriores (Φερ(ρ)έφαττα) o las variantes épicas Περσεφόνεια y Περσεφόνη. Por comparación con las otras formas, la voz Περσόφαττα, con labial sorda inicial, vocalismo /o/ y grupo -ρσ- mantenido, debe ser la originaria, según argumenta Wachter (2007/2008, 167-168). Este autor destaca que el vocalismo /o/ implica el carácter nominal del primer término del compuesto; a partir de ello relaciona *perso- con la voz sánscrita parsa- ‘gavilla de grano’. Wachter descubre además en el segundo elemento, -φαττα, la raíz verbal indoeuropea *gwhen- ‘golpear’[3]. Por tanto, el significado primigenio del nombre de la hija de Deméter es ‘la que trilla el grano’.
Este es el planteamiento científico de la lingüística moderna. La práctica etimológica de la Antigüedad, interesada en descubrir los ἔτυμα, los ‘verdaderos’ significados de los términos a partir de similitudes aparentes entre palabras[4], propuso sus propias interpretaciones de ‘Perséfone’. El primer término de la palabra, en la forma Περσεφόνη o Φερσεφόνη, se relacionó habitualmente con φέρω ‘llevar’. El segundo término se asoció por lo general con φόνος ‘muerte’, ‘matanza’. Por tanto, el Etymologicum Magnum (665.49-51 Gaisford) explica así el teónimo entre los siglos xii y xiii: Περσεφόνη· Παρὰ τὸ φέρω καὶ τὸ φόνος, οἱονεὶ φερσεφόνη τις οὖσα, πρὸς ἣν ἀποφέρονται οἱ πεφονευμένοι, «Perséfone [Persephónē]: conforme a ‘llevar’ [phérō] y ‘muerte’ [phónos], como que es, de algún modo, ‘la que lleva la muerte’ [phersephónē], ante quien son llevados los que mueren de muerte violenta [pephoneuménoi]»[5].
Las etimologías antiguas no se limitaron a relacionar el teónimo con φέρω y φόνος. La primera parte de la voz, Περσε-, también podía proceder, según testimonian distintos autores, de πέρθω ‘destruir’, περισσός ‘extraordinario’, φέρβω ‘alimentar’, o de φθείρω, también ‘destruir’; la segunda parte, -φόνη, se explica ocasionalmente a partir de ἄφενος ‘riqueza’, φάττα ‘tórtola’, o ἐπαφή ‘contacto’[6]. La relación con esta última palabra la propone el Crátilo (404c5-d8) de Platón, diálogo en el que Sócrates dice, llevando al límite la interpretación, que el verdadero nombre de la diosa es Φερέπαφα, voz que etimologiza a partir de la combinación de φέρω ‘llevar’, con el sentido de ‘moverse’, y ἐπαφή ‘contacto’[7]:
‘Φερρέφαττα’ δέ· πολλοὶ μὲν καὶ τοῦτο φοβοῦνται τὸ ὄνομα (…). καὶ γὰρ μεταβάλλοντες σκοποῦνται τὴν ‘Φερσεφόνην’, καὶ δεινὸν αὐτοῖς φαίνεται· τὸ δὲ μηνύει σοφὴν εἶναι τὴν θεόν. ἅτε γὰρ φερομένων τῶν πραγμάτων τὸ ἐφαπτόμενον καὶ ἐπαφῶν καὶ δυνάμενον ἐπακολουθεῖν σοφία ἂν εἴη. ‘Φερέπαφα’ οὖν διὰ τὴν σοφίαν καὶ τὴν ἐπαφὴν τοῦ φερομένου ἡ θεὸς ἂν ὀρθῶς καλοῖτο, ἢ τοιοῦτόν τι (…). νῦν δὲ αὐτῆς ἐκκλίνουσι τὸ ὄνομα εὐστομίαν περὶ πλείονος ποιούμενοι τῆς ἀληθείας, ὥστε ‘Φερρέφατταν’ αὐτὴν καλεῖν.
«‘Ferréfata’ [Pherréphatta]: muchos sienten temor también ante este nombre (…). He aquí que, alterándolo, miran a ‘Ferséfone’ [Phersephónē] y les parece terrible. Pero este nombre indica que la diosa es sabia; es que, como las cosas están en movimiento [pheroménōn], lo que las toca [ephaptómenon] y las palpa [epaphôn] y puede acompañarlas, sería sabiduría. Así pues, la diosa sería llamada de modo correcto ‘Ferépafa’ [Pherépapha] por su sabiduría y por el hecho de «tocar lo que está en movimiento» [epaphḕn toû pheroménou] o algo por el estilo (…). No obstante, ahora cambian su nombre pues tienen la eufonía en más estima que la verdad, de manera que la llaman ‘Ferréfata’ [Pherréphatta].»
Más allá de la sorpresa que textos como el citado produzcan en el lector moderno, se debe tener muy en cuenta que la etimología era un ejercicio importante y serio para quienes la practicaban en la Antigüedad: a través de ese tipo de etimologías, a menudo combinadas con la interpretación alegórica, pretendían avanzar en la comprensión de aspectos complejos del mundo designado por el lenguaje[8]. En el caso que nos interesa, el nombre de la hija de Deméter, la etimología era la herramienta cuasirracional que les permitía a quienes ya habían renunciado al pensamiento mítico progresar en la interpretación del mito y descubrir sus verdades razonables, cifradas bajo una capa de aparente irracionalidad.
Entre los filósofos griegos trataron sobre el verdadero sentido del teónimo ‘Perséfone’, aparte de Platón, autores como el estoico Cleantes o los neoplatónicos Heráclito el alegorista y Porfirio. Cleantes (ca. 310-ca. 230 a.C.) explicaba el nombre según la pauta más habitual, relacionando sus componentes con φέρω y φόνος: Φερσεφόνην δέ φησί που Κλεάνθης τὸ διὰ τῶν καρπῶν φερόμενον καὶ φονευόμενον πνεῦμα, «Cleantes afirma en algún lugar que ‘Ferséfone’ [Phersephónēn] es el aire que se extiende [pherómenon] a través de los frutos y comporta destrucción [phoneuómenon]» (SVF 1.547)[9]. Las Alegorías Homéricas de Heráclito (siglo i d.C.), al explicar las realidades del mundo infernal de las que habla Homero (cf. Heraclit. All. 74.6), se refieren a Perséfone tras hablar de Hades: Ἀίδης μὲν οὖν ὁ ἀφανὴς τόπος ἐπωνύμως ὠνόμασται, Φερσεφόνη δ’ ἄλλως ἡ τὰ πάντα πεφυκυῖα διαφθείρειν, «Así pues, recibe el nombre de ‘Hades’ [A-ídēs] de manera adecuada el lugar que no se ve [a-phanḗs], mientras que, de otro modo, ‘Ferséfone’ [Phersephónē] es la que ha nacido [pephykuîa] para destruir [diaphtheírein] la totalidad de las cosas»[10]. Al grupo de los neoplatónicos pertenece asimismo Porfirio (234-ca. 304), quien, en Sobre la abstinencia (4.16.34-36), afirma, hablando de las denominaciones aplicadas a distintos dioses: τῆς δὲ Φερρεφάττης παρὰ τὸ φέρβειν τὴν φάτταν φασὶν οἱ πολλοὶ τοὔνομα τῶν θεολόγων· ἱερὸν γὰρ αὐτῆς ἡ φάττα, «La mayoría de los teólogos afirman que el nombre de ‘Ferréfata’ [Pherréphatta] se adecua a que alimenta [phérbein] la tórtola [phátta]; es que la tórtola le está consagrada».
Un estoico romano del siglo i d.C., Cornuto, propuso una etimología distinta de este nombre en su Repaso de las tradiciones teológicas de los griegos[11]. Las interpretaciones de los mitos divinos de Cornuto, basadas en la etimología, poseen carácter alegórico e intentan descubrir, sobre todo, enseñanzas físicas compatibles con el estoicismo en esas narraciones[12]. Se ha de recordar que el escrito de Cornuto es un manual que busca introducir a un destinatario joven en las doctrinas estoicas, en primer lugar, según lo habitual en una parte de esta escuela, en las relativas a la física[13].
El manual se refiere a Perséfone en relación con su madre Deméter, en la que se centra el capítulo 28 (43.15-47.20 T). Esta sección comienza indicando que el autor le hablará a continuación a su discípulo de Deméter y Hestia, a las que identifica con la Tierra: Ἑξῆς δὲ περὶ Δήμητρος καὶ Ἑστίας, ὦ παῖ, λεκτέον· ἑκατέρα δ’ ἔοικεν οὐχ ἑτέρα τῆς γῆς εἶναι, «Seguidamente hay que hablar, hijo, de Deméter y Hestia: parece que una y otra no se distinguen de la Tierra» (43.15-16 T). Por tanto, a diferencia de otros textos, el Repaso no desarrolla una exposición centrada en τὼ θεώ, las ‘dos diosas’ (cf. Burkert 20112, 246-251), madre e hija, sino en las dos hermanas hijas de Crono, Deméter y Hestia; en este contexto las alusiones a Perséfone poseen carácter esporádico.
La primera referencia a ella, sin mencionarla por su nombre (τὴν θυγατέρα τῆς Δήμητρος, «la hija de Deméter», 45.11 T), aparece tras el relato del origen de la agricultura (44.23-45.10 T). El pasaje comienza por una síntesis mínima del rapto de la muchacha por parte de Hades (45.11 T), acontecimiento que Cornuto explica en función del tiempo que la semilla pasa bajo tierra, igual que Perséfone debe permanecer en el mundo subterráneo un tiempo fijo (ἐπὶ χρόνον τινα) cada año (45.11-12 T)[14]. Tras referirse al abatimiento de la diosa madre por la desaparición de su hija y su búsqueda a través del mundo (45.13-14 T), el texto establece una analogía entre el egipcio Osiris, el fenicio Adonis (cf. παρ’ Αἰγυπτίοις … παρὰ Φοίνιξιν) y Perséfone, figuras desaparecidas (o muertas) a las que anhelan, respectivamente, Isis, Afrodita y Deméter (45.14-18 T). La analogía posee carácter especial en el caso de Adonis, pues este, se dice (45.16-17 T), también reparte su tiempo sobre tierra y bajo tierra, permaneciendo seis meses al año junto a Afrodita y otros seis con Perséfone, en el mundo de ultratumba (45.21-46.1 T). Más aún, Cornuto identifica por la etimología a Adonis (Ἄδωνις) con «el fruto de Deméter» (τοῦ Δημητριακοῦ καρποῦ) porque este agrada (ἁδεῖν) a todos (45.16-18 T)[15].
En este punto (46.1-3 T) el manual interpreta el nombre de Perséfone. Antes (44.4-5 T) había aludido a la designación alternativa de la diosa como ‘Muchacha’, Κόρη, apelativo que relaciona con κόρος ‘saciedad’ (τὴν Κόρην τετοκυῖα οἷον τὴν Κόρον, τὴν πρὸς τὸ τρέφεσθαι μέχρι κόρου ὕλην, «había dado a luz a la ‘Muchacha’ [Kórēn], por así decir, la ‘Saciedad’ [Kóron], la materia en cuanto se alimenta hasta la saciedad [kórou]»; cf. Ramelli 2003, 382-383). En 46.1-3 T Περσεφόνη se analiza del modo siguiente: ἐκάλεσαν δὲ Περσεφόνην τὴν τῆς Δήμητρος θυγατέρα διὰ τὸ ἐπίπονον εἶναι καὶ πόνων οἰστικὴν τὴν ἐργασίαν ἢ τῷ ἐκ πόνων ὑπομονὴν φέρεσθαι, «Llamaron ‘Perséfone’ [Persephónēn] a la hija de Deméter porque el laboreo es trabajoso [epíponon] y comporta [oistikḗn] trabajos [pónōn], o porque los trabajos [pónōn] comportan [phéresthai] aguante».
Como se ha dicho, lo más habitual entre los griegos era relacionar la primera parte del teónimo con φέρω, tanto si el nombre de la diosa comienza por Π como por Φ[16], pues las etimologías antiguas no tienen demasiado reparo en intercambiar las oclusivas sordas y sordas aspiradas[17]. La asociación con el verbo φέρω aparece de forma evidente al final de la cita (φέρεσθαι); y antes, de modo implícito, en el adjetivo οἰστικός, derivado de la raíz con la que se forma el tema de futuro de φέρω (οἴσω).
Lo primero que distingue la propuesta de Cornuto es que la segunda parte del teónimo se asocia, parece que por única vez en la literatura griega conservada, con πόνος (cf. πόνων ... πόνων), el ‘trabajo duro’, lexema presente también en esta cita en el adjetivo ἐπίπονος ‘trabajoso’. Al mismo campo semántico pertenece ἐργασία ‘trabajo’, probablemente en alusión en este caso, como en otros autores, al ‘laboreo del suelo’ (cf. LSJ, s. v. ἐργασία, II 2).
Es cierto que el teónimo se atestigua con -πόνη en su segunda parte en dos testimonios del siglo ii a.C., procedentes de Creta: en una inscripción de Lappa (IC II XVI 11: θεᾷ Φ|[ε]-ρ̣σοπόνῃ εὐχή̣[ν], «A la diosa Perséfone, una súplica») y en una laminilla órfica de Eleuterna (OF 495: [Πλού]τωνι καὶ Φ- / [ερσ]οπόνει χαίρεν, «A Plutón y a Perséfone, salve»)[18]. Ahora bien, lo más probable es que Φερ̣σοπόνη sea una forma dialectal, un caso de disimilación progresiva de aspiradas, según sucede en griego standard en el imperativo de aoristo pasivo, λύ-θη-τι (< *λύ-θη-θι; cf. σφάλ-η-θι) frente al fenómeno más común de la disimilación regresiva (cf. πε-φίλη-κα). A priori parece poco probable que el teónimo Φερ̣σοπόνη, presente en los dos testimonios citados, se haya creado ad hoc por asociación con πόνος, con el sentido etimológico propuesto por Cornuto.
La etimología del nombre de Perséfone que propone el Repaso sigue, básicamente, las pautas habituales en su autor. Procede a partir de la semejanza entre palabras o lexemas, Περ(σε)- y φέρω, -φόνη y πόνος. Como ya se ha dicho, aspiradas y sordas son intercambiables en estas etimologías (cf. n. 17); con la peculiaridad de que, en esta palabra, se producen dos mutaciones de este tipo, una en cada término del compuesto: π por φ en el primero, φ por π en el segundo.
De otra parte, Cornuto propone dos interpretaciones distintas sobre cómo se relacionan dentro del teónimo los lexemas de φέρω y πόνος. Este procedimiento interpretativo múltiple es recurrente en el Repaso[19] y se halla relacionado de forma esencial con el modo alegórico de la obra, que permite extraer significados diferentes de un mismo significante tanto si la alegoría se aplica de modo físico como ético[20].
En un primer momento se reconoce en Perséfone una imagen del esfuerzo y fatiga que comporta el trabajo agrícola a cuya introducción entre los humanos se había referido antes el manual (cf. 44.23-45.10 T). Según dice la primera parte del texto antes citado, «Llamaron ‘Perséfone’ [Persephónēn] a la hija de Deméter porque el laboreo es trabajoso [epíponon] y comporta [oistikḗn] trabajos [pónōn]» (46.1-2 T). Variando la interpretación del teónimo Cornuto propone después que la práctica de un trabajo duro como el laboreo del campo implica aguante, ὑπομονή: «o porque los trabajos [pónōn] comportan [phéresthai] aguante» (46.2-3 T).
Aunque se hable del trabajo del campo, no hay aquí explicaciones ‘físicas’ como cuando el manual se refería, al principio de esta sección (43.19-21 T), a que el nombre de Deméter significa ‘Madre Tierra’ porque hace nacer y alimenta todo cuanto existe[21]. De lo que da cuenta el Repaso en el lugar ahora analizado es de dos realidades que atañen a la vida humana: el laboreo, como cualquier trabajo duro, requiere esfuerzo; por otro lado, la práctica del trabajo genera aguante. Dado que no es habitual que el Repaso transmita contenidos éticos, no relacionados con la física, vale la pena preguntarse por el motivo de esta singularidad[22].
Se han de tomar en consideración primero las ideas que manifiestan los estoicos acerca del trabajo y, en concreto, del trabajo esforzado al que alude πόνος[23]. A este respecto es ilustrativo acudir a un fragmento de Cleantes (SVF 1.611), el único filósofo al que cita por su nombre Cornuto (54.6 T)[24]. En su versión más breve, transmitida por Diógenes Laercio (7.172), el fragmento dice: Λάκωνός τινος εἰπόντος, ὅτι ὁ πόνος ἀγαθόν, διαχυθείς φησιν· αἵματος εἶς ἀγαθοῖο, φίλον τέκος, «Al decir un laconio que el trabajo esforzado es un bien, lleno de alegría dijo [Cleantes]: ‘De buen linaje eres, hijo querido’ [Od. 4.611]»[25].
Al tiempo importa señalar el valor ético reconocido por los estoicos a la ὑπομονή, el ‘aguante’, al que también alude el Repaso en el pasaje comentado. Crisipo (SVF 3.275) destaca su afinidad con la ἀνδρεία, la virtud cardinal de la fortaleza: παράκειται τῇ μὲν ἀνδρείᾳ ἥ τε ὑπομονή, ἣν καρτερίαν καλοῦσιν…, «se hallan cerca de la fortaleza, por un lado, el aguante, al que llaman ‘resistencia’…». Musonio Rufo (6.43-44) subraya la necesidad de soportar las situaciones difíciles y trabajosas (τῶν ἐπιπόνων) para crecer en fortaleza; y de mantenerse alejado de los placeres si se quiere lograr otra virtud cardinal, la σωφροσύνη o templanza: διὰ μὲν τῆς ὑπομονῆς τῶν ἐπιπόνων πρὸς ἀνδρείαν, διὰ δὲ τῆς ἀποχῆς τῶν ἡδέων πρὸς σωφροσύνην, «aguantando las cosas trabajosas se llega a la fortaleza, absteniéndose de las placenteras a la templanza».
Ahora bien, la clave de lo que indica este lugar del Repaso sobre el trabajo duro, el esfuerzo y el aguante puede no depender solo del acuerdo entre lo que dicen sobre el tema Cornuto y los otros estoicos. Atendiendo a la idiosincrasia del manual mitológico de este filósofo la cuestión anterior se replantea ahora de esta forma: ¿por qué propone la obra esta interpretación del nombre de Perséfone que no guarda relación con las cuestiones de física en las que el filósofo quiere instruir a su pupilo?
Para aclarar este punto se ha de considerar otro lugar de la obra en el que Cornuto se refiere a un esfuerzo de otro tipo, intelectual y no físico como el trabajo del campo. Este pasaje (14.16-15.1 T) se halla en la sección 14, dedicada a las Musas. Una primera referencia al trabajo intelectual (14.11-15 T; cf. οἱ φιλομαθοῦντες «los que se afanan por aprender», 14.13 T) subraya que este necesita soledad, ausencia de distracciones, si uno quiere progresar por esta senda (cf. Berdozzo 2009, 11): ἐν δὲ τοῖς ὄρεσί φασι χορεύειν, ἐπειδὴ χρείαν ἔχουσι τοῦ μονάζειν καὶ συνεχῶς εἰς τὴν ἐρημίαν ἀναχωρεῖν οἱ φιλομαθοῦντες, ἧς χωρὶς οὐδὲν σεμνὸν ἐξευρίσκεται κατὰ τὸν κωμικόν, «Dicen que [las musas] forman sus coros en los montes dado que los que se afanan por aprender tienen necesidad de estar aislados y de retirarse constantemente a la soledad, sin la cual nada digno de veneración se descubre, según el poeta cómico». Más aún, el texto añade después que, para formarse (πρὸς τὰ κατὰ παιδείαν, 14.17 T), es preciso velar y dedicar las horas de la noche al estudio:
καὶ γὰρ τῆς ἐν νυκτὶ ζητήσεως δεῖ πρὸς τὰ κατὰ παιδείαν· εὐφρόνην γοῦν οὐ δι’ ἄλλο τι οἱ ποιηταὶ τὴν νύκτα ἐκάλεσαν, καὶ ὁ Ἐπίχαρμος αἴ τί κα, φησί, ζατῇς σοφόν, τᾶς νυκτὸς ἐνθυμητέον, καὶ πάντα τὰ σπουδαῖα νυκτὸς μᾶλλον ἐξευρίσκεται.
«Ocurre que también es necesario el estudio nocturno para lograr formarse. Pues bien, no por otro motivo llamaron los poetas ‘propicia’ a la noche; y, en este sentido, Epicarmo dice: Si uno estudia un tema relativo a la sabiduría, ha de meditarlo de noche, y: Todos los asuntos serios se llegan a descubrir ante todo de noche.»
Cornuto parece detenerse con interés particular en estos conceptos según indica el hecho de que, con bastante más frecuencia de lo habitual en su obra (cf. n. 24), remache la exposición de ambas ideas con testimonios de otros autores, poéticos en este caso, uno de un comediógrafo desconocido (fr. 143 K.-A.), en 14.14 T, y dos de Epicarmo (fr. 259.1-2 K.-A.), en 14.19 y 15.1 T. Este interés notable del autor por el estudio serio, solitario y nocturno se debe relacionar con tres versos de la Sátira (5.62-64) que Persio le dedicó a su mentor Cornuto, recordando la afición de este a estudiar por la noche:
At te nocturnis iuvat inpallescere chartis;
cultor enim iuvenum purgatas inseris aures
fruge Cleanthea.
«Pero a ti te agrada empalidecer entre los manuscritos que lees de noche;
sí, cultivador de jóvenes, siembras sus puros oídos
con el fruto de Cleantes[26].»
A la luz de estos datos cabe pensar que, como en otros lugares de la obra[27], en el pasaje analizado en este artículo (46.1-3 T) Cornuto busca ante todo transmitir a su joven alumno una noción clara y distinta: la necesidad del trabajo esforzado, continuo, que genera aguante, no solo en las actividades físicas sino también en las intelectuales. Este sentido alegórico que el filósofo descubre de modo novedoso en el nombre griego de Perséfone está, por tanto, en línea con la intención pedagógica de todo el Repaso de las tradiciones teológicas de los griegos[28].
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[1] Cf. Wachter 2006, 139-144, 2007/2008; Beekes 2009, 1179-1180; Burkert 20112, 246, n. 366; Bremmer 2013, 43-44.
[2] Cf. Chantraine 1983-19842, 889; cf. también Frisk 1960-1970, vol. 2, 517-518, LfgrE, s. v. Περσεφόνη. Para las variantes del teónimo, cf. Wachter 2007/2008, 163.
[3] Sobre los derivados de la raíz en distintas lenguas indoeuropeas, cf. Wachter 2007/2008, 170; como ahí se dice, de *gwhen- procede el verbo griego θείνω, que conserva el sentido de ‘golpear’, p. ej., en Hom., Od. 18,63 (cf. LSJ, s. v.).
[4] Sobre la etimología de la Antigüedad, cf. Most 2015; Sluiter 2015 y Zucker & Le Feuvre 2021. Sobre sus implicaciones filosóficas, cf. Ramelli 2022, 247.
[5] Todas las traducciones son originales del autor.
[6] Cf. Pl. Cra. 404c5-d8; Cleant. SVF 1.547; Heraclit. All. 74.6; Porph. Abst. 4.16.34-36; Hsch. φ 317 (1518 Schmidt); Tz. ad Hes. Op. 913 Gaisford; Eust. ad Od. 10.491 (1.389 Stallbaum); Et.Gud. 462.58-463.2 Sturz; EM 665.49-51 Gaisford.
[7] Cf. LSJ, s. v. φέρω (B I); Ademollo 2011, 183, 205, 210.
[8] Cf. Zucker & Le Feuvre 2021, 2-5, 17. De modo similar, el manual de Cornuto (62.18-20 T[orres]) subraya, quizá con intención polémica (cf. Ramelli 2018, §§ 10-11), que los hombres de la Antigüedad, cuya valía no ha de ser desdeñada, transmitieron verdades filosóficas sobre física a través de símbolos y enigmas.
[9] Cf. Ramelli 2022, 233.
[10] Cf. Ramelli 2003, 384-385, n. 222.
[11] Las citas y menciones de esta obra se basan en Torres Guerra 2018, primera edición crítica desde Lang 1881. Como trabajo de referencia actualizado sobre Cornuto, cf. Boys-Stones 2018; cf. también Nesselrath 2009.
[12] Este modo de proceder es habitual entre los estoicos, con la excepción notable de Séneca; cf. Most 1989, 2046-2050; Ramelli 2003, 87-95, 2018, § 29, 2022, 234-235. Ramelli 2018, § 29 contempla la posibilidad de que Séneca polemice de hecho con una interpretación alegórica de Cornuto en algún pasaje de su obra.
[13] Según Diógenes Laercio (7.41), Panecio y Posidonio opinaban, como Cornuto, que el estudio de la filosofía debe comenzar por la física. Cf. Most 1989, 2031; Ramelli 2003, 10. Para una interpretación discordante (la enseñanza que Cornuto transmite es básicamente ética), cf. Boys-Stones 2007, 2018, 32-33.
[14] Sobre la interpretación antigua y moderna de esta secuencia del mito de Perséfone, cf. Richardson 1974, 284-286; Burkert 20112, 247. Aunque el Repaso no precisa este punto, se entiende que Perséfone debe permanecer bajo tierra seis meses por coherencia con lo dicho (cf. infra y 45.21-22 T) sobre Adonis, quien pasa al año seis meses junto a la hija de Deméter, es decir, bajo tierra.
[15] La relación entre Ἄδωνις y el infinitivo de aoristo de ἁνδάνω aparece en otros pocos textos, relacionados entre sí según indican sus coincidencias textuales. Cf. Arc. 3.1.539 (Ἅδωνις κρεῖττόν ἐστι δασύνειν, ἵνα καὶ παρὰ τὸ ἁδεῖν τῇ δαίμονι ἐτυμολογηθῇ), 3.2.72 (Ἅδωνις κρεῖττόν ἐστι δασύνειν, ἵνα καὶ παρὰ τὸ ἁδεῖν τῇ δαίμονι ἐτυμολογηθῇ); Sch. in Il. 11.88 (Sch.Er. Il. III 141.46-47: Ἅδωνις κρεῖττόν ἐστι δασύνειν, ἵνα καὶ παρὰ τὸ ἁδεῖν τῇ δαίμονι ἐτυμολογηθῇ).
[16] Es Περσεφόνη (-ῃ, 45.22; -ην, 46.1) en las ediciones críticas de Lang 1881 y Torres Guerra 2018. El nombre de la diosa aparece en los manuscritos como φερσεφόνη (-ῃ … -ην); περσεφόνη se atestigua solo en los dos derivados del códice conjetural μ: el manuscrito U (Laurentianus plut. 56 cod. 20; 1500-1550) y la editio princeps (Manutius 1505, 75).
[17] Dentro de la tradición manuscrita del Repaso de Cornuto, una glosa a 2.16 T del códice G (Baroccianus gr. 125; ca. 1550) se refiere a la intercambiabilidad entre formas sin aspiración y con aspiración en los casos de Κρόνος/χρόνος, Λητώ/Ληθώ; cf. Torres Guerra 2018, 2-3.
[18] Sobre estos testimonios, cf. Bernabé 2005, 74 [ad OF 495].
[19] Poco antes (45.53-56 T) se habían propuesto dos interpretaciones alegóricas alternativas de la muerte de Adonis. Sobre esta peculiaridad del método alegórico de Cornuto, cf. Most 1989, 2028; cf. n. 105, Domaradzki 2012, 127.
[20] Se entiende habitualmente que Teágenes de Regio (siglo vi a.C.) ya identificó los dos modos alegóricos; cf. Schol. B in Il. 20.67 = Porph. ad Il. 20.67 (1.240.14-241.12 Schrader = DK 8A2). Sobre diversos aspectos de la cuestión, cf. Boys-Stones 2003; Ramelli 2003, 423-424; Ramelli & Lucchetta 2004, 53-55 y Domaradzki 2011, 2017.
[21] Esta idea se repite entre los autores antiguos, quienes analizan el primer término del nombre de Deméter de maneras diversas. Como ejemplo y síntesis de las interpretaciones de los gramáticos, cf. EM 265.54-266.2 Gaisford; cf. también Ramelli 2003, 381-382 y Nesselrath 2009, 135.
[22] Sobre la atención primordial del Repaso a la física estoica, cf. Most 1989, 2031; Berdozzo 2009, 20-21; Boys-Stones 2018, 29-35 y Ramelli 2022, 246-247.
[23] Cf. Edelstein 1966, 75-78; Applebaum 1995, 49-50; Craig 2020, 74. En la sección previa del tratado (cf. 43.13-14 T) se propone, en relación con el nombre Ἀμαλθεία (a-maltheía ‘sin blandura’), otra valoración positiva del trabajo esforzado (τὴν … πρὸς τὸ πονεῖν προτροπὴν ὡς τῶν ἀγαθῶν τοῖς μὴ μαλακιζομένοις προσγινομένων «la invitación al trabajo duro, pues los bienes se les presentan a quienes no se ablandan —malakizoménois—)».
[24] Sobre el modo peculiar de citar del Repaso, cf. Most 1989, 2032 y Berdozzo 2009, 19.
[25] Musonio Rufo (1.53-61), en una cronología próxima a la de Cornuto, expone la misma anécdota de manera más pormenorizada. Sobre Cleantes y el trabajo, cf. también SVF 1.514, y Ramelli 2022, 232.
[26] Cf. Ramelli 2003, 330, n. 78 y Berdozzo 2009, 13.
[27] Sobre el aspecto didáctico del Repaso, cf. Most 1989, 2029-34; Ramelli 2003, 102-103; Boys-Stones 2007; Berdozzo 2009, 23-26; Torres Guerra 2010; Boys-Stones 2018, 32-33.
[28] El último episodio del Heracles de Eurípides (1089-1426) tematiza también (cf. especialmente 1190-97, 1269-1280) la relación entre el trabajo esforzado (πόνος: cf. 1190, 1275, 1279, 1353, 1410; también μόχθος: 1197, 1251, 1270, 1369) y el aguante físico y moral, expresado por formas de τλάω (τλάς, ἔτλην; cf. 1184, 1250, 1270, 1279, 1411); el ‘trabajo esforzado’ del héroe son sus doce trabajos y sus sufrimientos, dramatizados en la tragedia, que constituyen la última de sus pruebas (cf. 1279: τὸν λοίσθιον δὲ τόνδ’ ἔτλην τάλας πόνον). En ese episodio es peculiar además la idea de que solo la amistad (φιλία, φίλος; cf. 1200, 1215, 1223, 1225, 1234, 1252, 1281, 1283, 1337, 1338, 1398, 1403, 1404, 1409, 1425) ayudará a Heracles a superar su abatimiento tras matar a sus hijos. Agradezco las observaciones que la profesora Encinas Reguero (UPV/EHU; cf. n. *) me propuso al respecto.