Reseñas bibliográficas

Encarnación Castro-Páez, De Tartesos a Hispania. Geografía y etnografía en la literatura greco-latina, Barcelona: Ediciones Bellaterra, 2023, 322 pp., ISBN: 978-84-18723-65-0.

Durante las últimas décadas, un nuevo paradigma se ha ido consolidando en los estudios sobre la geografía y la etnografía antiguas, con voluntad de superar los enfoques formalistas y esencialistas dominantes durante buena parte del siglo xx. Esta monografía se asienta sobre las bases establecidas por esas investigaciones que, para el caso de la península ibérica, han renunciado al objetivo de reconstruir una foto fija de su geo-etnografía antigua, habitada por grupos de población inmutables, para señalar, por el contrario, la elaboración intelectual del espacio a partir de concepciones científico-culturales propiamente antiguas, en un proceso dinámico de creación y revisión continuas. Así, Encarnación Castro-Páez sigue la estela de los trabajos de especialistas como Francesco Prontera, Pierre Moret, Francisco Javier Gómez Espelosín, Gonzalo Cruz Andreotti o Pilar Ciprés, entre otros, para proponer una visión sintética y diacrónica de la elaboración de las imágenes geo-etnográficas de la península ibérica, desde los primeros testimonios literarios hasta Estrabón de Amasia.

La propia autora de la obra ha venido realizando importantes contribuciones a este ámbito de estudio durante los últimos años, tanto a modo de artículos académicos y capítulos, como con la edición de obras colectivas. En esta ocasión, sin embargo, presenta una monografía de síntesis, «una obra necesaria» como la califica G. Cruz Andreotti en el preámbulo, que recoge los principales aportes de dos grandes apartados de su investigación doctoral titulada Espacios y poleis en el libro III de Estrabón: fusión de tradiciones y procesos geo-históricos en la creación de una península. Su necesidad se justifica, por un lado, por presentar una síntesis bastante exhaustiva del pensamiento geo-etnográfico antiguo de raíz griega, considerando también su evolución en un contexto imperial romano y su diálogo con los autores latinos. Por otro, por trazar un recorrido diacrónico y contextualizado de largo alcance de las imágenes de Iberia/Hispania transmitidas por la literatura greco-latina, desde los textos homéricos hasta los escritos de Estrabón. Finalmente, como instrumento para futuras investigaciones, al incluir un importante aparato crítico, además de útiles figuras y cuadros, diversos índices (de fuentes, topónimos, etnónimos y nombres propios) y unas exhaustivas tablas de menciones al occidente mediterráneo y a la península ibérica en los diferentes autores abordados.

Aunque breve, la Introducción (pp. 18-21) señala algunos de los aspectos teóricos y metodológicos sobre los que se sustenta el recorrido trazado a lo largo del libro, así como algunas de las problemáticas a las que se enfrenta el análisis propuesto: la visión incompleta y subjetiva que las fuentes transmiten del extremo occidental de la ecúmene, la necesidad de contextualizar los testimonios, el peso de la interpretatio en las evidencias textuales conservadas, el papel de las costas, los grupos de población o la orientación hodológico-itineraria en la descripción de los espacios o el carácter dinámico, especulativo y relativo de la cartografía antigua. También presenta algunas de las características propias de la tradición geográfica antigua y los problemas de la extensión de términos clave como «Iberia» e «iberos». Todo ello justifica el orden diacrónico que estructura el grueso de la monografía.

El primer capítulo (pp. 23-53) aporta un contexto general al objeto de estudio, abordando la génesis y el desarrollo de las diferentes tradiciones geográficas griegas desde sus inicios, localizados en el proceso de expansión colonial de época arcaica. A lo largo del recorrido se destaca la indefinición y diversidad del género geográfico en la Antigüedad y se señalan los contextos en los que vieron la luz las diferentes obras y tradiciones geográficas, los recursos y estrategias de los diferentes autores para la descripción y representación cartográfica de la ecúmene o el peso del factor antrópico e histórico en la concepción y presentación de los espacios. La obra de Estrabón sirve de final a esta exposición, al ser receptora de muchos de los elementos presentes en las diferentes tradiciones geográficas perfiladas durante el capítulo.

Del mismo modo, la obra de Estrabón sirve de colofón al itinerario cronológico que se desarrolla entre los capítulos segundo y quinto, explicando además la selección de autores tratados, todos ellos representantes de las tradiciones geo-etnográficas que convergen en el libro III del de Amasia o que dan contexto y dialogan con su obra. Así, en el segundo capítulo (pp. 55-87) se abordan las fuentes literarias desde Homero hasta Eratóstenes, momentos en los que el occidente mediterráneo pasa de ser una tierra marginal, escenario de relatos míticos liminales, a una de las periferias de la ecúmene reconocibles por ciertos hitos como las Columnas de Hércules. El capítulo tercero (pp. 89-122) presenta las imágenes geo-etnográficas de la península ibérica producidas por los autores griegos que escribieron en el contexto de la conquista romana de estos territorios, entre la segunda guerra púnica y el final de las guerras civiles: Polibio, Artemidoro y Posidonio. El siguiente capítulo, el cuarto (pp. 123-180), aborda la contraparte latina, los autores que narraron y muchas veces protagonizaron el proceso de conquista o los enfrentamientos civiles, cuyas obras transmiten también ciertas imágenes de los espacios y las poblaciones de Iberia/Hispania. Así, propone un recorrido cronológico a lo largo de las diferentes contiendas y sus transmisores, empezando por Tito Livio (combinado con Apiano o Plutarco) para los primeros siglos de la conquista y las guerras sertorianas, continuando por el análisis de los textos del corpus cesariano y finalizando con Plinio, que sería el transmisor de la obra geográfica de Agripa, en menor medida de Varrón, y, por tanto, muestra del estado del conocimiento de la península ibérica en tiempos de Augusto, cuando Estrabón confeccionó su obra.

A lo largo de estos capítulos se van analizando los motivos de la presencia o ausencia del occidente mediterráneo en las descripciones de la ecúmene, así como el papel que juegan los datos y excursos geo-etnográficos en obras de cariz más historiográfico. También se abordan, de manera especial, los enfoques desde los que se describen los espacios peninsulares, así como los elementos que sirven para estructurar estas descripciones, desde los corónimos y las poleis a los accidentes oro-hidrográficos y los etnónimos. Dado el carácter fragmentario de muchos de los textos analizados, también se abordan los problemas de transmisión de las fuentes, desde una premeditada prudencia y una voluntad de superar metodologías pasadas. Así, no se privilegian el rastreo de la fuente originaria o la corrección de posibles imprecisiones, ni se concibe a los textos como meros compilaciones de fuentes anteriores. Por el contrario, se pretende identificar las diferentes tradiciones de las que bebe cada uno de estos autores, considerándolos formuladores originales de las imágenes de Iberia/Hispania, explicables desde sus intenciones y contextos concretos. Por tanto, para cada fuente analizada se determinan sus deudas con la tradición anterior a la vez que se señalan los elementos de innovación, destacando el carácter acumulativo del conocimiento de la península ibérica, deudor de la autoridad de ciertos textos, a la vez que sujeto a correcciones y rectificaciones propuestas a partir del testimonio autóptico o las novedades aportadas por el proceso de conquista. Por último, se destaca el carácter histórico de este conocimiento, imbricado a menudo en la narración histórica y que refleja siempre el protagonismo de la acción antrópica como elemento clave a la hora de construir y dotar de significado a los espacios.

El capítulo quinto (pp. 181-220) se dedica en exclusiva al libro III de la obra de Estrabón. Tras abordar en primer lugar la concepción y el lugar de la península ibérica en la ecúmene estraboniana, la autora analiza regionalmente la imagen de Iberia/Hispania creada por el autor de Amasia. Así, para cada una de las áreas corográficas que Estrabón individualiza en su obra, se muestran las estrategias descriptivas, el protagonismo de la diacronía o el papel de los etnónimos aglutinantes, además de los posibles orígenes de las informaciones. En un segundo momento, se propone una reflexión sobre las lógicas que subyacen a la selección y presentación del inventario de poleis presentadas por Estrabón, explicándose no únicamente desde un principio cartográfico, sino también a partir de su protagonismo en las distintas etapas de la conquista romana o su presencia en el imaginario mítico-literario griego. En todo este recorrido, tienen especial protagonismo las tensiones antitéticas establecidas en la retórica estraboniana entre centro/periferia, ciudad/aldea, civilización/barbarie o antes/ahora.

Así, el libro III de Estrabón constituye el eje vertebrador de la monografía, pues en él convergen las tradiciones etno-geográficas griegas presentadas a lo largo de la obra, al tiempo que los autores latinos contextualizan el estado de conocimiento de la península ibérica en tiempos del autor de Amasia. Es así que la obra muestra una estructura y un relato coherentes, con unas conclusiones (pp. 221-224), aunque breves, sólidas y que recogen los aspectos principales abordados durante los capítulos anteriores. No obstante, esta necesaria selección y limitación del objeto de estudio obligan a dejar fuera del análisis algunas obras también relevantes en la construcción de las imágenes geo-etnográficas de la península ibérica durante la Antigüedad. Es el caso de algunos autores posteriores a Estrabón o periféricos al hilo conductor trazado como Pseudo-Scylax, Diodoro de Sicilia, Mela, Ptolomeo o Avieno. En cualquier caso, la monografía publicada por Encarnación Castro-Páez sigue siendo una de las síntesis más completas sobre la geografía y etnografía de la península ibérica en la Antigüedad publicadas hasta el momento, además de una obra necesaria que, auguramos, supondrá un nuevo hito en la consolidación de propuestas teóricas y metodológicas deseables y necesarias en la disciplina.

Jonatan Pérez Mostazo

Universidad del País Vasco (UPV/EHU)
jonatan.perezmostazo@ehu.eus
https://orcid.org/0000-0002-9081-1477
DOI: https://doi.org/10.1387/veleia.25583