Disonancias semánticas e impugnaciones discursivas en el cine (aparentemente) religioso de Nieves Conde: el caso de Balarrasa (1950)
Disonantzia semantikoak eta inpugnazio diskurtsiboak Nieves Conde-ren zinema (itxuraz) erlijiozkoan: Balarrasa filmaren kasua (1950)
Semantic dissonances and discursive challenges in the (apparently) religious cinema of Nieves Conde: the case of Balarrasa (1950)
Rubén Higueras Flores
Recibido el 27 de septiembre de 2017, aceptado el 24 de octubre de 2017.
Resumen
El presente texto aborda la riqueza semántica y discursiva de Balarrasa mediante el detenido análisis textual del largometraje, revelando cómo el componente temático religioso del filme es problematizado mediante insistentes comentarios enunciativos que distancian críticamente su discurso del presupuesto patrón de lectura. Nuestra intención es evidenciar las tensiones internas que recorren el texto fílmico, cuyo epicentro discursivo es tangencialmente desplazado hacia cuestiones sociales y morales al tiempo que esboza temáticas subalternas que complican la aparente sencillez y esquematismo de su planteamiento argumental.
Palabras clave: Cine español, melodrama, análisis textual, análisis del discurso, franquismo.
Laburpena
Testu honek Balarrasa-ren aberastasun semantiko eta diskurtsiboari heltzen dio. Filmaren testua xehe aztertuta, agerian uzten du nola filmaren osagai tematikoa, erlijiozko alderdia, problema moduan agertzen den etengabeko komentario azalpenezkoen bidez, zeinek urrundu egiten duten kritikoki bere diskurtsoa ustezko irakurketa-patroitik. Gure asmoa filmeko testuan zehar ageri diren barne-tentsioak agerian uztea da, erakustea testuaren epizentro diskurtsiboa nola desplazatzen den tangentzialki bestelako auzi sozial eta moral batzuetara, eta aldi berean nola zirriborratzen dituen bigarren mailako beste hainbat gai, zeinek zeharo korapila-tzen duten argumentuaren aldetik itxuraz planteamendu soil eta eskematikoa dena.
Gako-hitzak: Espainiar zinema, melodrama, testu-analisia, diskurtsoaren analisia, frankismoa.
Abstract
The present text deals with the semantic and discursive richness of Balarrasa through the detailed textual analysis of the feature film, revealing how its religious thematic is problematized through insistent enunciative comments that critically distant its discourse from the standard reading pattern. Our intention is to show the internal tensions that run through the filmic text, whose discursive epicenter is tangentially displaced towards social and moral issues while outlining subaltern themes that complicate the apparent simplicity and schematism of its argument.
Keywords: Spanish cinema, melodrama, textual analysis, discourse analysis, Francoism.
0. Introducción
En un período de solo cuatro años, Nieves Conde se aproxima en dos ocasiones al movedizo terreno del filme de temática religiosa. Esta circunstancia resulta llamativa porque ambas películas, Balarrasa (1950) y Rebeldía (1953), franquean la realización del filme insigne de Nieves Conde, Surcos (1951), que se aleja de toda preocupación espiritual (si bien prolonga y profundiza en algunas cuestiones sociales esbozadas en Balarrasa). Sin embargo, el detenido análisis de la riqueza semántica de ambos textos fílmicos revela su compleja naturaleza: el componente temático religioso es problematizado mediante insistentes comentarios enunciativos que distancian críticamente el discurso de los largometrajes del presupuesto patrón de lectura. Partiendo de la hipótesis de que toda película constituye un símbolo conformado a su vez por una constelación de signos, resulta pertinente (obligatorio, nos atreveríamos a afirmar) la lectura de aquello que estos signos simbolizan al margen de las intenciones de sus artífices (que, conocidas o no por el espectador en el momento de leer el texto fílmico, no deben interferir en este proceso). Es este el camino metodológico que recorreremos en las líneas siguientes: el análisis de las particularidades textuales del primero de los filmes con la finalidad de arrojar luz sobre las tensiones internas que lo recorren.
1. Trayecto religioso
Al margen de la calurosa acogida por parte de público, crítica y organismos oficiales de la que Balarrasa gozó en su estreno, la importancia del filme en la trayectoria como cineasta de Nieves Conde radica en constituir un (tímido) esbozo prefigurador del retrato desencantado de la realidad político-económica-social de la época que alcanzaría una formulación más precisa en Surcos, al tiempo que una diáfana representación del desplazamiento ideológico que el régimen franquista se vio obligado a efectuar tras la derrota de los fascismos europeos, aproximándose al nacionalcatolicismo y distanciándose de sus esencias fascistas y castrenses, como bien supieron ver Gubern (1981) y Losada (2011). Así, el protagonista, Javier Mendoza, cambiará el uniforme militar que luce al comienzo del metraje (como capitán de la Legión en la Guerra Civil) por el hábito eclesiástico, metaforizando el trayecto del régimen: de la imposición ideológica mediante la fuerza a la persuasión moralista a través de la religión. El personaje persigue redimir sus errores pasados dirigiendo sus pasos hacia la fe católica, como quiso hacer el franquismo. Una panorámica explicita el trayecto simbólico del personaje en el momento en que viste por vez primera el hábito sacerdotal: la cámara pasa del uniforme marcial sobre la cama al monacal que recubre su cuerpo.
Los seis planos de la tundra alasqueña que abren el filme tras el genérico reflejan la inmensidad y majestuosidad de la Naturaleza, logro divino en su estado puro (estamos ante un lugar no civilizado, ajeno a la mano modificadora del hombre), que se opone a la insignificancia de la diminuta y solitaria figura de Javier (del ser humano), quien es presentado en el interior de un plano general, alejado (constituyendo, por tanto, una porción minúscula del campo visual) de una cámara inmóvil que muestra el acercamiento del personaje hacia ella sirviéndose de la profundidad de campo. La voice over establece la omnipresencia de Dios en todos los recodos del planeta: “Dios vela también sobre la noche ártica como vela sobre los campos y sobre las ciudades. Y, en cualquier momento, uno de sus mejores puede llevar su voz y su consuelo”. La historia de este anónimo (por el momento) personaje, que será convocada a formalizarse en pantalla mediante un largo flash-back que ocupará la práctica totalidad del metraje, es una entre las muchas almas consagradas a la difusión de la doctrina cristiana: “Ahora es un misionero español, como antes fueron otros”, afirma la voice over. Este misionero vive plenamente dedicado a cultivar la fe católica, que sobrepone a su propia vida: “No debió salir esta noche”, prosigue el narrador. “Se lo advirtieron mucho. Pero tenía prisa porque alguien necesitaba de él [En la banda de imagen se pasa a un plano medio del personaje]. Ni el frío ni la ventisca ni el peligro de perderse en la inmensa llanura le importaron demasiado. Sí. Nada sería capaz de detenerle más que la muerte”. La cámara se aproxima al rostro del personaje, ofreciendo un primer plano de este. El acortamiento en la escala del plano denota el paso de lo universal y místico (la Naturaleza y Dios) a lo particular (la vida del protagonista). Después de que Javier apele directamente a su creador y ponga su vida a su disposición, el encadenado que pone fin a este prólogo fusiona dos imágenes de Jaime vinculadas con arquetipos en apariencia antagónicos: misionero y militar. La peripecia diegética del filme ilustrará el tránsito del personaje de uno a otro, si bien en orden inverso y cronológico.
El espacio diegético relativo a la Guerra Civil española se adorna con endebles ropajes escénicos y narrativos que le otorgan cierta difuminación representativa: un fondo completamente oscuro confiere un palpable grado de irrealidad y adimensionalidad a las imágenes. La Guerra Civil aparece, así, como un espacio abstracto, impreciso y pesadillesco a superar mediante la adopción de la fe católica. Al comienzo del referido flash-back, los rasgos y comportamientos de connotación negativa del teniente Mendoza, apodado ‘Balarrasa’, bordean la desmesura: el oficial aparca momentáneamente sus responsabilidades militares para pergeñar una fiesta en un burdel local bañada en alcohol (la cámara sigue el desplazamiento de botellas que conecta a los diversos personajes mediante una panorámica al inicio de la secuencia) que concluye con transgresiones del orden (el altercado entre integrantes de dos de los tercios que integran la Legión) y una falta de respeto hacia la única figura que podría representar una cierta autoridad (el sereno). Esa ausencia de compromiso para con todo aquello que no apele a sus vicios e instintos lleva a Javier a delegar su responsabilidad marcial en un infortunado compañero al que gana jugando a las cartas, Joaquín Hernández, que recibirá un disparo durante el turno de guardia que le tocaba hacer al protagonista. Una marca enunciativa otorga un inusitado protagonismo al reloj que el fallecido había perdido jugando a las cartas, ahora propiedad de Javier: la cámara se aproxima hasta encuadrarlo en un plano de detalle, de manera que el espectador puede leer con facilidad la hora indicada. Esta quedará fijada al detenerse el mecanismo del reloj en el mismo instante en que su anterior propietario encuentra la muerte, recordando así a Javier que el tiempo que viva a partir de entonces no le pertenece, pues su vida debería haber terminado entonces. De este modo, el referido objeto deviene signo de un necesario renacimiento del protagonista que implique un cambio de rumbo vital en pos de su redención.
La sintaxis establece un raccord de mirada entre Javier y el cuerpo de su compañero recién fallecido mediante la socorrida técnica del plano-contraplano, que será nuevamente empleada cuando el protagonista encuentre el reloj de pulsera con la hora detenida que pertenecía a aquel, momento en que la cámara efectúa un movimiento de acercamiento al personaje que transmite la honda impresión de este. Ambos instantes acotan una secuencia en la que la mirada de Javier adquiere un destacado protagonismo. La cámara acompaña al personaje durante un desplazamiento físico que también implica un trayecto interior, un drástico cambio en Javier. Antecediendo al protagonista, la cámara filma su caminar con la mirada alucinada, prácticamente fuera de sí, para pasar después a situarse tras el personaje y, por último, mostrar aquello que parece atraerle mediante un plano subjetivo: el cadáver de Joaquín. El lugar del contraplano de la mirada de Javier será ocupado segundos después por el reloj de pulsera que este había ganado al fallecido. Al duplicar el sintagma binario mirada del personaje/objeto observado con el cuerpo inerte y el reloj, este último queda impregnado del recuerdo de la muerte de su antiguo dueño. La mirada vuelve a desempeñar un papel dramático decisivo: tras contemplar la hora del deceso de su compañero, fijada mediante las manecillas del reloj, Javier toma conciencia de que su vida ya no le pertenece, pues debería haber concluido hace unos minutos. En consecuencia, el protagonista consagrará retributivamente el resto de su existencia a cultivar la fe católica, camino a la redención y la realización personal.
El eje temático de la mirada de Javier emerge reiteradamente a lo largo del metraje. La observación de las costumbres de sus familiares que el protagonista lleva a cabo a su vuelta al hogar constituye una suerte de tarea detectivesca fundamentada en la observación. “Prefiero estudiarlo a distancia”, indica Javier a Margarita refiriéndose a Juanjo, el jovial pretendiente de esta, a bordo del bus que les llevará al club de tenis. Un encadenado da paso a un plano general que muestra a Juanjo en pleno partido. Se trata de un plano subjetivo de acepción retardada, pues solamente cuando el siguiente plano aparezca en pantalla el espectador será consciente de que el precedente era producto de una ocularización interna. La imagen de Javier observando atentamente al “casi” novio de su hermana establece nuevamente una dialéctica de plano-contraplano, si bien su orden ha sido alterado: el espectador contempla primero aquello que es mirado, revelándose después la naturaleza subjetivada de la imagen. La mirada se revela herramienta de conocimiento y de acceso a la verdad, pero también mecanismo de vigilancia y coacción, pues Balarrasa es un texto regido por la disemia de su discurso.
El primer día en el seminario salmantino, Javier coloca el mentado reloj a la derecha de la figura de Cristo crucificado que adorna su habitación, a una altura sensiblemente inferior a la de esta (estableciendo, por tanto, una jerarquía). La iconografía religiosa ha emergido con vigor en el texto en la secuencia anterior, en la que Javier mantiene una entrevista con el rector del seminario solicitando su admisión. Un crucifijo aparece ocupando un epicentro figurativo: en mitad de la mesa a cuyos lados se encuentran ambos personajes, de manera que integra el campo visual tanto de los planos de conjunto como de los planos individuales de ambos contertulios. Tras dos planos individuales de Javier en los que el crucifijo no aparecía en el encuadre, lo hará cuando manifieste su firme convicción en ingresar en el seminario. Cuando estos alteren su disposición espacial al ponerse de pie, la representación de Jesús crucificado se mantendrá en el plano medio de Javier en el que reafirma su voluntad de ingresar en el seminario. El signo católico parece haber quedado adherido al protagonista, aunque este no le haya prestado atención hasta el momento. Será en la siguiente secuencia, la que escenifica el cambio del uniforme de la Legión por la sotana, cuando Javier dirija su mirada hacia la figura de Cristo en la cruz que preside su habitación, tras colgar el reloj de pulsera a su lado. La mirada del personaje pasa de un objeto relacionado con la muerte al símbolo de la fe que va a regir su nueva vida. La iluminación subraya el instante mediante un foco de luz que destaca los ojos del personaje, acompañado por la irrupción de una música de inspiración sacra en la banda sonora, que deja paso a una variación de un himno marcial (distorsionado, diluido) cuando Javier mire y sostenga entre sus manos su uniforme castrense, símbolo de esa vida pasada que el fundido a negro parece separar del metraje subsiguiente. El énfasis en la mirada del protagonista por parte de la enunciación tiene su plasmación plástica en el punto de luz “divino” que Javier recibe en sus ojos, que metaforiza visualmente su iluminación religiosa. La segunda iluminación del personaje acontecerá en pleno oficio religioso, cuando, padeciendo una pronunciada dificultad para memorizar la declinación en latín de la palabra “rosa”, interpreta un texto del devocionario que sostiene entre manos (el texto que acompaña una ilustración de la Virgen de la Rosa Mística) como señal divina. En un contexto y práctica que invita al delirio religioso, Javier cree haber sido destinatario de una apelación directa de su Dios. El personaje alza la mirada, dirigiéndola hacia un fuera de campo que no puede ser representado, pues solamente existe en su mente. El incremento del volumen de una música empática termina de cincelar la instantánea epifánica.
La disolución de Javier en el catolicismo le reviste de autoridad: un picado otorga a su figura en el pulpito una preeminencia visual sobre las de sus compañeros de seminario precisamente en el instante en que asume como propio el discurso católico (el personaje pontifica acerca de la metafísica de Santo Tomás). El siguiente plano deja clara la primacía de Javier al aparecer ubicado en su pulpito unos metros por encima de los demás sujetos. No es casual que este empoderamiento del personaje y de su voz sea precedido de tres planos encadenados (a la manera de breve montage sequence) que lo preparan, en los que Javier se erige en único centro de atención visual y sonoro (su voz no encuentra réplica alguna al ser la única que se escucha). La cámara y la disposición de los elementos en el campo priorizan su figura. En este conjunto de planos, el protagonista parece modular su voz a un discurso que no le pertenece (no en vano, se manifiesta en latín); voz que terminará desprendiéndose de su ser para pasar a ser instrumento de la Iglesia.
En este desplazamiento de lo militar a lo católico, el personaje de Desiderio deviene fundamental al representar a las clases populares. La elección del intérprete que encarna al personaje ya revela la voluntad de convertirlo en personificación del español medio: Manolo Morán, actor familiarizado con el arquetipo carpetovetónico de gustos populares, buen corazón y pragmática perspectiva vital, alejada de cualquier rasgo de intelectualismo. En su primera aparición en pantalla como compañero legionario del protagonista, demuestra un servilismo incondicional hacia Javier (quien, no por casualidad, ostenta un rango superior al de Desiderio). Cuando este improvisa una excusa que relatar a su superior para justificar su demora al ir a repostar (consecuencia de su visita al burdel local) en la que Desiderio aparece como responsable, este responde: “Lo que usted quiera, mi teniente. Usted dice que esto es un triciclo [refiriéndose al camión] y yo lo firmo, lo rubrico y le parto la cara al que me lleve la contraria”. La obediencia y fidelidad del personaje hacia Javier no remitirá cuando este pase a profesar la fe católica. La subordinación a la que obligaba la jerarquía militar es reproducida entre el estamento religioso y la sociedad.
Tras la contienda, reencontraremos al personaje en un espacio popular: la taberna de barrio. La primera reacción de Desiderio cuando un compañero le informa de que Jaime ha cambiado el uniforme militar por la sotana es una incredulidad desorbitada que acarrea un acto de violencia (empuja a quien ha osado mancillar el ideal que conservaba de su capitán). La vergüenza será el siguiente eslabón en este proceso de aceptación de la conversión de Javier: “Me da vergüenza que le vean así vestido por la calle”, le dirá cuando se lo encuentre azarosamente segundos más tarde.
Ante la lápida del compañero fallecido la fatídica noche en que se iniciaba el metraje del filme, Desiderio se santigua repitiendo el ademán de Javier, descubriéndose asimismo que fue el taxista quien plantó un rosal junto al sepulcro, circunstancia que confiesa con vergüenza (demostrando que ejecuta ritos cristianos en la intimidad). Ambos gestos devienen representativos del proceso de convicción del personaje (ergo, de un pueblo que, manifestando cierta predisposición hacia la fe católica, habrá de asumir el cada vez mayor rol que el catolicismo iba a desempeñar en España), que culminará en la secuencia del besamanos durante la ceremonia de ordenación sacerdotal de Javier. En esta, la actitud dubitativa de Desiderio y su reticencia a besar las manos de Javier (a admitir su estatuto clerical) deja paso al reconocimiento: “¡Que sí, mi capitán, que ahora lo veo claro, que sigue siendo usted un jabato!”, exclama mientras estrecha sus manos con las de Javier en un gesto cordial de conformidad y hermanamiento.
2. Violencia
Al inicio del metraje, la violencia aparece como elemento constituyente de la personalidad de Javier al pertenecer a la Legión Española, si bien de manera latente, pues no le veremos entrar en batalla (Balarrasa es un texto en el que tan importante es lo que se dice o representa explícitamente como lo que late subterráneamente en su relato). Esta violencia constitutiva no abandonará al personaje cuando pase a profesar la fe católica, sino que persistirá en él. La puntual emergencia en Javier de esos instintos agresivos le otorga un tenue matiz perverso. El texto legitima ese empleo puntual de la violencia sirviéndose de dos procedimientos complementarios: la condimentación humorística de las situaciones y la finalidad correctiva, a la par que moralizadora, de tales actos violentos. En diversos instantes, el protagonista sujeta fuertemente el cuerpo de sus contertulios con vehemencia en una clara actitud agresiva: así, agarra del brazo a Maite cuando no obtiene de su hermana todas las respuestas que desea y de la solapa de su gabardina a Fernando para imponerse en su conversación (“¡Calla! ¡Ahora tienes que escucharme!”, le grita).
En una significativa secuencia, el acto violento se reduce a un ataque de furia en apariencia insignificante que aporta un (aparentemente banal e inocuo) toque de humor al final de la conversación entre el protagonista y Octavio en casa de este último. Mientras Javier propone el uso de la fuerza como método para que el vecino de los Mendoza logre el afecto de su hermana, el nerviosismo y la inseguridad del joven le impide acertar a la hora de introducir el bizcocho que sostiene en su mano en el interior de una copa de jerez. Javier, que contempla el persistente acto fallido de Octavio, termina cogiendo con fuerza su mano para dirigirla, haciendo que, finalmente, consiga mojar el bizcocho. “Y moja dentro, que me estás poniendo nervioso”, exclama. La métafora emerge diáfanamente: el protagonista constituirá la mano en la sombra que guiará los actos de Octavio encaminados a alcanzar la reconquista amorosa de su hermana (al margen, en principio, de la voluntad de esta, como veremos).
Cuando el uso de la palabra se revele insuficiente y la fuerza se imponga como el medio más apropiado para lograr la reinserción de los Mendoza en el buen camino, Javier delega en otro personaje la potestad del uso de la violencia. Si en la secuencia descrita hace unas líneas Javier instigaba a su vecino a proceder mediante la fuerza para recuperar el favor amoroso de Mayte, el ulterior pasaje narrativo ubicado en el club deportivo (consecuencia directa del anterior) resulta especialmente ilustrativo a este respecto. La secuencia da comienzo con los dos personajes caminando por el club en busca del rival amoroso de Octavio. Cuando lo divisan, el protagonista impele a su acompañante a atacarle (“Ya sabes lo que te he dicho: mucha decisión y sacúdele tú primero” o “No te preocupes: el que da primero, da dos veces” son algunas de sus inductoras frases). “No hay otro camino. Y que Dios me perdone por incitar a la violencia”, expresa Javier intentando justificar su actitud en una aportación que parece más bien dirigida hacia sí mismo que hacia su acompañante. “Anda, anda: a ver cómo te portas”, exclama mientras empuja a Octavio con patente desespero (ante la falta de convicción del joven) para que vaya a enfrentarse a Juanjo. “Y antes de volver la espalda al enemigo no olvides lo que te juegas”, le advierte Javier a modo de corolario elevando su dedo índice, tras lo que vuelve a empujar a Octavio, esta vez con mayor fuerza (“Anda, anda, ¡anda!”, vuelve a decir con visible ansiedad). Cuando Octavio se detenga y mire a Javier, manifestando nuevamente su indecisión, este le incitará gestualmente a proseguir con el plan de la agresión. El protagonista observará desde la distancia la escena, si bien el plano que muestra cómo Octavio se sienta a la mesa en que se hallan Mayte y Juanjo no se corresponde con su punto de vista, a pesar de que la cadena sintagmática establece un diálogo entre la imagen de Javier mirando y el espacio en el que se encuentran el trío de personajes restantes (la rudimentaria técnica del plano/contraplano). Sí lo hará la imagen posterior que muestra el puñetazo decisivo de Octavio a su contrincante, que cae derrotado al suelo, y cómo agarra (con inusitada decisión) del brazo a Mayte para llevársela con él. Este plano aparece franqueado por otros dos que muestran las reacciones de Javier a los referidos sucesos. El primero comenzaba con el protagonista apartando la mirada para no ser testigo de los presumibles golpes que Octavio estaría recibiendo por parte de Juanjo, que, sintomáticamente, son eludidos y no mostrados en pantalla, al contrario que el puñetazo victorioso de Octavio. La enunciación toma así evidente partido por el tándem formado por Javier y su vecino. Sin embargo, algo atrae nuevamente la mirada del protagonista. El interés recobrado de Javier hacia lo que sucede fuera de campo aviva el del espectador. Tras actualizar el contracampo con el final de la pelea entre los dos pretendientes de Mayte, regresa la imagen de Javier, que respira aliviado por el resultado favorable a sus intenciones, dibujándose una sonrisa en su rostro. La demostración de virilidad de Octavio mediante el uso de la fuerza consigue su objetivo: Mayte terminará decantándose por su vecino en la secuencia siguiente.
Una postrera manifestación del poder de coacción de Javier acontece, no casualmente, en la ceremonia de ordenación sacerdotal del protagonista: cuando Desiderio parece dudar de besar las manos de su anterior teniente, este le apremia a que concluya el protocolo, que escenifica la sumisión del pueblo y el reconocimiento del poder de la Iglesia, con su mirada.
El rol paternalista que Javier desempeña le faculta para el uso puntual de la violencia “por el bien” de sus semejantes. Significativo resulta que el personaje simule tener un revólver en el bolsillo cuando, en realidad, se trata de su breviario. La intercambiabilidad entre lo religioso y lo represivo define la ambigua bipolaridad del protagonista, equiparable a la del propio régimen franquista, cuya apariencia y discurso paternalista se conjugaba con la represión violenta de toda huella de oposición ideológica. En este sentido, Losada (2011: 260) concluye que “Balarrasa allegorically formulates a proposal to correct regime policy by maintaining the state’s capacity for violence, but masking this violence in the legitimizing structure of the church, thus making it appear to be constituted violence that operates within the law”.
3. Retrato social
Décadas después de su filmación, Nieves Conde afirmó: “Lo que me interesaba de Balarrasa no era lo religioso, sino lo social” (Llinás, 1995: 77). Esta sentencia ofrece al espectador una valiosa pauta hermenéutica del filme: la peripecia dramática del protagonista y de los personajes que con él mantienen lazos sanguíneos y/o afectivos permite al cineasta representar en pantalla (si bien, con cierta liviandad) una áspera realidad social que anticipa la que esbozaría el retrato en claroscuro que el segoviano acometería en su siguiente filme, el célebre Surcos.
Así, en Balarrasa nos encontramos con una representación crítica de una burguesía que, tras auspiciar el golpe franquista, ahogaba los privilegios de los que gozaba durante la posguerra, derivados de su cómplice connivencia con el Régimen, en una improductiva ociosidad dedicada a la satisfacción de vicios privados, cuando no capitalizaba parasitariamente la penuria social mediante lucrativas actividades criminales (el estraperlo y el tráfico de publicaciones foráneas). Los Mendoza representan, por tanto, la degradación moral extendida durante el primer franquismo, una de las circunstancias del desencanto de la Falange con el régimen franquista: que dicho envilecimiento moral anidara en el seno de la institución familiar, uno de los pilares sobre los que se sustentaba el orden burgués y católico, resultaba especialmente lacerante para el filofascismo. La degradación y la falta de ejemplaridad de la familia de clase acomodada que centra el interés dramático del filme es tal que incluso las clases populares, representadas por la criada doméstica de los Mendoza, son plenamente conscientes de ella: en diversas ocasiones, Faustina censura el comportamiento de sus empleadores mediante comentarios y apuntes sarcásticos, introduciendo un punto de vista sancionador.
Detengámonos brevemente en el tan peculiar como parcial reflejo social que el retrato familiar de los Mendoza esboza: un padre, Don Carlos, entregado a la ludopatía como pasatiempo medular de una vida burguesa regida por la ociosidad, la falta de responsabilidad y el rechazo a constituirse en el cabeza de familia garante de principios morales, que conduce a la familia al borde de la ruina económica y moral; un hijo, Fernando, que aprovecha el contexto político-económico para enriquecerse con el tráfico de divisas; una hija mayor, Lina, convertida en la amante del criminal con el que su progenitor se encuentra en deuda, Mario Santos, a la sazón, jefe de su hermano; y una segunda hija, Mayte, que no solo dedica la totalidad del día a actividades frívolas e improductivas en lugar de forjarse un porvenir, sino que también ha adquirido “malos” hábitos (el consumo habitual de tabaco y alcohol) y desestima su relación con Octavio, un joven virtuoso de brillante presente y halagüeño futuro (es catedrático de instituto), garante de una estabilidad vital que constituía el modelo del régimen franquista (“Octavio es el clásico ejemplar de la clase media: nómina a primero de mes, cocina y mesa camilla”, sentencia Mayte con desprecio), pero que se encuentra lejos de la jovialidad del otro modelo masculino que copa el interés amoroso de la muchacha, Juanjo, vinculado, al contrario que Octavio, a lo material y caduco (“Tiene un coche que quita la cabeza”, afirma la joven). Con su vida disipada y vicios, Mayte personifica el epicúreo arquetipo de “chica moderna” (en palabras de Octavio) que persigue la gratificación inmediata y el disfrute de la vida, apostando por un nuevo modelo de relaciones sentimentales no orientadas con exclusividad hacia el matrimonio o la reproducción biológica (a la pregunta de si Juanjo y ella son novios por parte de Javier, Mayte contesta con un evasivo “Casi, casi...”).
En consecuencia, se establece una dicotomía entre la imagen pública de los Mendoza, que aspira a la honorabilidad que se le presupone a su clase social, y una realidad que la contradice. “Siempre hemos sido una familia honorable a pesar de nuestros defectos”, afirma Lina ante Mario. Solo después de que éste ataque la honra de su hermano Lina tomará conciencia del daño que sus acciones pueden acarrear a la respetabilidad de su familia, reaccionando la joven en su defensa intentando que Mario detenga el vehículo en el que se encuentran, provocando la muerte de ambos.
En la primera noche que Javier pasa en su antiguo hogar, una serie de relojes señalan las intempestivas horas de llegada a casa de sus familiares. Si Javier supo leer la señal que el reloj de pulsera de su compañero fallecido representaba (la necesidad de un cambio de rumbo vital, su renacimiento), sus consanguíneos, por el contrario, ignoran los que indican sus intempestivas horas de llegada. Son personajes que viven despreocupados del tiempo, del presente y de su futuro.
El programa narrativo de Javier constituye, por tanto, un doble trayecto de salvación: personal y familiar. El fin del protagonista es restaurar una ley paterna debilitada como consecuencia de una figura paterna devaluada que ha de cubrir las deudas de su ludopatía con préstamos del amante de su hija.
4. Moralidad
Al igual que la posterior Rebeldía, Balarrasa se articula en torno a una dicotomía esencial que divide los actos de los personajes en dos grandes grupos atendiendo a la moral propugnada por la religión católica. Así, las acciones dramáticas se segmentan según sean contraventoras o no de una moral católica erigida en único paradigma de la buena conducta. El disipado e irresponsable comportamiento de Javier al inicio del metraje, que conllevará la muerte de un inocente, se opone al recto proceder que asumirá una vez pase a profesar la fe católica, del mismo modo que las actividades que sus familiares desarrollan se posicionan al margen de esa pauta de conducta que el buen católico debe seguir; algunas de ellas, incluso, se encuentran fuera de la legalidad al constituir delitos. El código moral católico se funde con la norma jurídica, de manera que quebrantar uno conlleva infringir el otro. Esta equiparación entre lo jurídico y lo católico ilustra meridianamente el sendero emprendido por el régimen de Franco desde el final de la II Guerra Mundial: catolicismo y franquismo se fusionan, implicándose y retroalimentándose mutuamente, de tal manera que sus respectivos límites se difuminan y resultan indiscernibles. El clímax del filme escenifica esta unión: el reprobable comportamiento de Lina y su alianza con Mario conducen al personaje hacia un final aleccionador que acarrea su muerte como consecuencia de la transgresión de la moral católica (por su vida licenciosa) y de la legalidad (al convertirse en cómplice de un delincuente) en que ha incurrido. La mirada del espectador es atraída hacia las manos temblorosas que la agonizante eleva hacia el cielo y que entran en campo por el borde inferior del encuadre desgajadas del resto del cuerpo del personaje, mientras este cae en la cuenta de que están “vacías” según la parábola que su hermano Javier había relatado secuencias atrás como advertencia a sus familiares. El patetismo del instante es incrementado por la presencia de Javier y Fernando, reducidos a testigos incapacitados para garantizar la salvación de su hermana.
El trágico final de Lina supone un punto de inflexión para el resto de sus consanguíneos. Advertidos de que alejarse de lo normativo conlleva su condena eterna, la familia Mendoza retorna al calor de la fe católica: reunida nuevamente alrededor de la mesa para cenar (frente a la dispersión entre sus miembros que reinaba a la vuelta de Javier al hogar o la forzada cena familiar que congregaba a los Mendoza en la que, esperaban, fuera la última noche del protagonista en casa), el cabeza de familia impele a Javier a bendecir la mesa. Un plano general permite observar la normalidad con que el clan al completo respeta el rito de la bendición, circunstancia que se opone a la análoga previa en la que un plano de igual escala retrataba la extrañeza e incomodidad de los familiares de Javier mientras este bendecía la comida, delatando el distanciamiento de los Mendoza de las costumbres cristianas. La inmovilidad de la cámara y la filmación de la acción en la totalidad de su duración desde un único punto de vista lograban que el espectador experimentase una cierta extrañeza análoga a la de los Mendoza, que se veían obligados a proceder con el ritual por coacción sigilosa de su hermano.
5. Apariencia y virtualidad
Balarrasa establece un diálogo entre dos esferas determinantes del individuo: la pública y la privada. La primera corresponde al reino de la apariencia, de la imagen social y pública, mientras que la segunda está relacionada con la intimidad. El uso de espejos articula ese diálogo opositor entre lo público (y virtual) y lo íntimo (y real). Javier contempla su reflejo en dos decisivos instantes: después de que su hermano Fernando halague su apariencia y tras conseguir que Mayte opte por el pretendiente que representa la tradición (“¡Enhorabuena, amigo: acabas de apuntarte un tanto!”, se dice a sí mismo, bordeando el pecado de la soberbia). En ambos casos, el acto de contemplarse en el espejo y dirigirse unas palabras a sí mismo reafirma “su identidad sacerdotal” (Company, 2003: 25).
En otras ocasiones, la presencia de espejos en el campo visual representa una asimilación funcional del espacio preexistente por parte de la puesta en escena, de manera que permite el engarce de espacios y acciones diegéticas sin recurrir al socorrido cambio de plano. Veamos un ejemplar uso de espejos para articular espacios diegéticos. Tras la disputa entre Octavio y Juanjo en el club deportivo, Mayte intenta decidirse por uno de sus pretendientes disponiendo sus fotografías frente a ella en su habitación. Un espejo permite contemplar el rostro de la joven (situada de perfil a la cámara) y el espacio de la habitación que, de no mediar el reflejo especular, configuraría el contracampo de la imagen en pantalla. Indecisa, Mayte se levanta, avanza hacia el fondo, abre la puerta y se dispone a salir de la habitación, acciones que el público observa mediante su reflejo en el espejo. En un plano del pasillo, con la cámara equidistante de las dos puertas que se aprecian a cada lado de este, Mayte entra en campo desde la puerta situada a la derecha (su habitación), cruza el espacio y se detiene frente a la puerta semiabierta del baño. Un nuevo corte directo genera otro cambio de espacio; en esta ocasión, se trata del cuarto de aseo, en el que se encuentra Javier afeitándose. Frente a este, que da la espalda a la cámara, hallamos otro espejo que va a desempeñar idéntica finalidad a la del que aparecía en la estancia del personaje femenino. Gracias a este, contemplamos a Mayte asomándose tímidamente por el hueco de la puerta, pues no se decide a hablar con su hermano, así como a Javier percatándose de la presencia de la joven. Cuando esta desaparece, el protagonista sonríe, sabedor de las dudas amorosas que pueblan los pensamientos de su hermana. Hasta el momento, a cada espacio diegético le ha correspondido un solo plano, en una certera economía expositiva que se sirve de los referidos espejos para soslayar una mayor fragmentación espacial y sintagmática.
Pero continuemos con la descripción de la secuencia. El siguiente plano nos transporta nuevamente al pasillo, si bien la ubicación de la cámara varía considerablemente con respecto al anterior plano filmado en el mismo espacio (aquel que ocupaba la segunda posición en el orden sintáctico). En esta ocasión, la cámara se sitúa en el lugar que correspondería a la puerta de la estancia de Mayte, pues su interés radica en captar la mirada que la joven dirige hacia un punto próximo a la cámara. El contracampo de esa mirada se actualiza en el siguiente plano, que muestra el interior de la habitación desde el mismo punto de vista con que lo hacía en el plano inicial de la secuencia. Mayte contempla los retratos de sus pretendientes. Gracias (otra vez) al espejo, observamos cómo la joven da media vuelta, decidida a conversar con su hermano acerca de sus inquietudes. Un subrayado musical comunica auditivamente la decisión del personaje. En el instante en que, a través del reflejo, vemos que Mayte se encuentra en la puerta del cuarto de aseo, un corte directo introduce un plano análogo al visto en tercer lugar. Nuevamente merced al espejo, contemplamos el reflejo de Javier (que prosigue con su afeitado) y la entrada de Mayte en el espacio, quien se coloca junto al espejo, de manera que pueda conversar con su hermano directamente a la cara. El espectador, sin embargo, accederá a las expresiones de Javier a través de su reflejo, como en la totalidad de la secuencia que nos ocupa. Mayte variará su ubicación en el espacio para volver a ser una imagen virtual, recluyéndose en los límites del espejo, y, finalmente, abandonar el cuarto de aseo. De regreso a su habitación, camina pensativa hacia el tocador. La cámara registra sus pasos en plano general, sin mediar reflejo. En un plano idéntico al que iniciaba la secuencia, Mayte se decanta por Octavio, cuyo retrato coloca en un marco tras romper la foto de Juanjo, mientras la música subraya la decisión de un personaje de quien observamos su expresión facial gracias, nuevamente, a su reflejo. En el siguiente plano, Javier se felicita por el éxito de su misión, a pesar de que no ha sido testigo de la acción final de su hermana. Su autoasumido rol de demiurgo le otorga una suerte de omnisciencia. Esta somera descripción de la secuencia permite que nos hagamos una idea aproximada de la funcionalidad que el realizador confiere a los espejos. A través de su reflejo se articulan los actos, expresiones y desplazamientos entre espacios diegéticos de los personajes con una fluidez narrativa que una mayor fragmentación dificultaría.
6. Cuadro materno
Junto al recurrente empleo de espejos, otro elemento del decorado desempeña un relevante rol simbólico: el retrato de la madre ausente, símbolo de un pasado de cohesión familiar sustentado en las creencias y prácticas católicas. La aparición de la pintura en la banda de imagen es acompañada por la irrupción de una música de corte melodramático, de naturaleza diegética (la caja de música que Javier abre cuando regresa a la estancia tras su prolongada ausencia del hogar) o extradiegética (la que transmite la emoción paterna al acordarse de su esposa y del pasado de la familia). La ausencia materna constituye el germen de la desintegración y corrupción moral de la unidad familiar. Javier viene a prolongar esa función cohesionadora y moralizadora que otrora desempeñara su progenitora. El retrato materno ocupa el corazón de la vivienda de los Mendoza: parece situado ventajosamente para garantizar su contemplación desde el resto de estancias del hogar merced a la comunicación entre espacios. Así, cuando Javier bendice la mesa como su madre solía hacer durante la secuencia en que la familia cena junta por vez primera, los personajes dirigen una emocionada mirada (fruto del recuerdo) hacia el cuadro, testigo privilegiado de todo lo que acontece en la vivienda gracias a esa posición epicéntrica. La mirada del padre al retrato es acompañada por una música melodramática que denota la herida familiar provocada por la pérdida del ser querido y la añoranza de un pasado mejor (constantes del cine melodramático). El poder del recuerdo materno es tal que provoca un silencio en la mesa de inusitada duración (sesenta y dos segundos tras el final de la música incidental). No es casual, por tanto, que la conversación entre Javier y Mayte, su hermana pequeña, se desarrolle frente al retrato materno, modelo de comportamiento y corrección ética para la joven. Mayte se sienta sobre uno de los reposabrazos del sillón en el que se encuentra Javier para relatar a su hermano sus actividades cotidianas, a la manera de una confesión aparentemente laica. El rito religioso se enmascara bajo una apariencia de cotidianidad.
El comportamiento de Mayte durante la secuencia, fumando, bebiendo y con una actitud cínica, contrasta con el que la imagen de su progenitora evoca. Una red connotativa positiva se establece alrededor de este retrato materno y la estancia en la que se encuentra. La melodía procedente de la caja de música que se vincula melodramáticamente a la pintura es a su vez relacionada con el personaje de Octavio en su primera aparición en pantalla, de manera que este es recubierto por un manto connotativo positivo que lo asocia con la figura materna y, por extensión, con lo tradicional. La maternidad ausente deviene, por tanto, símbolo de un pasado glorioso y ejemplar que se contrapone a un presente regido por la pérdida de valores tradicionales.
Los dos elementos dramáticamente cargados de los que nos hemos ocupado, espejo y retrato maternos, confluyen en el clímax del filme. Durante la llamada de Javier a su hermana Lina, que se prepara para huir con Mario, los tres varones de la familia Mendoza (el protagonista, Fernando y Don Carlos) aparecen en plano reflejados en la superficie del espejo del salón y reencuadrados por sus bordes, incapaces de impedir el aciago destino de la joven al desviarse voluntariamente del buen camino. La enunciación subraya así su fracaso en la instauración de la ley paterna y en la protección de una de las integrantes de la familia. Las abatidas figuras de los Mendoza se desplazan hacia el salón en silencio y en penumbra, cual ánimas en pena, disponiéndose en el campo visual de manera que el cuadro materno queda ubicado entre ellos, certificando así el medular rol materno para el equilibrio de una unidad familiar ahora fracturada. Javier dirige su mirada hacia el retrato y la enunciación vincula en solitario al protagonista con ese símbolo materno que representa el orden moral y familiar que se halla en peligro. Cuando Mayte pregunte por su hermana, los primeros planos de cada varón serán insertados en el montaje, incapaces de contestar. Finalmente, Javier tomará conciencia de la necesidad de actuar, marchando junto con su hermano a intentar salvar a Lina. La secuencia se cierra con Don Carlos rodeando con el brazo a Mayte, presagio de que volverán a constituir una familia unida.
7. Sinsabores de la fe
Pese a lo que pueda pensarse, la representación de la fe católica en el filme dista de ser armónica u homogénea a lo largo de todo el metraje. Es más, la religión aparece como germen de sacrificios e insatisfacciones vitales. Dos muertes puntúan el trayecto de Javier hacia la fe católica; en ambos casos, de figuras hermanadas con el personaje. La primera, de un hermano simbólico: su compañero legionario, detonante de su conversión. La segunda, la de su consanguínea Lina, trágica conclusión de su misión redentora que se salda con un doble fracaso del protagonista: no solo ha sido incapaz de “salvar” a su hermana de la muerte, sino que también se muestra incapacitado para confesar y dar la extremaunción a la agonizante.
En la secuencia del regreso de Javier a su hogar, este encuentra en la mesita de su habitación una fotografía en la que aparece junto a Elena, cuya visión oculta colocándola bocabajo (rechazando así el recuerdo de sus sentimientos hacia la joven). La pared de la estancia aparece copada de fotos femeninas, entre las que pueden observarse algunos huecos. Faustina explica tal circunstancia: “Supuse que no le gustaría ver las que faltan. Iban bastante ligeritas de ropa...”. Antes, lo femenino representaba un estímulo para el protagonista, que sentía una vigorosa atracción sexual hacia el sexo femenino. Ahora, Javier destierra (deja fuera de su vista) lo sentimental y sexual como consecuencia de su celibato y compromiso con la religión católica (“Hiciste bien”, responde Javier a Faustina). Por tanto, la posibilidad de continuación de la relación amorosa entre Elena y Javier queda truncada. En esencia, Javier es un personaje melodramático: poseedor de una herida proveniente del pasado, se entrega a un trayecto (auto)flagelador y abandona a la melancolía.
Si bien el enunciador ha llamado la atención del espectador sobre el retrato del antiguo amor de Javier al dedicarle un plano de detalle, este brote argumental podría no haber obtenido desarrollo posterior y concluir en ese instante con similar saldo dramático. Sin embargo, encuentra efímera prolongación en la secuencia del reencuentro de Javier con sus antiguos compañeros del club alpino, cuya inclusión en la trama enriquece sustanciosamente el retrato de los sinsabores y privaciones que la profesión de la fe católica conlleva, si bien no encontraremos consecuencias argumentales de lo representado en ella en el posterior metraje. La aparición de un personaje dramáticamente relevante, que ha sido evocado fotográficamente en una secuencia previa, viene a representar sinecdóticamente los sacrificios e insatisfacciones vitales que Javier habrá de asumir en su voluntad de dedicar el resto de su vida a la doctrina católica. Antiguo objeto de deseo amoroso del protagonista, Elena permanece alejada (marginada) del grupo que acude a saludar a Javier a su llegada al club. Es la cámara la que ha de ir al encuentro (panorámica mediante, activada por la mirada de un personaje femenino hacia el fuera de campo ocupado por Elena) de este personaje que ya no tiene cabida en la vida de Javier, que ha sido desplazado de esta. Cuando es nombrada en la conversación por un antiguo compañero de afición de Javier, Elena dirige su mirada hacia el fuera de campo con un gesto de anhelo, como si esperase una frase del protagonista que le proporcionase un pie de entrada para acercarse a este. Sin embargo, al no ser convocada verbalmente por Javier, que cambia abruptamente de tema de conversación, Elena se marcha, en silencio y apesadumbradamente, del espacio...
8. Conclusiones
En Balarrasa, lo religioso deviene sustrato narrativo sobre el que articular una trama cuyo epicentro discursivo es puntual y tangencialmente desplazado hacia cuestiones sociales y morales al tiempo que esboza temáticas subalternas que complican la aparente sencillez y esquematismo de su planteamiento argumental. Así, el filme troca, mediante gráciles alusiones al contexto político-social de su producción, en retrato desencantado de un presente histórico regido por la desigualdad, el clasismo, la delincuencia, el hedonismo, el individualismo y, en suma, la pérdida de valores morales tradicionales, en el que los “vencedores” de la Guerra Civil dilapidan su compromiso moral para con el porvenir nacional en pos de la gratificación de terrenales vicios.
Sin embargo, el tratamiento fotográfico que Nieves Conde y Manuel Berenguer confieren a las imágenes del filme revela una trabajada formalización plástica alejada de cualquier aspiración realista por parte de sus artífices. El pronunciado claroscuro establece un contraste entre luces y sombras que representa la pugna entre la virtud y la vileza que se establece entre las distintas acciones de los personajes. La fotografía del filme desempeña, pues, una función simbólica que la aleja de la pretensión referencial habitual de una escritura realista. Así mismo, esa contrastada iluminación, la vestimenta de algunos personajes implicados en dichas actividades delictivas (gabardinas y sombreros de ala ancha), la nocturnidad que acoge sus actos y la codificación genérica de determinados procederes (el intercambio de maletas), espacios (el local nocturno regentado por Mario) y figuras de estilo (el uso de las sombras y la iluminación de alto contraste) revelan una clara filiación entre las actividades delictivas representadas en Balarrasa y el imaginario del cine negro (si bien de manera diluida), circunstancia que no debería sorprendernos si atendemos a la probada querencia de Nieves Conde hacia este género, que había cultivado en su filmografía previa. De este modo, el hipotético realismo es desactivado por una puesta en escena que reproduce determinadas características iconográficas y formales de un modelo de representación cinematográfico, el del film noir, regido por una evidente estilización que se expande al filme de Nieves Conde, como también ocurrirá en Surcos. Balarrasa y Surcos conforman un incierto díptico en el que cada una ofrece un retrato de las dos macroesferas sociales de la España de la posguerra, en las que dos familias radicalmente opuestas se convierten en metonímica representación de sus respectivas clases sociales.
Por último, la religión aparece como fuerza que reprime los instintos de aquellos que la profesan a la par que moldea el comportamiento de los que los rodean mediante el uso de la coerción psicológica o la violencia: la servidumbre de Javier a la fe católica lo condena a una castración simbólica, a la insatisfacción y a la melancolía.
Las disonancias semánticas presentes en el texto abordado no alcanzan, empero, a subvertir el discurso que emana de una lectura literal. Constituyen sustanciosas transgresiones mediante las que el enunciador se manifiesta al injerir un punto de vista que problematiza y complica las cuestiones planteadas con aparente simplicidad y univocidad en la premisa argumental, posibilitando la emergencia de un distanciamiento crítico respecto del eje denotativo del relato. La conclusión irónica y descreída de Rebeldía, obra más atrevida en su problematización de la religión y la fe católica que Balarrasa, supondría el mejor colofón para la travesía por el cine religioso de un cineasta habituado a cuestionar los materiales de partida de sus filmes.
Referencias bibliográficas
Company, J. M. (2003). Torturas del espíritu. A propósito de Angustia (1947) y Balarrasa (1950). En J. L. Castro De Paz y J. Pérez Perucha (coords.), Tragedia e ironía: el cine de Nieves Conde (pp. 19-27). Ourense: Caixa Galicia.
Gubern, R. (1981). La Censura. Función política y ordenamiento jurídico bajo el franquismo (1936-1975). Barcelona: Península.
Llinás, F. (1995). José Antonio Nieves Conde. El oficio de cineasta. Valladolid: Seminci.
Losada, M. (2011). The Rebranding Of Francoism’s Originary Violence. In José Antonio Nieves Conde’s Balarrasa. Romance Notes, 51(2), 257-265. doi: 257-265.10.1353/rmc.2011.0001
El Genio (1874-1875): La primera revista
periódica que insertó fotografías
El Genio (1874-1875): Argazkiak
erabili zituen lehenengo aldizkaria
El Genio (1874-1875): The first
magazine that inserts photographys
José María Chomón Serna
Recibido el 18 de junio de 2017, aceptado el 26 de octubre de 2017.
Resumen
El Genio fue pionero en el uso de la fotografía como elemento icónico en la prensa. La Diputación Provincial de Burgos conserva un ejemplar del año 1875, en el que se insertan fotografías a la albúmina en ejemplares de tipografía mediante un ingenioso sistema de pegado en espacios en blanco. Aunque hay precedentes de la inserción de páginas con imágenes fotográficas en libros ilustrados, por vez primera los lectores pudieron contemplar testimonios reales icónicos en una revista periódica. El Genio fue obra de la familia Martínez Añibarro.
Palabras clave: Fotografía; prensa; información; siglo XIX; España.
Laburpena
El Genio izan zen prentsan argazkiak elementu ikoniko gisa erabili zituen lehenengo aldizkaria. Burgosko Foru Aldundiak 1875eko ale bat dauka gordeta; aldizkari hartan, albuminari lehenengo aldiz argazkiak txertatu zitzaizkion tipografia-aleetan, zuriguneen itsaste-sistema burutsu baten bitartez. Aurretik, liburu irudiztatuetan orrialde argazkidunak txertatu izan ziren, baina irakurleek lehenengo aldiz benetako lekukotza ikonikoak ikusi ahal izan zituzten aldizkari batean. El Genio Martínez Añíbarro familiaren obra izan zen.
Gako-hitzak: Argazkilaritza; prentsa; informazioa; XX. mendea; Espainia.
Abstract
El Genio can be considered a pioneer magazine in the use of photography as an iconic element in the press. The Departmental Library of Burgos (Spain) retains a copy of the magazine El Genio, 1875, in which albumin photographs are inserted in specimens of typography by an ingenious system paste in blanks. There are precedents for inserting pages with photographic images in picture books, but for the first time, readers could watch real testimonies of the life of the Burgos city. El Genio was the work of Martinez Añibarro family.
Key words: Photography; newspapers; information; XIX century; Spain.
0. Introducción
El Genio, Revista de Instrucción y Recreo (1874-1875) se adelantó a otras publicaciones periódicas españolas y extranjeras en la inclusión, junto a los textos, de imágenes fotográficas. Puede ser considerada como la primera o una de las primeras publicaciones periódicas españolas que incluyó fotografías.
La historia del periodismo demuestra la necesidad que las publicaciones periódicas tenían de incluir, junto a los textos, elementos icónicos. La fotografía de prensa como tal, es decir, la impresión conjunta de texto e imágenes, no se consiguió hasta 1880 en América, y aún habría que esperar años para reproducir la técnica en España.
Unos años antes de estas primeras experiencias, El Genio, revista periódica publicada en Burgos, incluyó, junto a los textos, dos fotografías. La imposibilidad técnica de unificar en el proceso de impresión los textos y las fotografías se solucionó con un procedimiento singular, consistente en pegar de forma manual las instantáneas en cada uno de los ejemplares. El Genio fue una publicación de la familia Martínez Añibarro, que utilizó también la picaresca para que no apareciera el verdadero director y editor de la misma.
Antes de disponer de la tecnología que permitió la inclusión conjunta de textos y fotografías, las revistas y periódicos publicaron mayoritariamente grabados (Saiz, 1999: 174), en los que se trataban de representar la realidad. La fotografía, frente a los grabados e ilustraciones, tiene como principal ventaja que representa “un fuerte residuo de veracidad y realidad, a modo de certeza notarial de que algo de lo que se muestra ha sido” (Romero, 2012: 154).
Este primer escarceo con la inclusión de elementos iconográficos de carácter fotográfico, en el caso de El Genio, puede ser considerado en el ámbito de lo que Gómez Alonso (2003: 158) señala como “fenómeno estético interno de la publicación que ofrece una identidad corporativa propia”.
La prensa periódica en el XIX se caracterizó por su escasa capacidad de gestión empresarial. Los periódicos nacían sin solvencia económica, al albor de la aventura de la aceptación y suscripciones y ello provocó un rosario de aperturas y cierres.
La edición en todo el territorio nacional de un número elevado de publicaciones no debe interpretarse como reflejo de una gran vitalidad, sino todo lo contrario. Se trató de empresas débiles y de iniciativas personales que tenían escasas posibilidades de sobrevivir. Por eso era habitual el cierre y apertura constante de cabeceras. Este afán por editar prensa fue una característica general en todo el territorio español. Esta situación reflejaba en realidad una cierta inmadurez y la inexistencia de un mínimo sector social interesado capaz de garantizar la supervivencia de las empresas periodísticas por la vía de las suscripciones y venta de sus números (Almuiña, 1996: 14).
El Genio formó parte de esta prensa periódica que nació sin solvencia económica. Consecuencia de ello fue se efímera vida. Aunque se desconoce la fecha de su desaparición, es probable que el único número que insertó fotografías fuera también el último. Es decir, sobrevivió menos de un año.
Los periodistas eran personas ilustradas en una sociedad con altos índices de analfabetismo. Y eran, en muchos casos, periodistas de segunda ocupación, que alternaban una profesión principal, con la que sostenían la economía familiar, con su afición por la escritura. En este contexto se enmarca la familia Martínez Añibarro, editora de El Genio. La familia Martínez Añibarro se caracterizó por el fracaso de todos sus proyectos periodísticos, lo que no les impidió continuar con otros nuevos. Incluso El Genio fue la historia de un fracaso.
Existieron dos cabeceras con la misma denominación. La primera de ellas, sin vinculación alguna con la que nos ocupa, fue El Genio (1846-1848), órgano de expresión de la Sociedad Artística y Literaria El Genio. Tras su desaparición se convirtió en El Bardo de Castilla (1848-1856). El Genio de esta época fue una revista de periodicidad mensual, a mitad de camino entre la prensa satírica y literaria:
Periódico popular con humos de literario, sin educación, agrio como aceituna sin madurar, de muy malas intenciones y desvergonzado como él solo: publicado por la Sociedad Artística y Literaria de esta Ciudad que lleva el mismo nombre. Gratis para los socios. Este periódico saldrá todos los meses en dos pliegos de marca común y en los días 15 al 20 de cada mes, a empezar desde el próximo febrero. A los señores suscriptores se les insertarán gratis las composiciones que gusten remitirnos, aprobadas que sean por la Junta censura de esta redacción.
Casi 30 años más tarde se editó El Genio (1874-1875), y aunque se trató de la misma denominación, no hay relación entre ambas.
1. La fotografía en la prensa
La aparición de imágenes en El Genio es más un rasgo de picaresca creativa que una innovación técnica. Tal vez sea la primera ocasión en que los lectores de una revista salida de una imprenta normal podían ver a la vez texto y fotografías, pero aplicando la original solución de pegar a mano cada albúmina.
La fotografía de prensa como tal, es decir, la impresión conjunta de texto e imágenes, no se consiguió hasta 1880 en América, y aún habría que esperar años para reproducir la técnica en España. Desde la divulgación de la fotografía a mediados del siglo XIX, inmediatamente se intentó insertar esas imágenes en los periódicos, pero las técnicas de impresión de plomo sólo permitían grabados en blanco y negro, sin escala de grises salvo los efectos especiales. Hubo experimentos con huecograbado –las partes más elevadas del grabado no imprimen tinta, sino los huecos que quedan–, fotograbado, fotolitografía, heliograbado, fotogalvanografía, xilografía, dallastipo… Al final todo consistía en proyectar la fotografía sobre una superficie dura y trabajar con un punzón hasta conseguir el mejor molde posible. Pero siempre se trataba de imágenes en blanco y negro, enmascarando los grises mediante el puntillado o el rayado. En algunos casos se consiguieron resultados espectaculares, que cuesta diferenciar de la fotografía directa. En general, es fácil reproducir texturas de elementos inertes, con superficies lisas, pero cuesta plasmar los detalles de la piel humana, el gesto, la verosimilitud en definitiva. Para ello, habría que esperar a una ingeniosa solución que consiste en una trama de puntos de diferente diámetro, un trampantojo que reproduce los blancos con ausencia de puntos, los grises con puntos de diferentes diámetros, y el negro con puntos tan gruesos que son secantes entre ellos.
Se tiene por cierto que el Daily Herald, de Nueva York, publicó el 4 de marzo de 1880 la primera fotografía, titulada “chabolas”, reproducida mediante una técnica de medio tono. Las planchas metálicas con una trama de puntos, que se imprimían a la vez que la tipografía en el papel, pervivieron en la llamada “impresión en caliente” hasta hace apenas unas décadas.
En España, aunque se ha dicho que las primeras fotografías de prensa tienen sus antecedentes en La Ilustración Española y Americana en 1885 (López Mondéjar, 2005: 280), o que la fotografía comenzó a ocupar un lugar importante en las páginas de las revistas en 1895, lo cierto es que se trata de excelentes grabados, obras de artesanía derivadas de fotografías, pero no son imágenes reales, sino la recreación de la mano que mueve el punzón.
El 23 de marzo de 1879, El Globo (Madrid) publicó una imagen de la puerta del baptisterio de San Juan de Florencia que se encuentra a medio camino entre el fotograbado y la fotografía, tal es la perfección. Pero en la revista La Fotografía, de Barcelona, en 1886, ya se advertía que las aplicaciones al grabado de la fotografía eran “industrias muy descuidadas hasta ahora en España” (López Mondéjar, 2005: 28). En la página 99, la revista La Fotografía inserta un excelente fotograbado de Joarizti y Mariezcurrena con una imagen de la Torre d’els Encantats de Caldetas. En 1888, La Ilustración Artística también publicó grabados procedentes de fotografías, aunque se apreciaba aún la falta de definición en las texturas. En 1888, la Ilustración Musical Hispano-Americana publicó retratos de buena calidad, si bien se aprecia en algunos casos el retoque a mano. La Ilustración Ibérica es un tercer ejemplo, ya en 1889, de uso de la fotografía con impresión directa.
Como apunta Pantoja (2007), no es hasta la aparición de revistas como Blanco y Negro, en 1891, y Nuevo Mundo, en 1894, cuando la fotografía se integra definitivamente en la prensa española. Antes de 1900 aparecieron imágenes en las revistas Illustrated American y Paris Moderne y New York Tribune (Wiesenthal, 1979: 218), aunque, como se puede comprobar, para entonces ya estaba generalizada la presencia de las fotografías en la prensa escrita.
Para ver impresa una fotografía de Burgos habrá que esperar hasta el 29 de junio de 1895, cuando Blanco y Negro insertó una panorámica de la plaza Mayor, de Varela Hermanos, durante el entierro de Ruiz Zorrilla. Nuevo Mundo incluyó una foto de Compañy, el 29 de agosto de ese mismo año 1895, de los militares del Regimiento de San Marcial que fueron a Cuba.
Al igual que ocurrió en el resto de España, fue en los inicios del siglo XX cuando los periódicos y semanarios de Burgos comenzaron a insertar fotografías de manera regular. La primera fotografía en un periódico de Burgos apareció en El Castellano el 4 de julio de 1902. Se trataba de un retrato del poeta Antonio de la Cuesta. El Papa Moscas, tras su fusión con Guasa Viva, publicó fotografías en 1917, y Diario de Burgos a partir de 1927.
2. Metodología
El hallazgo y puesta en valor del único ejemplar que se conserva de la revista El Genio es producto de una investigación sistemática de la prensa y periodistas del siglo XIX en Burgos. Se ha realizado un inventario cuantitativo de todas las cabeceras conocidas y su localización en archivos y bibliotecas provinciales y nacionales. Asimismo, se dispone de una completa relación de periodistas y editores que participaron en estas publicaciones periódicas. Junto a la investigación cuantitativa se ha procedido a una recopilación documental de carácter histórico-cronológico de las noticias, entrevistas y comentarios editoriales que tienen relación con el propio desarrollo del periodismo y su posición frente a otros medios de comunicación y a las autoridades y poderes de cada momento. Producto de esta investigación fue la localización en el Archivo de la Diputación provincial de Burgos del único ejemplar que se ha encontrado de la revista El Genio.
En paralelo se desarrolla otra investigación sobre el periodismo gráfico en Burgos que ha permitido asimismo conocer el entorno profesional y técnico en el que se produjo la primera publicación conocida de fotografías en la prensa del siglo XIX.
La búsqueda de otros ejemplares de esta publicación, o de los números anteriores y siguientes, si es que tuvo continuidad, ha dado lugar a un rastreo sistemático en las bibliotecas locales, provinciales y nacionales; en las hemerotecas conocidas de cualquier ámbito; en los centros educativos y sociales que fueron frecuentados por familia Martínez Añibarro, editores de la revista. También se ha intentado localizar a algún descendiente directo o indirecto de esta familia y se ha recurrido a las empresas y familias de otros editores locales de la época.
Junto a las investigaciones académicas señaladas, se han utilizado, lógicamente, fuentes bibliográficas y documentales –archivos, periódicos del siglo XIX, actas de defunción y nacimiento, revistas y libros científicos– para obtener datos biográficos de la familia editora, su relación con la prensa de la época y su proyección social y académica. A estas mismas fuentes hemerográficas y archivísticas ha sido necesario recurrir para determinar la autoría de las fotografías.
Una vez resuelto el estado de la cuestión, se ha procedido a un análisis morfológico del único ejemplar conservado, tanto de los soportes del texto y de las fotografías como de la tipografía utilizada y las medidas de cajas de impresión, lo que ha permitido conocer el desarrollo técnico e industrial de la imprenta en la que se compuso el ejemplar. A continuación se ha abordado el análisis de los textos y su posible autoría en función de los conocimientos de los diferentes miembros de la familia editora y de la edad de los mismos en el momento de la publicación.
Las imágenes han sido sometidas a un análisis comparativo con otras fotografías y grabados de la época, conservados en la actualidad en archivos y colecciones particulares, lo que ha permitido determinar la autoría y datación temporal, así como el encuadre singular de una de las imágenes y la reutilización años después de algunos elementos decorativos que aparecen en otra fotografía.
Por último, cabe señalar que la Diputación Provincial de Burgos, a la vista del interés de la publicación, ha sometido la misma a un proceso de restauración que permitirá una mejor consulta y, más importante aún, su conservación futura en las mejores condiciones.
3. El Genio: la autenticidad del editor y director
El Genio tiene el honor de haber sido la primera publicación periódica de Burgos que incluyó fotografías y puede asegurarse también que, si no fue la primera de España –afirmación que siempre es muy difícil de verificar por el gran número de cabeceras desaparecidas o aún no conocidas– sí que fue una de las primeras. Se configura por tanto como una publicación periódica pionera a nivel local y nacional, aunque se desconocen aspectos tan importantes como la identidad de su editor, la fecha de su desaparición o la autoría de algunas de sus láminas.
Se trató de una publicación llena de pequeñas trampas. La primera es la de su fundador y director. Se desconoce con exactitud quién fue, aunque todos los indicios apuntan a José Martínez Rives y posiblemente su hijo Manuel Martínez Añibarro –todos los hijos solían firmar Martínez Añibarro Rives, sin duda para recuperar los apellidos del prestigioso padre–. Sin embargo, figura en la revista como director un joven adolescente de 15 años, Juan, hijo menor de Martínez Rives. La segunda trampa es la referida a las fotografías. Para insertarlas se ideó un método innovador, original y atrevido, como fue el de pegar foto a foto en cada ejemplar. No fue una inserción incluida en el proceso de impresión.
Solo se conserva el Número 12, Año II, del 20 de marzo de 1875. De periodicidad trimensual –salía los días 1, 10 y 20 de cada mes– su primer número se publicó el 1 de diciembre de 1874.
El Genio se definía como “Revista de Instrucción y Recreo”. Publicada para ser encuadernada, estaba organizada con una paginación continuada, del tal forma que el único ejemplar que se guarda se inicia en la página 89 y concluye en la 96. Esta revista era un producto de lujo, por su precio y diseño, orientado a amantes de la lectura y el coleccionismo, con un poder adquisitivo elevado.
El único ejemplar se encontró de forma casual. Fue localizado entre las hojas de un expediente administrativo de la Diputación provincial de Burgos. ¿Cómo llegó allí? Son varias las hipótesis que se pueden establecer. No es descartable que en el Archivo de la Diputación se guardara la colección completa, de la que, finalmente por azar, logró conservarse un solo número. Tampoco es descartable que se trate de un único ejemplar que alguien olvidó entre hojas de expedientes administrativos y que, con el paso de los años, por pura casualidad, pudo ser localizado y puesto en valor.
Una de las principales incógnitas sin resolver es quién fue su editor y director. Sabemos que era un proyecto de la familia de José Martínez Rives, que tuvo tres hijos, José, Manuel y Juan. En la propia publicación aparece como director Juan Martínez Añibarro, que años más tarde sería un reconocido intelectual y militar. Sin embargo, resulta difícil de creer que esto fuera así. Juan Martínez Añibarro nació en Burgos el 11 de marzo de 1859. Cuando se editó la revista, tenía 15 años. Es ciertamente inverosímil que una publicación de tan alta calidad literaria y fotográfica pudiera estar fundada y dirigida por un adolescente.
José Martínez Rives y/o su hijo Manuel parecen las alternativas más probables. Manuel Martínez Añibarro y Rives ocupó un destacado protagonismo como profesor del Instituto de Burgos, director del Museo y archivero de la Biblioteca Provincial. Sin embargo, la figura del padre, José Martínez Rives, es la que reúne mayores posibilidades de ser el autor intelectual de El Genio. Profesor y director del Instituto, director del Museo de Burgos y precursor de un buen número de periódicos en los que trató de publicar la Tercera Parte del Quijote (Tobar, 2009: 337) y la Historia de Burgos. José Martínez Rives fue catedrático de Historia, y este es un dato relevante. El contenido de los artículos firmados por Juan Martínez Añibarro en El Genio revela que su autor era un profundo conocedor de la historia y evolución urbanística de Burgos, conocimientos que difícilmente podía tener un adolescente.
Parece difícil que el hermano mayor, José, pudiera estar implicado en el proyecto. Fue un destacado intelectual y científico, pero no se le conocen publicaciones en los periódicos de la época.
Manuel Martínez Añibarro y su padre, por lo tanto, son las opciones más plausibles. Ambos colaboraron en un buen número de publicaciones periódicas y Manuel incluso participó en periódicos que dirigió y fundó su padre. Se trata de los dos miembros de la familia que tuvieron una clara vocación de periodistas y escritores. La revista El Genio tenía su sede en la calle Laín Calvo, 20, que era el domicilio familiar. Lo que desconocemos es la razón última por la que figuraba como director y fundador un adolescente de 15 años.
El Genio se comenzó a publicar en diciembre de 1874 y, casi con toda seguridad, no sobrepasó el año 1875. José Martínez Rives no fundó ni dirigió ninguna publicación periódica entre El Caballero de la Triste Figura (1868) y Fígaro (1879). No es descartable que se tratara de un proyecto en el que prefirió no figurar.
4. Datos biográficos de la familia Martínez Añibarro
José Martínez Rives, nació en Madrid en 1820 y falleció en Burgos en 1895, donde fue enterrado, aunque años más tarde sus restos mortales fueron trasladados a Madrid por sus familiares (Ruiz Vélez, 2011: 22). Profesor, periodista, escritor burgalés, obtuvo el título de Licenciado en Filosofía y Letras y Derecho. Catedrático de Historia del Instituto de Logroño y posteriormente del de Burgos, del que llegó a ser director desde el 11 de febrero de 1854 hasta 1864. También fue presidente de la Comisión provincial de Monumentos de Burgos.
Fundó y participó en múltiples proyectos periodísticos, todos fracasados. Dirigió El Cruzado (1844), Castilla (1844), El Laurel Castellano (1848), El Civilizador (1856), El Eco Burgalés (1861), El Cid (1862), El Caballero de la Triste Figura (1868), y Fígaro (1879). Colaboró, entre otras publicaciones, en El Fomento (1859), El Papa Moscas (1878), El Semanario Pintoresco Español (revista madrileña), El Círculo Moratín (1871), Boletín del Ateneo de Ciencias y Artes de Burgos (1877), Páginas Castellanas (1881), El Heraldo de Castilla (1880), Crónica de Burgos, Ecos de Burgos (1879), La Ilustración de Burgos (1886), y El Sereno (1888).
Manuel Martínez Añibarro nació en Burgos el 3 de septiembre de 1850 –en el censo figura como Manuel María–, en la calle Espolón, nº 4, y murió en un tren entre Almería y Alicante el 25 de agosto de 1920. Licenciado en Filosofía y Letras y Derecho, se doctoró en Filosofía y Letras e ingresó por oposición en el Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios. Desempeñó el cargo de bibliotecario de la Biblioteca Pública de Burgos y conservador del Museo de Burgos, del que llegó a ser su director. Ejerció también como profesor del Instituto de Burgos, y catedrático de Ponferrada, Santander y San Sebastián. Fue miembro de la Real Academia de la Historia y de la de Bellas Artes de San Fernando, de la Comisión Provincial de Monumentos de Burgos y concejal del Ayuntamiento de San Sebastián, entre otros muchos cargos.
Autor de numerosos libros, su obra divulgativa principal fue “Intento de un diccionario biográfico y bibliográfico de autores de la provincia de Burgos”, trabajo premiado por la Biblioteca Nacional en el concurso público de 1887 e impresa a expensas del Estado. Manuel Martínez colaboró en varios medios de comunicación, aunque con menos intensidad que su padre. Dirigió ocasionalmente El Heraldo de Castilla (1880), y colaboró en otras publicaciones como El Eco del Arlanzón, El Caballero de la Triste Figura (1868), Círculo Moratín (1871), Páginas Castellanas (1881), y El Papa Moscas, (1878).
Juan Martínez Añibarro figura como editor y director de El Genio. Nació en Burgos el 11 de marzo de 1859. Ingresó en la Academia de Artillería de Segovia el 1 de abril de 1876, a los 17 años de edad, donde inició su carrera militar a la que se dedicó hasta su fallecimiento ocurrido en febrero de 1919 en Madrid. No se le conocen relaciones con el periodismo, salvo algunos artículos publicados en el Caput Castellae y en el Boletín de Artillería.
5. El Genio: estructura y organización
La revista El Genio consta de dos partes bien diferenciadas: una cubierta de color naranja con letras doradas –todo un exceso tipográfico- y ocho páginas interiores coleccionables. La cubierta tiene unas medidas totales de 23,2 centímetros de alto por 32,1 centímetros de largo. Una vez plegada –de forma desigual en el ejemplar conservado–, se observa que apenas sobresale un milímetro en altura, e incluso en anchura es un poco más estrecha que las páginas interiores.
Las ocho páginas interiores se imprimen sobre dos hojas de 23,0 por 32,4 centímetros, de forma que se obtienen ocho páginas de 23,0 por 16,2 centímetros. La caja de texto (espacio que queda una vez descontados los generosos márgenes de 2,5 centímetros) es de 18,0 centímetros de alto por 11,2 de ancho. Sobre esta caja se imprimen dos columnas de 46 líneas cada una, cifra que puede ser inferior cuando se usa un cuerpo tipográfico de mayor tamaño.
Es precisamente la tipografía uno de los elementos singulares. Evidentemente se trata de composición de caja, sin linotipia –que aún tardaría una década en inventarse y mucho más en llegar a España- lo que supone un laborioso trabajo. Se trata de una familia Romana antigua, idéntica a la utilizada en muchos ejemplares del Boletín Oficial de la Provincia de Burgos, lo que tiene su lógica, porque es en la misma imprenta de Villanueva donde se editó El Genio y donde habitualmente se confeccionaba el periódico oficial. Es una letra muy parecida a la tradicional Ibarra española, pero con algunos rasgos específicos, como el blanco interno de buen tamaño en la e minúscula, el eje vertical de casi todas las letras, serif triangular, esporas planas y barra elevada de la f minúscula.
Se suele utilizar en El Genio el cuerpo 9 interlineado al 11, aunque también hay otras partes (la charada, por ejemplo) del cuerpo 8 sin interlínea, o la entradilla del cuerpo 10, también sin interlinea. La tipografía, aunque a veces parece diferente, es la misma, aunque de otro tamaño y más o menos estrecha.
El ejemplar que se conserva de El Genio es el número 12, de fecha 20 de marzo de 1875 (año II). Indica en la portada que se publica los días 1, 10 y 20 de cada mes, por lo que cabe suponer que comenzó a editarse el 1 de diciembre de 1874, y se desconoce si hubo más números a partir de abril de 1875. La numeración de las páginas del ejemplar número 12 comienza teóricamente en la portada con el 89, si bien, como es lógico al figurar la paginación en la parte superior de la revista, no se inserta en dicha portadilla, que se limita a poner el año, la fecha y el número. En la parte superior vemos el título de la revista EL GÉNIO (con acento, fuera de norma ortográfica y muy inusual al tratarse de versales). El lema es “revista de instrucción y recreo”.
Se incluyen a continuación los precios de suscripción: 15 reales un trimestre en la capital y 16 reales un trimestre en la provincia, que deberán pagarse en sellos de comunicaciones por adelantado. Los números sueltos se vendían a una peseta. “Los puntos de suscricion [sic] son la Redacción Administración, Laín Calvo 20, donde se dirigirá toda la correspondencia; en la librería de la viuda de Villanueva, Plaza Mayor, y en la de Rodríguez, pasaje de la Flora”. El precio era ciertamente elevado para la época, sobre todo si tenemos en cuenta que un periódico diario, como El Globo de Madrid, costaba 6 reales al mes –La Iberia, 8 reales–, apenas cinco céntimos el ejemplar. En algunos anuncios de la época encontramos mantas por 12 reales, botellas de vino de Jerez por 11 reales y el Almanaque Literario e Ilustrado de 110 páginas por 4 reales.
Lo más destacado de la revista es la inserción de las dos imágenes de albúmina. La fotografía horizontal tiene un tamaño de 10,4 por 6,5 centímetros, dentro de un recuadro de 11,0 por 7,3 centímetros, mientras la foto vertical, del mismo tamaño, se inserta en un recuadro de 7,4 por 10,8 centímetros.
Figura 1. Fotografía insertada en El Genio.
En la primera página se incluye una fotografía general de Burgos. A continuación, las páginas 90, 91 y 92 tienen texto, pero no ilustraciones. En la página 93 se incluye la segunda foto, esta vez en vertical, del arco efímero erigido en la futura plaza del Cid con motivo de una visita del Rey. En las páginas 94 y 95 (a esta última le falta el 5) hay únicamente texto, lo mismo que en la 96 y última, donde se insertan, dentro del apartado de miscelánea, una fuga de vocales, una charada, una aclaración, una errata y un pie de imprenta de la viuda de Villanueva.
La aclaración (importante, según se destaca), puede darnos alguna pista sobre las imágenes. Según se informa, “Los señores suscritores [sic] que tengan abonado el presente trimestre y quieran suscribirse al periódico con láminas, tendrán que abonar 6 reales. más del exceso de los dos meses abril y mayo”. Cabe suponer, por tanto, que no se incluían con anterioridad fotografías, y que daban por perdida la inversión hecha para este número de finales de marzo. Las fotografías parecen encarecer un real cada ejemplar, cifra significativa, porque la suscripción costaba 15 reales el trimestre –cinco reales al mes, para tres números–, y la suscripción a las fotos casi doblaba el precio inicial. De esta forma, cada ejemplar salía a 67 céntimos, cuando un diario de Madrid podía costar apenas 5 céntimos.
Las dos fotografías que incluye El Genio tienen diferentes características. Una de ellas, la vista general de la ciudad, es divulgativa, intemporal, destinada a agradar a los suscriptores burgaleses. La segunda, aun siendo una vista urbana, tiene un toque de actualidad, casi de reportaje, porque incluye un arco efímero con motivo de la visita real que, como tal, estaba llamado a desaparecer.
La fotografía que incluye El Genio en la primera página se corresponde con la catalogada con el número 1568 de la colección de Jean Laurent, aunque no está firmada, y fue tomada en esa misma década de 1870. Resulta curioso comprobar que la imagen original (figura 2) ha sido cortada por la parte inferior, cuando precisamente lo que sobra es cielo inerte en la zona superior. Así, desaparece información de la calzada y el muro de la actual calle de Valladolid y se eliminan las dos figuras humanas sentadas junto a un poste (figura 3).
Figura 2. Fotografía de Laurent.
Figura 3. Fotografía insertada por El Genio.
La segunda fotografía, tomada desde el puente de San Pablo, (figura 4) capta el arco efímero construido por el Ayuntamiento para recibir al Rey Alfonso XII el día 10 de febrero de 1875.
Se desconoce quién pudo ser el autor, aunque los acabados y la coloración de las dos fotos de El Genio parecen similares. Esta imagen no es conocida entre los principales coleccionistas de fotografía antigua. Lo que sí existe (figura 5) es una xilografía publicada en La Ilustración Española y Americana, de 22 de febrero de 1875 (página 124) que reproduce con cierta verosimilitud la escena de la llegada del monarca al centro de la ciudad (Zaparaín y Sainz, 2014: 130).
Figura 4. Fotografía de El Genio.
Figura 5. Grabado de La Ilustración Española
de febrero de 1875 (Colección C. Sainz Varona)
Es curioso comprobar que, 27 años después, el arco efímero de 1875 recogido en la fotografía publicada por El Genio fue de nuevo erigido en el Paseo del Espolón de Burgos con motivo del viaje de Alfonso XIII a la capital castellana en 1902 (Zaparaín y Sainz, 2014: 187).
6. El Genio: contexto periodístico
El Genio comenzó a publicarse en 1874, coincidiendo con el inicio de la Restauración. A lo largo del siglo XIX Burgos contó con cerca de 200 cabeceras periodísticas, la mayor parte muy efímeras (Chomón, 2017). De ellas, algo más de 150 se crearon en este periodo, rico en actividad y emprendimiento periodístico, fruto de una legislación más aperturista, como fue la Ley de Policía e Imprenta de 1883, que supuso una auténtica eclosión de publicaciones periódicas en toda España.
La fundación de El Genio se produjo coincidiendo con la aprobación de fuertes restricciones en materia de prensa. El 31 de diciembre de 1874 se suprimieron todos los periódicos no adictos al régimen, aunque poco después se autorizó su reaparición, excepto los republicanos, que quedaron suprimidos. La regulación legal obligaba a que la creación de nuevos periódicos precisaba licencia del Ministerio de la Gobernación. Se exigía, además, un depósito previo de ejemplares con dos horas de antelación antes de la puesta en circulación de los periódicos. En 1875 se creó un Tribunal Especial para delitos de imprenta. Se endurecieron las condiciones económicas para la publicación de periódicos y se estableció la suspensión y censura gubernativa y prohibición de atacar al sistema monárquico.
El Genio fue una revista dedicada a la cultura, la literatura y la promoción de las riquezas monumentales y naturales de Burgos, por lo que no debió de tener problemas con la legislación restrictiva existente durante su corta vida. La familia de José Martínez Rives destacó por su vocación intelectual ajena a las luchas partidistas. Un ejemplo de ello lo constituye su explicación en el primer número de Fígaro, del 2 de marzo de 1879, de que “no he de hablar de política ni una sola palabra”.
Cuando El Genio vio la luz, en Burgos se editaban un reducido número de cabeceras periódicas. La Imparcialidad (1784-S. XX); La Voz de los Treinta (1874-1875); y Ecos del Arlanzón, que salió en 1875. La Imparcialidad era un periódico de maestros, y La Voz de los Treinta y Ecos del Arlanzón, dos publicaciones literarias.
La prensa científica y literaria fue posible por el empeño de personas versadas, con una enorme vocación por escribir, que encontraron en los periódicos y revistas una forma de extender y dar a conocer sus pensamientos y creaciones. Eran intelectuales dedicados a las letras y a las ciencias (Francesc Valls, 1998: 24). De hecho, las primeras publicaciones periódicas fueron literarias y científicas, después vendrían las satíricas, políticas y de noticias. No es extraño comprobar cómo un buen número de escritores se embarcaron una y otra vez en diferentes aventuras, sin que el fracaso de muchas de ellas supusiera un impedimento para comenzar otras. Escribir en un periódico era signo de distinción y prestigio social y fueron muchos los intelectuales que emplearon sus plumas para las columnas periódicas. Las colaboraciones literarias convirtieron a estas publicaciones en una de las principales manifestaciones culturales de la época (Pérez Salas, 2010: 394). En esta línea, El Genio incluyó a un buen número de escritores colaboradores.
7. Los contenidos
Esta revista, según el ejemplar que se conserva, dividió sus contenidos en “Vista de Burgos”; “Arco del triunfo erigido á S.M. el Rey”; Láminas de El Genio. Texto por J. Martínez Añibarro y Rives”; “Sobre los primeros tiempos del Teatro”, por P. J. Solas; “La pólvora, la brújula y la imprenta”, por P. Carcedo y Martín; “Semana Santa”, por V. M. y San Román. “Miscelánea”; y “Charada”.
En el artículo “Vista de Burgos” se incluye la primera fotografía. El texto es un recorrido histórico de cómo se formó urbanísticamente el paseo más importante de la ciudad: el Espolón. Del mismo se extrae como conclusión que la persona que lo escribió tenía un profundo conocimiento de la historia de la ciudad, ya que aporta datos y detalles históricos y urbanísticos de varios siglos. Este conocimiento es una razón más para resaltar la posibilidad de que el director y editor fuera José María Martínez Rives, profundo conocedor de la Historia de Burgos, que trató de publicar en varios de sus proyectos periodísticos. Este texto ocupa las páginas 89, 90 y 10 líneas en la 91. En esta última se inserta el texto relativo a “Arco de triunfo erigido á S.M. el Rey”, al que dedica 22 líneas en la columna izquierda. Sin embargo, no aparece en esta página la fotografía relativa al texto. Lo hace en la 93, seguramente por una cuestión práctica en la maquetación. Aparece como autor Juan Martínez Añibarro y Rives.
En la página 91 se inserta el artículo “Sobre los primeros tiempos del teatro. La Tragedia y la Comedia. Tespis y Susarion. Primeras noticias”, un relato sobre los orígenes de la tragedia y la comedia, que se extiende por las páginas 92 y 93, aunque en esta última el relato rompe su continuidad natural con la inclusión de la fotografía del arco del triunfo relativa al texto insertado en la página 91.
En la página 93 se insertan 5 líneas del inicio del artículo “Semana Santa”, que se extiende a las páginas 94 y 95, firmado por V.M. San Román. En esta última página se inicia el artículo “La pólvora, la brújula y la imprenta. Continuación II”. Un texto que, según podemos deducir, se inició en la revista número 11 del 10 de marzo de 1875, dedicado a la pólvora; prosiguió en la número 12, donde se dedica a la brújula; y continuó en la número 13, del 1 de abril de 1875 (si es que se editó), con la parte relativa a la imprenta. Este artículo de P. Carcedo y Martín ocupa hasta la columna izquierda de la página 96, que es la última del número 12 que se conserva. En la columna derecha se incluye la sección de “Miscelánea”, y una “Charada”.
En la portada, en letras doradas, se dice que El Genio es un “Periódico destinado a los intereses generales de la nación, en lo que hace de la Ciencia y el Arte, y a los particulares de la provincia. Publicación ilustrada con fotografías únicas en su clase”. En la contraportada se precisan sus objetivos:
Publica especialmente los monumentos naturales y las obras de arte, que constituyeron un verdadero Museo en Burgos, ciudad arqueológica por excelencia. Uno de los objetivos principales de esta publicación es dar a conocer la riqueza tópica de esta parte de Castilla, en lo tocante a las Ciencias Naturales, los adelantos de los Establecimientos y Corporaciones y las costumbres de este suelo clásico de España, mucho más elevado en la escala de la civilización que lo que se juzga generalmente. Creemos que el público estimará nuestros sacrificios.
8. El método artesanal ideado para la inserción de fotografías
La revista El Genio insertó fotografías, aunque de un modo muy artesanal, y no como consecuencia de un avance tecnológico que hiciera posible integrarlas en el proceso de impresión. Ante la falta de tecnología se optó por un sistema artesano dividido en varias fases. Podríamos afirmar que la imaginación sustituyó la falta de tecnología.
La primera fase era su maquetación, en la que debía tenerse en cuenta los espacios señalados con un recuadro perfectamente visible en los que posteriormente se integrarían las imágenes fotográficas. La segunda consistía en realizar la impresión de la revista con los textos de los artículos. La tercera era obtener las fotografías a un tamaño idéntico al del espacio asignado para su pegado. Estas fotografías eran aportadas por fotógrafos de la época, tal y como se acredita con la autoría de la instantánea de la panorámica de la catedral. Para ello la familia Martínez Añibarro y Rives debía adquirir a sus autores tantas copias como número de ejemplares impresos. Llama la atención que no se especifique la autoría de las fotografías, y que se las atribuya El Genio. La cuarta parte del proceso consistía en pegar manualmente cada fotografía en el espacio asignado para ello.
Como puede comprobarse, se trataba de un procedimiento rudimentario, que indudablemente encarecía el coste final, de ahí el alto precio de venta por ejemplar, lo que convertía a esta publicación en un objeto de lujo para coleccionistas.
Mediante este sistema, ingenioso y propio para tiradas no muy elevadas, El Genio se convirtió en la primera publicación periódica de Burgos y posiblemente de España en comercializar una revista periódica con fotografías.
Tras la desaparición de El Genio, en Burgos se tardaron varios años en conocer nuevas publicaciones con fotografías. Cuatro años más tarde de que lo hiciera El Genio se publicó Burgos Monumental (1778-1880), un proyecto del fotógrafo burgalés Inclán, que incluyó fotografías de monumentos y edificios emblemáticos de la ciudad. Aunque no han llegado ejemplares conocidos hasta nuestros días, una referencia publicada en el periódico Caput Castellae y recogida por Domingo Hergueta (1929: 189) indica que se trató de un catálogo o cuaderno:
Hemos recibido el primer cuaderno de la revista ilustrada con fotografías que con el nombre de Burgos Monumental ha comenzado a publicarse en esta capital. En dicho número hemos admirado una preciosa vista de nuestra soberbia Catedral hecha por el conocido fotógrafo Sr. Inclán.
Unos años más tarde, en 1886, La Ilustración de Burgos, Revista de Ciencias, Letras y Artes, regaló a sus suscriptores fotografías de hombres ilustres y de monumentos de la ciudad. Desconocemos si lo hizo por el mismo procedimiento que El Genio o si se trató de fotografías que se entregaban en un álbum junto a cada ejemplar adquirido, pero sin insertarse en el texto.
En 1890 el periódico La Imparcialidad incluyó, por primera vez y de forma ocasional, un retrato de Eugenio Cemborain, consejero de Instrucción Pública del Estado, que visitó la ciudad. Es probable que el citado personaje aportara la placa de su foto y que fuera una práctica habitual en sus viajes.
En 1891 se editó El Anunciador, con motivo de las fiestas locales de San Pablo y San Pedro. Incluyó 12 fotografías de los principales edificios de Burgos. Se trató también de un catálogo o álbum con fotos, muy diferente a la inserción de imágenes fotográficas junto a los textos, como hizo El Genio:
Hemos recibido un bonito álbum fotográfico con las reseñas de las ferias y anuncios que los impresores B. Fernández y Compañía han tenido el buen acuerdo de publicitar. Contiene doce vistas fotográficas de Burgos, y es un adelanto que no podemos menos que aplaudir. Está bien fotografiado, bien impreso, bien encuadernado y es muy cómodo para llevarlo en el bolsillo. Y con todas estas condiciones no cuesta más que una peseta.
Cabe resaltar que no fue hasta 1882, es decir, ocho años después que El Genio, cuando la Revista Médico Quirúrgica incluyó en su portada una fotografía pegada (Cuarterolo, 2009: 145). Por supuesto, ya a mediados del siglo XIX era común que algunos libros de Historia del Arte incluyeran láminas fotográficas, pero siempre como un recurso exquisito, dado el alto coste de aquellas reproducciones.
Esta técnica ha seguido usándose casi hasta nuestros días, combinando en los libros las páginas de tipografía con láminas de offset o huecograbado. Anecdóticamente, a pesar de los avances de la impresión digital hoy en día, es común encontrar libros de bajo presupuesto que insertan, normalmente en las últimas páginas, cuadernillos con ilustraciones a color para abaratar el precio. El Genio también recurrió a subterfugios para poder llamarse revista ilustrada, pero lo cierto es que por vez primera los lectores pudieron encontrar imágenes fotográficas de su ciudad en una publicación local, lo que sin duda supuso un cambio de paradigma en la visión de la realidad a través de la prensa.
9. Conclusiones
El Genio puede ser considerada como la primera publicación periódica de Burgos, y posiblemente de España, en insertar fotografías junto a los textos periodísticos. Supuso una innovación no exenta de ingenio y picaresca, ya que se ideó un método artesanal de pegado de cada imagen en la revista. Para poder hacerlo se diseñó un sistema de maquetación previo que dejaba en blanco los espacios en los que, una vez editada la revista, se pegaban las fotografías.
Aunque se especificaba “Láminas El Genio”, lo cierto es que se ha podido comprobar que la imagen con la catedral de fondo corresponde al fotógrafo Laurent. La segunda imagen es de autoría desconocida, aunque no es descartable que perteneciera al mismo autor, al que se le compraban tantas imágenes fotográficas como ejemplares se editaban.
Es resaltable que se incluyera como director y editor a un joven adolescente, Juan Martínez Añibarro, hijo del que probablemente fue el verdadero creador de la revista, José Martínez Rives. Es probable que ello obedeciera a que el verdadero creador de este proyecto prefiriera no figurar por razones que se desconocen.
El Genio fue una publicación de lujo que elevó su precio con la inserción de las fotografías. Casi con toda seguridad esta circunstancia llevó al proyecto a la inviabilidad económica y por tanto a su cierre, ya que se aumentó el precio por ejemplar a una cantidad que era prohibitiva para la época.
La inserción de las fotografías en una publicación periódica, como fue El Genio, puede ser considerada como un antecedente, aún muy primitivo, del fotoperiodismo, que con el paso del tiempo se ha convertido en un elemento indispensable en las publicaciones periódicas.
La localización del único ejemplar de esta revista que se conserva ha permitido su puesta en valor y su restauración por parte del Archivo de la Diputación de Burgos.
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de ficción televisiva: El caso de Jenji Kohan
Showrunner-aren aztarna telebistako
fikzio-saioetan: Jenji Kohan-en kasua
The showrunner´s creative imprint on fiction
television series: The Jenji Kohan´s case
María José Higueras
Francisco Javier Gómez Pérez
Recibido el 4 de mayo de 2017, aceptado el 21 de septiembre de 2017.
Resumen
El presente artículo tiene como objetivo analizar la figura de Jenji Kohan como showrunner de la industria televisiva norteamericana, para valorar la existencia de un estilo personal sobre los proyectos que produce. Con dicho propósito, se revisa la biofilmografía de la autora y se evalúa Weeds (2005-2012) y Orange Is The New Black (2013- ) a través de una metodología de análisis que incluye el contexto de producción y los elementos de la narrativa, estética y temática audiovisual. Finalmente, los resultados obtenidos permiten evidenciar una serie de estilemas comunes presentes en ambas series de televisión, conformando el sello creativo de su showrunner.
Palabras clave: Series de televisión; producción; audiovisual; creatividad; showrunner; Jenji Kohan.
Laburpena
Artikulu honen xedea da Jenji Kohanek Ipar Amerikako telebista-industrian showrunner gisa duen garrantzia aztertzea, ekoizten dituen proiektuetatik haratago estilo pertsonalik ba ote dagoen ikusteko. Xede hori aintzat hartuta, autorearen biofilmografia arakatu dugu, eta Weeds (2005-2012) eta Orange Is The New Black (2013- ) aztertu, ekoizpenaren testuingurua eta narratibaren, estetikaren eta ikus-entzunezko tematikaren elementuak aintzat hartzen dituen metodologia baten bidez. Lortutako emaitzek agerian uzten dute hainbat ezaugarri berdin ageri direla bi telebista-saioetan. Ezaugarri horiek, hain zuzen ere, showrunner-aren ukitua osatzen dute.
Gako-hitzak: Telesailak; ekoizpena; ikus-entzunezkoa; sormena; showrunner; Jenji Kohan.
Abstract
The main purpose of this article is taking a look into the personal producer´s style of Jenji Kohan as showrunner of the North American television industry. To support this aim, the paper examines the Jenji Kohan´s career, and her last audiovisual works –Weeds (2005-2012) and Orange Is The New Black (2013- )– thanks to the analysis of context production, and narrative, aesthetic and thematic aspects. Finally, we discuss the findings obtained in order to elucidate the common labels which constitute the showrunner´s creative hallmark and reveal her creative responsibilities.
Keywords: TV series; production; audiovisual; creativity; showrunner; Jenji Kohan.
0. Introducción
El productor audiovisual constituye un perfil profesional que, a pesar de la limitada atención recibida en comparación con otros profesionales del medio, desarrolla una serie de funciones y responsabilidades que conllevan una intervención esencial en el proceso de creación de la obra, tanto en el contexto económico como en el creativo (Fernández-Díez & Martínez-Abadía, 1994, 2010; Zettl, 1996; Barroso, 2002; Jacoste, 2004; Millerson, 2009). Por lo tanto, el productor ejecutivo “es central en cada aspecto del proyecto, desde la chispa de una idea hasta la pieza de trabajo tangible” (Kellison, 2009: 1).
El reconocimiento del productor como ente creativo es especialmente notable en la industria televisiva a partir de los años ochenta del siglo XX, cuando ésta es conocida como The Producer´s Medium (Newcomb & Alley, 1983: 8):
El productor es la persona a cargo de la producción televisiva, quien establece el espíritu de trabajo y dicta los estándares que se deben cumplir. Idealmente, como jefe del equipo creativo, el productor es a la vez empresario y artista, se preocupa por la administración y los detalles presupuestarios mientras nutre el talento y proporciona la visión del proyecto.
Dichas consideraciones adquieren una atención significativa en el siglo XXI, dentro del marco de la reputación que ha logrado esta figura en las series de ficción contemporáneas durante la Tercera Edad Dorada de la Televisión, caracterizada por la evolución del drama televisivo gracias a los canales de cable (Buonanno, 2008; Kallas, 2014). Es entonces cuando, a pesar de haber surgido en los años noventa (Newman & Levine, 2012), se generaliza el término de showrunner para designar al “responsable de la dirección creativa del programa” (Cascajosa, 2016a: 23), que desarrolla el máximo nivel de liderazgo al intervenir en la supervisión de todas las fases del proceso. Por lo tanto, el showrunner está capacitado, entre otras cuestiones, para controlar la financiación, negociar con los ejecutivos de la cadena, contratar al equipo técnico y artístico, y revisar los guiones (Gitlin, 2000; Wirth & Melvoin, 2004; Douglas, 2011; Gervich, 2008; Bennett, 2014; Landau, 2014; De Rosendo & Gatell, 2015; Cascajosa, 2016a).
Dichas funciones suponen una marca creativa sobre el producto, advertida por la audiencia al reconocer un estilo cinematográfico concreto (Bordwell & Thompson, 2012) que, entre otras vertientes, afecta a la narrativa, a la estética y a la temática. Se trata de establecer lo que Kubey (2009: 122) denomina esquema del proyecto: “estilo, tono, temática y personajes”; y Cascajosa (2007), universo de ficción, el cual es el sello del autor. A través de dichos elementos podemos reconocer lo que se conoce como su voz (Kirkpatrick, 2015; De Rosendo & Gatell, 2015; Bennett, 2014), esto es, la impronta personal del showrunner, que “definen su trabajo como el de un autor, y no como un simple productor ejecutivo” (Raya, 2012: 408).
En este contexto resulta pertinente considerar la noción de autoría en el medio audiovisual, cuyo origen se halla en la politique des auteurs, desarrollada por los críticos franceses a través de la revista Cahiers du Cinéma y posteriormente aplicada a la industria americana a través de the auteur theory. Dichas corrientes asignan al director de la película la capacidad de aplicar una firma personal a través de ciertas características recurrentes (Sarris, 2004). Sin embargo, “el concepto de autoría en televisión se halla intrínsecamente unido al showrunner” (Steiner, 2015: 183), que, por otra parte, debe alcanzar el equilibrio entre la voz individual y el proceso colaborativo que supone la creación de una serie de ficción televisiva (Martin, 2013).
1. Objetivos y metodología
El presente artículo pretende conocer los estilemas hallados en las series de ficción televisiva de un mismo showrunner y, de este modo, verificar la hipótesis que considera a dicho profesional autor de los proyectos que produce y, de este modo, poseedor de un estilo creativo que aplica a los mismos. Además, a través de este objetivo se busca dilucidar y poner en valor las implicaciones y competencias artísticas que este productor lleva a cabo dentro de la industria televisiva.
Con el fin de optimizar el desarrollo del estudio, se ha realizado una revisión bibliográfica que permite enmarcar el concepto que tratamos. Por una parte, consideramos la investigación a través de las series de televisión americanas que Cascajosa (2005, 2006, 2007, 2016a, 2016b) ofrece en su bibliografía. Además, debemos destacar los textos dedicados a los procesos de producción televisiva hallados en los trabajos de García de Castro (2002), Clements (2004), Diego (2005, 2010), Gervich (2008), Kellison (2009), y Douglas (2011, 2015).También hemos prestado atención a las densas entrevistas a creadores de series de ficción recogidas por Longworth (2000, 2002), Priggé (2005), Kubey (2009) y Kallas (2014); y a la aplicación de la teoría del autor al medio televisivo expuesta por Newcomb y Alley (1983) e incisivamente estudiada por Perren y Schatz (2015).
Por otra parte, se toman como referencia distintos análisis de series de ficción televisiva de índole y objetivos variados. Al respecto, destacamos el trabajo sobre productos norteamericanos llevado a cabo por Tous-Rovirosa (2009, 2010), el análisis del lenguaje de las series de ficción realizado por García-Fanlo (2016), el estudio del creador de ficción televisiva, Joss Whedon, a través de sus series más representativas (Raya, 2012) o la presentación de diferentes series en función de sus características más notables (Thompson & Mittell, 2013).
Tomando este marco teórico como referencia, se lleva a cabo la aproximación al caso concreto de Jenji Kohan, profesional de la ficción televisiva norteamericana, y a sus últimas producciones: Weeds (Showtime: 2005-2012) y Orange Is The New Black (Netflix: 2013- ) –en adelante OITNB–. El desarrollo del estudio implica estructurar el artículo en dos partes. En primer lugar, se expone una breve revisión biofilmográfica de la autora con el objetivo de comprender y contextualizar las obras analizadas. En este punto, se atiende al contexto y modos de producción imperantes en el periodo actual, conocido como Tercera Edad Dorada de la Televisión (Pérez-Gómez, 2011), donde la figura del showrunner adquiere un notable reconocimiento y relevancia dentro y fuera del medio televisivo (Newman & Levine, 2012).
A continuación, la investigación profundiza en los productos audiovisuales anteriormente señalados, que son visualizados desde una perspectiva crítico-analítica y, posteriormente, examinados y comparados con el fin de dilucidar los rasgos compartidos por ambas series. Para ello, la metodología de análisis aplicada toma como referencia la guía propuesta por Sánchez-Noriega en Historia del cine (2006: 61-66), adaptándola a los objetivos señalados en el presente estudio. El método incluye las siguientes cuestiones: 1) contexto de producción y ficha técnico-artística, para cuya configuración se tendrán en cuenta las anotaciones de Jenji Kohan en medios de comunicación de repercusión internacional, así como la información facilitada en la base de datos especializada en productos audiovisuales –Internet Movie Database–IMDb–; 2) sinopsis, abordada desde el visionado del producto; 3) elementos formales del texto fílmico, esto es, códigos visuales, sonoros y sintácticos que son analizados en función de la narrativa y el lenguaje audiovisual (Edgard-Hunt, Marland & Rawle, 2010); 4) elementos formales del relato, que incluyen el punto de vista, tiempo, estructura narrativa, personajes y espacios, para cuyo desarrollo se atiende a los textos de Fernández-Díez y Martínez-Abadía (2003), Gordillo-Álvarez (2009) y Carrasco (2010), entre otros; 5) temática, considerando la influencia de la libertad creativa permitida en los canales de cable (Perren, 2011; Douglas, 2015); y 6) recepción, en función de la información aportada por la base de datos señalada.
De forma genérica, las series de ficción televisiva son evaluadas atendiendo a dichos parámetros para extraer sus características más notables, prestando especial atención a las implicaciones de Kohan durante el proceso de producción y creación, así como a los elementos narrativos, estéticos y temáticos comunes que conformarían la impronta personal de la creadora.
2. Revisión biofilmográfica de Jenji Kohan
Con el objetivo de comprender las funciones, responsabilidades y competencias desarrolladas por Jenji Kohan en el contexto de creación de los productos analizados, debemos considerar el origen del perfil del showrunner en la industria de las series de ficción televisiva contemporáneas. En este sentido, el modelo de writer-producer, antecedente del showrunner, está presente en el proceso de producción de las primeras series televisivas, como en la comedia I Love Lucy (Jess Oppenheimer, CBS: 1951-1957) (Banks, 2013) y, posteriormente, en las producciones de MTM Enterprises, destacadas por la libertad creativa y el reconocimiento asignado al guionista (Feuer, 1984; Gitlin, 2000; Pearson, 2005), lo que permitió a Steven Bochco aplicar un estilo personal a la paradigmática serie Hill Street Blues (NBC: 1981-1987) (Longworth, 2000).
Sin embargo, en el siglo XXI se inicia una época marcada por una serie de factores históricos, culturales y tecnológicos que motivan el uso generalizado del término showrunner –título no oficial que responde al crédito de “productor ejecutivo” (Gervich, 2008)– y, con ello, su reconocimiento y popularidad. En esta línea, consideramos el liderazgo de los canales de cable (HBO, Showtime, CNN y AMC) y sus posibilidades creativas –historias complejas, personajes amorales y temas controvertidos (Tous-Rovirosa, 2009; Martin, 2013; Douglas, 2015)– como punto de partida de la nueva era, popularmente establecido con la serie creada y producida por David Chase, The Sopranos (HBO: 1999-2007) (Sepinwall, 2012).
Además, las series de ficción contemporáneas, entre las que podemos destacar Game of Thrones (David Benioff & D. B. Weiss, HBO: 2011- ), Girls (Lena Dunham, HBO: 2012-2017), The Walking Dead (Frank Darabont, AMC: 2010- ) o Sons of Anarchy (Kurt Sutter, FX: 2008- 2014) (Sepinwall, 2012), son en su mayoría creadas y producidas por un profesional del audiovisual dedicado plenamente al medio televisivo (Martin, 2013) cuyas competencias y responsabilidades se aplican en todas las fases y departamentos del proceso de producción. En esta línea, Newman y Levine (2012) indican que “en la era de la convergencia, el showrunner realiza tanto tareas de escritura como otras, integrando claramente diferentes competencias y preocupaciones”. (39).
Finalmente, indicamos una serie de factores asociadas al desarrollo de las nuevas tecnologías que también han contribuido a la circunstancia estudiada. Se trata de las oportunidades que ofrece Internet a las plataformas de video bajo demanda, destacando el caso de Netflix (Douglas, 2015); y como lugar de encuentro y discusión entre los showrunners y la audiencia, gracias a las redes sociales (Perren & Schatz, 2015; Bennett, 2014; Cascajosa, 2016b).
En relación al presente trabajo, la elección de la figura de Kohan y su producción televisiva como objeto de estudio y análisis se halla justificada por diversas razones. Por una parte, estamos ante uno de los referentes femeninos más destacados y representativos del panorama de la producción audiovisual de series de ficción, cuya biografía demuestra un amplio bagaje en el contexto que estudiamos. Además, resulta especialmente interesante que desarrolle su labor dentro de la industria norteamericana, donde el concepto de showrunner se halla plenamente establecido. Por otra parte, el perfil de Kohan aúna a la perfección las cualidades que definen a este tipo de productor como la persona que desempeña labores de gestión administrativa, toma decisiones creativas, posee la idea y se implica activamente en la escritura del guion (Raya, 2012).
Jenji Leslie Kohan –California (Estados Unidos), 1969– inició su carrera como guionista en Will & Grace (David Kohan & Max Mutchnick, NBC: 1998-2006), puesto que también desempeñó en El príncipe de Bel-Air (The Fresh Prince of Bel-Air, Andy Borowitz & Susan Borowitz, NBC: 1990-1996), Sexo en Nueva York (Sex and The City, Darren Star, HBO: 1998-2004) o Las chicas Gilmore (Gilmore Girls, Amy Sherman-Palladino, WB: 2000-2007).
En la mayoría de estas obras desempeña ciertas labores de producción, aunque el doble perfil no queda configurado hasta su trabajo en The Stones (David Kohan, Max Mutchnick & Jenji Kohan, CBS: 2004). No obstante, la temprana cancelación del proyecto lleva a considerar Weeds como su ópera prima, es decir, la primera serie de televisión donde ejerce plenamente como creadora, escritora y productora; funciones que igualmente desarrolló en OITNB.
3. Análisis de las producciones de Jenji Kohan
A continuación, se expondrán los resultados generales derivados del análisis de las series de ficción Weeds y OITNB según el modelo y parámetros anteriormente indicados. Las semejanzas encontradas nos permitirán valorar el alcance de la labor del showrunner en el terreno creativo de la producción, así como su marca personal sobre dichas obras audiovisuales.
3.1. Weeds
Con la finalidad de estudiar el contexto de producción de Weeds, debemos considerar la motivación de Kohan hacia un proyecto innovador alejado de lo convencional. Por ello la trama gira en torno a una antiheroína y una droga que, a pesar de estar prohibida en Los Ángeles, es consumida de forma común. “Creo que lo que hizo que la serie fuese tan efectiva cuando aterrizó es que estábamos viviendo un periodo muy conservador en el país”, afirma su creadora en una entrevista para Anatomy of a Script (2014).
La showrunner, alejándose de la concepción de la vida idealizada predominante en la programación de las networks, busca abandonar los extremos. Por esta razón, según cuenta en el programa de radio “Fresh Air” (2008), en el 2005 acude con su proyecto y cinco palabras –“Suburbano, viuda, marihuana, negocio, mama”– a Showtime, caracterizada por aceptar temas controvertidos y no limitar la creatividad del autor (Cascajosa, 2005; Valderrama, Boo & Costas, 2013). Así, la cadena financió dicha serie durante sus ocho temporadas.
En cuanto al argumento, Weeds propone una historia que, en el momento de su estreno, resultaba notablemente novedosa: una madre de familia se queda repentinamente viuda y decide vender marihuana para mantener a sus hijos. Se presenta así una vuelta de tuerca sobre los convencionalismos, una ácida crítica a la sociedad que impone un estilo de vida perfecto, a la vez que oculta tras las apariencias a personas envidiosas y superficiales. Nancy Botwin –Mary-Louise Parker–, la protagonista, rompe con todas las normas y, sin parecer importarle las consecuencias, adquiere un estilo de vida alejado de lo políticamente correcto, justificando sus actos por razones familiares. Dicha trama resulta notablemente similar a la posteriormente presentada por Vince Gilligan en Breaking Bad (AMC: 2008-2013), lo que le supuso ciertos inconvenientes en el proceso de venta del producto (Martin, 2013).
Acudiendo a los elementos formales del texto debemos indagar en los códigos visuales, sonoros y sintácticos que se dan en el conjunto de la serie. Se trata de rasgos que han de ser supervisados por el showrunner para asegurar la continuidad de un producto cuya serialidad permite y propicia que no todos los episodios sean dirigidos por la misma persona (Kallas, 2014). En Weeds prevalecen planos sencillos –plano general, plano entero, y plano medio–, entre los que son destacados otros más complejos, como los planos cenitales en momentos conflictivos y, especialmente, en el final de varios capítulos. Respecto a la iluminación y colorimetría, observamos escenas muy claras complementadas con tonalidades amarillentas y anaranjadas. Es frecuente, en este sentido, hallar planos predominantemente grises, donde algún elemento de color verde destaca sobre el resto.
En cuanto a los códigos sonoros, la música contiene interesantes connotaciones significativas cuya inclusión responde a razones de índole narrativo. Los diálogos, por su parte, son utilizados como herramienta de crítica a través del uso de metáforas e ironías. En este sentido, es esencial visionar la serie en versión original para poder apreciar los acentos de personajes norteamericanos y mexicanos.
Finalmente, el producto presenta un ritmo ágil y rápido gracias a una serie de técnicas como el montaje al corte y la ausencia de fundidos, así como la presencia de ciertas secuencias de montaje, que aglutinan planos de manera no convencional –planos repetidos, planos a cámara rápida, planos hacia delante y hacia atrás, o planos cuyo audio no corresponde con la imagen–.
Analizando los elementos formales del relato, hallamos que la serie se estructura en ocho temporadas compuestas por entre diez y trece capítulos –esquema frecuente en las series emitidas por canales de cable (Valderrama et al., 2013) – de aproximadamente media hora de duración.
Weeds responde a un modelo serial con subtramas episódicas lo que, en palabras de Gordillo-Álvarez (2009: 97), consiste en:
Un producto televisivo basado en la serialidad, con tramas que se enredan y se alargan durante numerosos capítulos del programa (...) Sin embargo, cada episodio acostumbra a configurarse a partir de una cuestión esencial que se resuelve dentro del capítulo.
Por otra parte, estamos ante una dramedy o dramedia, formato que aúna matices del drama y la comedia para provocar el humor a través de situaciones trágicas que llegan a ser absurdas. Este tipo de serie presenta espacios exteriores e interiores, repartos corales y una estructura terciaria que incluye varias tramas (Carrasco, 2010: 184-193). Además, se caracteriza por una visualidad cinematográfica gracias a las tipologías de planos y movimientos de cámara que suponen una notable calidad estética (Gómez-Martínez, 2015). Sin embargo, es esencial advertir que, a diferencia de la mayoría de este tipo de productos, el que aquí estudiamos presenta una duración propia de la sitcom –comedia de situación–, esto es, 25 minutos aproximadamente (Gordillo-Álvarez, 2009; Carrasco, 2010).
En cuanto al punto de vista, la ficción cuenta con una focalización externa, la técnica más empleada en el audiovisual, que consiste en ir variando la perspectiva de la cámara de manera que el espectador pueda observar lo que acontece en la escena desde una visión cambiante y externa a la acción en sí.
El tiempo cinematográfico, por su parte, es lineal y sin flashbacks ni flashforwards reiterantes: podemos apreciar un salto al pasado para mostrar la muerte del padre de la familia, y únicamente hay dos grandes elipsis que tienen lugar durante el periodo en el que la protagonista ingresa en prisión y justo antes de finalizar la última temporada. Además, atendiendo a las edades de los hijos de Nancy, deducimos que la trama se desarrolla aproximadamente durante catorce años.
En cuanto a la localización, es cambiante: desde la ciudad ficticia de Agrestic, a diversas zonas de Estados Unidos, México y Europa. Además, la mayoría de las tramas se desarrollan en interiores, aunque también asistimos a relevantes acontecimientos que tienen lugar en las calles y carreteras, especialmente durante el periodo que transcurre en una caravana.
Por otra parte, los personajes responden a un modelo alejado de los estereotipos y se asemejan a figuras reales, atendiendo al objetivo de Kohan de romper con lo convencional y buscar la identificación por parte de la audiencia (Anatomy of a Script, 2014). Se trata de individuos diferentes, conflictivos y problemáticos, que se relacionarán con otras personas y espacios más amables, dando lugar a situaciones en las que se puede entrever una clara contraposición entre lo legal y lo prohibido.
Nancy Botwin podría definirse como una madre coraje, sin encajar plenamente en dicho canon. Se presenta como una persona fuerte que, lejos de lamentarse por la muerte de su marido, se introduce en el negocio de la marihuana para hacer frente a su precaria situación económica. En este proyecto la protagonista demuestra ser hábil, fría y resuelta, pues, sin olvidar los irrisorios obstáculos que atraviesa, experimenta auténticos momentos de suerte y éxito.
Hallamos a una mujer ambiciosa y competitiva que está totalmente enganchada al tráfico de drogas, sin importarle los riesgos y peligros que ello supone, de los que parece no ser totalmente consciente. Nancy es una auténtica antiheroína que, aún sin actuar de manera socialmente correcta, hace que nos sintamos cómodos o, incluso, identificados con ella. De este modo, el tratamiento que recibe el género femenino en Showtime –United States of Tara (Diablo Cody, 2009-2011), The L Word (Michele Abbott, Ilene Chaiken & Kathy Greenberg, 2004-2009)– contribuye a que sea considerado:
Como un ejemplo de fórmula en la que las mujeres fuertes, imperfectas, próximas al vicio y a la perversión, han destacado sobre un hombre que no reacciona en una sociedad donde lo femenino en el audiovisual se abre puertas antes inexploradas (Valderrama et al., 2013: 44).
Nancy es acompañada por sus hijos Shane –Alexander Gould– y Silas –Hunter Parrish–, cuyas vidas se verán afectadas por el narcotráfico. Además, la familia es completada por su cuñado, Andy Botwin –Justin Kirk–, que trabaja para ella junto con otros vecinos: Doug Wilson –Kevin Nealon– y Dean Hodes –Andy Milder–.
El reparto es completado con un extenso abanico de personajes secundarios de diferente raza, nacionalidad o clase social, que irán entrando y saliendo de las tramas y, con ello, de la vida personal y profesional de Nancy.
En cuanto a la temática de la serie, se abordan tanto los temas de contenido como los mensajes generales que se pueden extraer del visionado de la obra (Sánchez-Noriega, 2006). En primer lugar, Weeds propone una reflexión acerca de los valores sociales y morales, transformándolos de manera que, aun rayando la ilegalidad, podrían llegar a ser justificados por el bienestar familiar. No obstante, este fin acaba abandonándose al entrar en juego la avaricia, la ambición y la violencia. Se trata de factores negativos que suelen presentarse de manera triunfadora. La narración concluye, sin embargo, con un regreso al inicio, a la necesidad de mantener a la familia unida para alcanzar la estabilidad y la felicidad.
Por otra parte, en el desarrollo de la serie podemos destacar un conjunto de elementos que van guiando el trascurso de la misma. Estamos ante contenidos tabú que conforman la innovadora temática que comienza a predominar en las ficciones de comienzo del siglo XXI: el elevado componente sexual –homosexual y transexual–, la contraposición entre la ley y la droga, o el patente choque cultural que supone la existencia de personajes de diferente nacionalidad, raza y religión (Perren, 2011; Nahum, 2014; Cascajosa, 2016b). Dichos elementos son patentes en otros productos de la época como Californication (Tom Kapinos, Showtime: 2007-2014), American Horror Story (Ryan Murphy, FX: 2011- ) o Sense 8 (J. Michael Straczynski, Lana Wachowski & Lilly Wachowski, Netflix: 2015-2017).
Finalmente, debemos señalar que Weeds ha obtenido la aceptación de la crítica, como demuestran numerosos premios y nominaciones. Destacamos el Globo de Oro a la Mejor Interpretación Femenina de Comedia para Mary-Louise Parker (2006), así como la nominación a Mejor Serie de Televisión (2006, 2007 y 2009); y el Premio Emmy a la Mejor Fotografía para Serie de Media Hora (2010) y a la Mejor Mezcla de Sonido (2009) (IMDb: Weeds, 2017).
3.2. Orange Is the New Black
La siguiente serie de televisión está basada en el libro autobiográfico de Piper Kerman, donde relata su temporada en prisión. Según un artículo en la versión digital del periódico Excelsior fueron dos características de la novela lo que animaron a Kohan a adaptar el texto a la televisión: trata sobre personas muy atrayentes y dispares, y las reúne en un espacio cerrado (Ávila Morales, 2013).
Sin embargo, para vender todos estos personajes poco amables se precisaba de un “caballo de Troya”, atendiendo a las palabras de Kohan en el programa radiofónico “Fresh Air” (2013). Por lo tanto, una joven blanca americana será el punto de partida para atraer a la audiencia y poder mostrarle historias más complejas.
Por otra parte, Netflix se presenta como la opción más adecuada para producir el proyecto porque permite a Kohan una gran libertad creativa. En este sentido, la autora añade en la citada entrevista de radio que “lo mejor de Netflix fue que llevó los 13 episodios a la vez, sin un piloto. Fue un milagro. El sueño de todo showrunner, sólo centrarse en la serie y poner fe en tu trabajo”. Además, la plataforma de video bajo demanda permite consumir sus productos cuándo y dónde el espectador quiera, así como darle acceso a las temporadas completas (Douglas, 2015).
En cuanto al argumento de esta ficción, Piper Chapman –Taylor Shilling– es una chica guapa e inteligente que procede de una familia acomodada y está comprometida con su novio, Larry Bloom –Jason Biggs–. Sin embargo, esta idílica situación se ve alterada cuando le notifican que se ha reabierto un caso de tráfico de drogas ocurrido hace diez años en el cual Piper se involucró animada por su entonces novia, Alex Vause –Laura Prepon–. Así, decide entrar voluntariamente a la cárcel de mínima seguridad para mujeres de Litchfield con la intención de evitar ser juzgada.
La trama principal avanza gracias a otras secundarias que, por una parte, nos muestran los conflictos del resto de personajes dentro de la cárcel y, por otra, dan a conocer su vida anterior. Estos flashbacks suponen un interesante resultado narrativo al intercalar las escenas independientemente del factor temporal, así como por el contraste estético a nivel de espacio, luz y color. Dichos saltos temporales encuentran su máxima expresión en la ficción televisiva contemporánea Lost (J.J. Abrams, ABC, 2004-2010) (Tous-Rovirosa, 2009; Sepinwall, 2015) que “en producción, transgredió las formas tradicionales de narrar la ficción televisiva recurriendo a una compleja desfragmentación tanto espacial como temporal del relato” (García-Fanlo, 2016: 82).
Respecto a los códigos visuales, predomina una realización básica –planos generales y panorámicos, junto con otros más cerrados– y una iluminación plana y uniforme. La colorimetría, por su parte, es presidida por el caqui de los uniformes de las presas, favoreciendo un ambiente gris y homogéneo en el que suele destacar algún elemento de color rojo o naranja.
Por otra parte, los diálogos se convierten en una herramienta esencial para, de manera subliminal, atacar al sistema carcelario. Encontramos interesantes juegos de palabras que únicamente podemos apreciar en la versión original, la cual también es recomendable si queremos advertir las expresiones en español de los personajes latinos. Además, las canciones están cargadas de significado, tanto por la forma de presentarlas como por su propio contenido.
En cuanto al ritmo, debemos apreciar que el montaje no incluye ningún fundido a negro, lo que propicia que la serie sea ágil de consumir, permitiendo visionar un capítulo tras otro –gracias a las opciones que proporciona la plataforma Netflix– sin experimentar una ruptura patente entre ellos.
La producción cuenta, hasta el momento, con cuatro temporadas de trece episodios cada una, cuya duración es aproximadamente de 50 minutos. La vida de Piper se plantea como trama principal, aunque las subtramas creadas por Kohan van tomando relevancia: las que hacen referencia al pasado de las presas suelen autoconcluir en el mismo episodio, y las que protagonizan en tiempo presente abarcan varios capítulos. Conforme avanza la serie, la historia de Piper se equipara, e incluso queda en un segundo plano, respecto a las protagonizadas por otros personajes.
Estos parámetros hacen que nuevamente hablemos de un modelo serial con subtramas episódicas (Gordillo-Álvarez, 2009) que responde al formato de dramedy o dramedia (Carrasco, 2010), donde destacamos un tono realista que permite presentar a personajes complejos que evolucionan con el transcurso de las tramas (Gómez-Martínez, 2015).Estamos, por lo tanto, ante repartos corales, localizaciones variadas, estilo cinematográfico y situaciones tragicómicas que constituyen una narración, cuya duración se ajusta a los requisitos indicados por dichos autores, esto es, entre 45 y 50 minutos.
La focalización, por su parte, es externa, lo que permite presenciar las acciones desde diferentes puntos de vista, cambiando la perspectiva en función de los personajes que protagonicen las tramas.
Respecto al tiempo, son especialmente importantes los flashbacks que nos muestran la vida de las presas antes de ser encarceladas. A través de estas escenas podemos ver cómo eran dichas mujeres en el mundo exterior, quedando patente que desarrollan una personalidad diferente para sobrevivir dentro de la cárcel, ideas que Kohan señaló en una entrevista para la web de cine y televisión IndieWire (Willmore, 2013).
Además, entendemos que la serie se desarrolla durante los quince meses a los que Piper Kerman fue inicialmente condenada a prisión. Sin embargo, Kohan estira dicho periodo gracias a la ficción que complementa la historia, por lo que a partir de la tercera temporada podemos advertir que este tiempo es sobrepasado.
Las localizaciones predominantes se hallan dentro del recinto carcelario de Litchfield (Estados Unidos), aunque también podemos destacar los exteriores hallados en los flashbacks y en el mundo paralelo de la protagonista en tiempo presente.
Respecto a los personajes, el reparto es presidido por Piper Chapman –Taylor Shilling–, la chica de clase media-alta que representa el lado amable de la sociedad y desarrolla un perfil en el que cualquier espectador podría sentirse identificado. Sin embargo, a través de sus errores se pone de manifiesto que la imperfección humana no depende de los estamentos sociales. Por otro lado, aunque no deja de mostrar cierta debilidad, advertimos una evolución en la actitud de la protagonista, desde la armonía con la que entra en la cárcel, hasta la última temporada, cuando lidera alguna de las tramas más violentas de la narración.
Como ya hemos señalado, estamos ante un nuevo papel desarrollado por el género femenino en las series de ficción norteamericana contemporáneas, que podemos encontrar independientemente del canal de emisión: tanto en dramas –Revenge (Mike Kelley, ABC: 2011-2015), Big Little Lies (David E. Kelley, HBO: 2017) o The Handmaid’s Tale (Bruce Miller, Hulu: 2017- )–, como en comedias –2 Broke Girls (Whitney Cummings & Michael Patrick King, CBS: 2011- ) o Mom (Gemma Baker, Eddie Gorodetsky & Chuck Lorre, CBS:2013- )– .
El resto del casting es completado por un grupo de mujeres muy diversas en su edad, inquietudes, raza, nacionalidad y religión, que hacen posible un esquema narrativo caracterizado por el desarrollo de tramas violentas y conflictivas, a la vez que irrisorias e ilógicas.
Galina Reznikov o Red –Kate Mulgrew– es una cocinera de origen ruso que, desde un puesto de autoridad, recibe el respeto y temor del resto de las presas. Sin embargo, también es considerada una madre por Nicky Nichols –Natasha Lyonne–, caracterizada por sus problemas de drogodependencia; y Lorna Morello –Yael Stone–, que oculta sus problemas psicológicos con simpatía y amabilidad.
En cuanto a los personajes afroamericanos, Tasha Jefferson o Taystee –Danielle Brooks– y Poussey Washington –Samira Wiley– representan la amistad indestructible que se suele crear en este tipo de espacios. Sin embargo, la figura negra más interesante es la de Suzanne Warren o Crazy Eyes –Uzo Abuda–, cuya inestabilidad emocional protagonizará algunas de las tramas más importantes del discurso.
Por otra parte, respecto al grupo formado por las chicas latinas, resulta interesante hacer referencia a la relación entre Dayanara Díaz –Dascha Polanco– y su madre Aleida Díaz –Elizabeth Rodríguez–, en la que, a pesar de sus diferencias, encuentra un gran apoyo al quedar embarazada.
El elenco es completado, entre otras, por Pennsatucky –Taryn Manning–, cuya obsesión religiosa choca con su carácter conflictivo; Sophia Burset –Laverne Cox–, que deberá enfrentarse a los problemas derivados de su transexualidad; y la revolucionaria monja Jane Ingalls –Beth Fowler–.
Por otra parte, respecto a los trabajadores de la cárcel, hallamos perfiles incompetentes que destacan por los abusos de George Méndez o Pornstache –Pablo Schreiber–; la falta de imposición de Joe Caputo –Nick Sandow–; y la empatía de Sam Healy –Michael Harney–.
En cuanto a los aspectos temáticos, OITNB nos presenta un claro contraste entre la libertad y la opresión –el exterior y el interior de la cárcel–. En esta contraposición de dos mundos podemos comparar la elegancia, el dinero y las comodidades del primero; con la injusticia, la corrupción y el conflicto del segundo. Sin embargo, poco a poco la vida fuera de la prisión deja de ser relevante para dar paso a la que ocurre dentro de ésta, que se convierte en la verdadera realidad de los personajes.
En este contexto, los sentimientos y las emociones se hacen patentes a diferentes niveles. Por una parte, la amistad, el amor y el sexo –especialmente entre mujeres–, están muy presentes durante toda la narración. Sin embargo, factores negativos como la frustración, la violencia o la locura, protagonizan la mayoría de las tramas que se desarrollan durante el transcurso de la serie.
Finalmente, advertimos una positiva recepción que, entre otros factores, se hace patente a través del Globo de Oro a Mejor Serie de Televisión (2015) y el Premio Emmy a Mejor Interpretación Femenina de Reparto en Serie de Comedia a Uzo Aduba (2014), a Mejor Casting en Serie de Comedia (2014) y a Mejor Edición Monocámara (2014) (IMDb, Orange is the New Black: 2017).
4. Conclusiones
Tras este análisis de los trabajos creados por Kohan podemos extraer un conjunto de elementos que configuran sus producciones, otorgándoles una entidad narrativa, estética y temática. Atendiendo a estos factores podemos llegar a una serie de conclusiones que permiten discutir y responder a los objetivos propuestos.
En primer lugar, se advierte que, a pesar de que Weeds es una historia original y OITNB está inspirada en un libro autobiográfico, estamos ante dos proyectos novedosos y controvertidos, que fueron producidos y emitidos en canales que apuestan por la innovación formal y temática, abogando por la creatividad y las nuevas formas de consumo audiovisual.
Por otra parte, resulta destacable que en ambos casos a Kohan se le asigna el título de guionista y de productor ejecutivo en las fichas técnicas correspondientes. Además, su nombre también aparece tras “created by” al final de los títulos de inicio. De esta forma, considerando las referencias al término de showrunner, podemos apreciar que Kohan desarrolla este perfil al desempeñar dichos puestos de la industria audiovisual.
En cuanto a la sinopsis argumental, estamos ante historias que, aunque a priori parecen muy diferentes, presentan una evolución de las circunstancias muy similar. Mayores semejanzas encontramos si atendemos a los elementos formales del texto que conforman la experiencia estética y visual. Salvo pequeñas excepciones, hallamos una realización sencilla con ciertos planos novedosos, y un ambiente sobrio y gris a pesar de contar con una alta iluminación. Además, en los dos productos los diálogos y la música constituyen factores esenciales, llegando a condicionar el significado de la escena; y el ritmo es especialmente ágil, con transiciones al corte y ausencia de fundidos.
Respecto a los elementos formales del relato, de forma genérica nos encontramos ante un modelo serial con subtramas episódicas que se presenta como dramedy. Aunque el número de episodios, temporadas y duración de los capítulos no es idéntico –OITNB continúa actualmente–, ambas obras incluyen una trama principal que se desarrolla a lo largo de la temporada, la cual no es totalmente resuelta al final de la misma, sino que sirve como gancho para la siguiente –recurso de narrativa audiovisual conocido como cliffhanger–; así como subtramas episódicas autoconclusivas. También en los dos casos hallamos una focalización externa, espacios interiores y exteriores, y una localización estadounidense.
En cuanto a los personajes, advertimos que configuran individuos difíciles y psicológicamente complejos, antihéroes que se alejan de los clichés y luchan por mejorar su situación actual dando lugar a un arco de personalidad cambiante. Además, en ambas series se incluyen personas de diferente raza, nacionalidad, religión, cultura y clase social; y se da un tratamiento muy específico a la mujer, ya sea por su protagonismo y poder en las tramas o por la supremacía numérica del género. En este sentido, Nancy Botwin y Piper Chapman responden a un mismo patrón, destacando su fuerte personalidad, ambigüedad sexual y necesidades emocionales.
En último lugar, a pesar de las acentuadas semejanzas narrativas y estéticas, las mayores similitudes se pueden advertir en la temática que desarrollan estas ficciones. Se trata de contenidos que se clasifican dentro de lo tabú: sexo, violencia, drogas, homosexualidad, ilegalidad… En este sentido, a pesar de que, como hemos anotado, dichos parámetros se podrían replicar en numerosas series de televisión contemporáneas, resulta de gran interés la simetría hallada en dos productos creados por el mismo profesional. En este caso, las ideas controvertidas se transmiten a través de mujeres aparentemente amables con las que el espectador se puede identificar fácilmente. La creadora consigue que el público empatice con personajes defectuosos para, a continuación, proponer una reflexión acerca de sus actitudes y las consecuencias de las mismas y, de este modo, alcanzar un nuevo significado que propicia un debate sobre la justificación de las acciones negativas.
Se pone de manifiesto, por lo tanto, la relevancia e implicación de la figura del showrunner en el resultado final del proyecto. Kohan responde a este perfil profesional y desarrolla un estilo personal en sus series, el cual se hace patente no solo a través de los contenidos, pues también afecta y armoniza otros elementos de la narrativa y estética audiovisual, proporcionando la continuidad necesaria en un producto de esta tipología. En ambas ficciones hemos observado un conjunto de características comunes que constituyen la impronta creativa de su productora y determinan la huella que permite reconocer sus obras. De este modo, se pone en valor las funciones desempeñadas por el showrunner y su influencia sobre las cuestiones artísticas de la serie de ficción televisiva.
Para concluir, consideramos que el presente trabajo puede llegar a motivar la realización de futuros estudios similares que consideren el análisis de las aportaciones creativo-estilísticas de otros showrunners en series de televisión. De este modo, se fortalecerían o contrastarían los resultados hallados, y se ampliaría la investigación desarrollada.
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Komunikazioari buruzko aldizkari iberoamerikarrak
Latin American Journals of Communication
Ana Mendieta Bartolomé
Las revistas iberoamericanas publican en sus últimos números monográficos que se centran en los enfoques teórico-metodológicos prevalentes hoy en el campo de la comunicación, los aspectos técnicos y contenidos del lenguaje digital, la ciudadanía crítica en la cibersociedad emergente, el fenómeno del fandom, las relaciones de la música con la publicidad y las narrativas transmedia, los jóvenes y las redes sociales, las nuevas formas de consumo audiovisual, las nuevas identidades del periodismo en la era digital, las miradas de la fotografía contemporánea, los actuales retos y oportunidades del marketing y de las relaciones públicas, y los cambios de la bibliotecología en el entorno online.
Las investigaciones en el campo del Periodismo y de la Comunicación abordan la aplicación de las redes sociales en la producción periodística, los desafíos de la implementación de las competencias digitales en la enseñanza universitaria, la creciente importancia de la participación del público en los medios de comunicación tradicionales a través de las redes sociales, y los nuevos formatos de marketing y de publicidad.
La relación de los jóvenes con las redes sociales es el foco de interés de varios artículos que abordan la influencia de las redes en la construcción estética y corporal de los jóvenes, en su empoderamiento y participación pública, y en la creación de contenidos propios. Pero también se tratan los temas de la privacidad de la información compartida, y la mediación familiar en el uso de las redes por menores.
El uso de las redes sociales y las aplicaciones móviles en la difusión de contenidos por parte de los usuarios y de las organizaciones periodísticas ocupan un lugar preponderante en las revistas analizadas. Los artículos reflejan el uso de las redes Facebook, Twitter y WhatsApp, y de las aplicaciones móviles Snapchat, Instagram y Periscope, como medios de difusión cada vez más indispensables en el mundo de la política, el fútbol, la docencia secundaria y universitaria, las bibliotecas, las ONGs, y algunas minorías culturales. También el periodismo científico y deportivo se están sirviendo de estas herramientas para llegar a más usuarios y tener una mayor interacción con ellos. Varios artículos tratan el reto que supone la formación de profesores, alumnos y periodistas en las nuevas competencias digitales.
Asimismo, las investigaciones reflejan la manera en la que las nuevas tecnologías digitales han impactado los formatos de marketing y publicidad, con un mayor peso al papel activo del consumidor en la reputación online de las empresas, y a la importancia de las emociones y de la música en los anuncios de YouTube. El eje de otros artículos es el fenómeno fandom como forma de cultura participativa y profesionalización de los usuarios, e incluso de nuevas construcciones de la identidad femenina.
El campo de la bibliotecología, sobre todo en Latinoamérica, es objeto de estudio en varios trabajos por la aplicación de las nuevas tecnologías en la búsqueda, indexación y recuperación de datos. Por último, la transformación de la televisión generalista y las nuevas narrativas periodísticas, de multimedia a transmedia, centran el interés de varios artículos.
1. Ámbitos. Revista internacional de comunicación (Sevilla: Universidad de Sevilla, GREHCCO, núm. 38, 2017)
Los artículos incluyen un análisis hemerográfico sobre la evolución de la participación de los lectores en la prensa española, desde sus inicios en el siglo XIX hasta la actualidad, un estudio sobre la cobertura mediática de los jóvenes en diez diarios de ámbito mediterráneo, y el fracaso de la "Operación Pisuerga", un proyecto editorial de la Prensa del Movimiento para reflotar tres diarios de Valladolid, Zamora y Burgos. En el ámbito digital, se presentan dos trabajos sobre la influencia de los contenidos de Internet en la construcción estética y corporal de los jóvenes y adolescentes vascos y navarros, y el uso de Instagram en tres grandes medios deportivos de referencia internacional, como son Bleacher Report, L´Equipe y Marca.
2. Anales de Documentación (Murcia: Universidad de Murcia, vol. 20, núm. 2, 2017)
La revista incluye artículos que presentan una propuesta de principios para la preservación de documentos sonoros de origen digital, un modelo de evaluación para conocer el nivel de interactividad de 21 diarios internacionales en línea, los resultados de la aplicación del mapa Infoparticipa para evaluar la transparencia de la información publicada en las webs de los ayuntamientos de Cataluña antes de la entrada en vigor de la Ley de Transparencia de 2015, y una revisión de las primeras imprentas salmantinas a raíz del hallazgo de una bula incunable de 1473 en el Instituto Valencia de Don Juan. Otros estudios abordan la implementación de la plataforma de búsqueda Worldcat Local (WCL) en las bibliotecas de la Universidad de Puerto Rico, y la descripción del archivo fotográfico del arquitecto Emilio Pérez Piñero (1935-1972), conocido por ser el autor de la cúpula del Museo Dalí en Figueras.
3. Anàlisi (Quaderns de Comunicació y Cultura) (Barcelona: Universitat Autònoma de Barcelona, núm. 56, 2017)
En su número 56, Anàlisi incluye artículos sobre la representación de la mujer en la serie televisiva estadounidense The Wire (El cable), las estrategias narrativas en las primeras gacetas en lengua castellana entre 1597 y 1621, una cartografía del cine documental político en Chile desde el gobierno de Salvador Allende hasta el regreso de la democracia en 1990, y un estudio de la opinión de la población guipuzcoana sobre la figura de las mujeres políticas. Dos artículos se centran en las redes sociales: uno es un ensayo teórico sobre su impacto político e informativo, y el otro analiza el uso de las redes sociales por parte de los candidatos en procesos electorales de España (2011), Estados Unidos (2012) y Noruega (2013). El último artículo pretende conocer el modo en el que los teléfonos inteligentes cumplen actualmente la función de nexo entre la parte biológica y la parte tecnológica del ser humano cíborg, con un estudio de caso de un grupo de jóvenes de Aragón.
4. Área Abierta (Madrid: Universidad Complutense de Madrid, vol.17, núm.3, 2017)
Este último número de Área Abierta centra sus contenidos en el cine. Los trabajos describen el largometraje Loreak como ejemplo de cine de ficción en euskera en el marco de los denominados Small Cinemas, Los Motorizados como modelo de coproducción tipo en el cine español de los años sesenta, y la representación de la femme fatal en la película Muerte de un ciclista (1955), como un recurso de la disidencia de Juan Antonio Bardem a la dictadura franquista. Los artículos también tratan la censura de la sexualidad en el cine coreano a través de la película Hanyo (La criada, 1960) de Kim Ki-young, los aspectos de autodeterminación, transnacionalidad y multiculturalismo en la TV-Movie Sanctuaire (Santuario, 2015), a través de la relación entre ETA y el gobierno francés durante la presidencia de Felipe González, el modelo integrador de la publicidad con las nuevas tecnologías y, por último, el discurso autopromocional y la mercantilización de la identidad en las redes sociales.
5. CIC Cuadernos de Información y Comunicación (Madrid: Universidad Complutense de Madrid, vol.22, 2017)
Bajo el título ‘Lenguaje digital’, el monográfico de este último número está dedicado tanto a aspectos técnicos como a contenidos del lenguaje digital. Para cubrir el bloque de aspectos técnicos, hay artículos sobre la gramática generativa del lenguaje digital, los cambios introducidos por los códigos de programación del lenguaje digital en la cultura de masas, los efectos de las bases de conocimiento hipertextuales en las estructuras de conocimiento de los usuarios, la mediación de los interfaces en los mundos virtuales, y el lenguaje sonoro en los relatos digitales interactivos. En el bloque de contenidos, los artículos de este número tratan las preferencias temáticas de los consumidores de noticias online en Argentina en 2016, la importancia de Facebook en la difusión de la identidad cultural de los jóvenes Inuit en el ártico canadiense, el diseño de la cartografía musical de Madrid con las nuevas tecnologías digitales, la imagen de la mujer en la prensa deportiva digital española, el papel de Instagram en la interacción y representación de las mujeres curvy, la convivencia de la información periodística y de los contenidos generados por los usuarios, y las barreras a los discursos activistas en las redes sociales. Fuera del monográfico, otros artículos abordan la nueva lengua creada por los medios de comunicación masiva, las estrategias para renovar la vida política de las universidades, una visión de género de los sesenta años del premio de fotoperiodismo World Press Photo of the Year (1955-2015), y la influencia de los artículos de lujo en los mensajes publicitarios.
6. Comunicación y Sociedad (Guadalajara, México: Universidad de Guadalajara, núm. 30, 2017)
Este número celebra el 30 aniversario de la revista con un especial que analiza los enfoques teóricos y metodológicos que prevalecen en el campo de la comunicación. Los artículos del especial muestran la evolución en la consideración de la comunicación de campo académico a concepto transdisciplinar, la historia de los flujos de las teorías latinoamericanas en la investigación de la comunicación y la cultura, los cambios experimentados por la televisión en América Latina para reinventar sus audiencias, la desigualdad digital en el estado mexicano de Jalisco, y la presencia de las revistas de comunicación latinoamericanas en los índices de WoS, Scopus, y bases de datos de acceso abierto. La sección de temática general incluye investigaciones sobre la recepción de la ficción televisiva española en la era multipantalla, el sesgo partidista de los medios en la cobertura de las elecciones mexicanas de 2012, el fenómeno del slacktivismo como recurso de movilización en las redes sociales a través del caso #BringBackOurGirls en 2014, y la identidad étnica en el consumo de telenovelas por parte de universitarios indígenas.
7. Comunicación y Sociedad (Pamplona: Universidad de Navarra, vol. 30, núm. 4, 2017)
Los estudios de este número abordan la aplicación del mito de Aristóteles en el desarrollo del guion de la película chilena No (Chile, 2012), las motivaciones para el uso de smartphones por parte de jóvenes hispanos de Chile, México y Estados Unidos, los factores que influyen en el espectador para ver el estreno de una película en el cine y no en casa, un análisis del discurso de los tertulianos políticos en el programa televisivo Las Mañanas de Cuatro, el fracaso de la Prensa del Movimiento para salvar el diario burgalés La Voz de Castilla, el uso de los sitios web de diez parlamentos europeos y americanos para promover la deliberación ciudadana en el proceso de toma de decisiones públicas, la difusión de los valores e ideología estadounidenses en los cortometrajes educativos infantiles de 1945 a 1953, el tratamiento informativo de los asuntos energéticos en los programas informativos de La Sexta en la temporada 2016/2017, la participación ciudadana en los perfiles de Facebook de los principales partidos políticos españoles en las elecciones generales de 2015, y la evolución de la investigación sobre periodismo en España en base a los artículos publicados en las revistas científicas españolas de 1990 a 2014.
8. Comunicar. Revista Científica Iberoamericana de Comunicación y Educación (Huelva: Grupo Comunicar, vol. XXV, núm. 53, octubre 2017)
Con el título ´Ciudadanía crítica y empoderamiento social en la emergente cibersociedad´, el dossier central de la revista tiene estudios sobre la alfabetización digital para el empoderamiento de grupos vulnerables, la medición del impacto del móvil en las relaciones sociales de los adolescentes, el impacto ideológico de la competencia digital durante procesos electorales en contextos violentos mexicanos, las nuevas formas de empoderamiento ciudadano desde las protestas colectivas en Twitter por la defensa de la educación pública en España, y el papel del ciberactivismo en los procesos de cambio político y social en los países árabes desde las revueltas de 2011. Los artículos de la sección Caleidoscopio investigan la utilización de las redes sociales informativas como herramienta de empoderamiento social de los universitarios españoles, la importancia de los medios de comunicación y de las redes digitales en la información y participación política de los jóvenes universitarios en Lima, Perú, los desafíos del periodismo actual para preparar a los jóvenes profesionales en las nuevas competencias tecnológicas y mantener la esencia periodística, la percepción de los alumnos de educación secundaria respecto a la comunicación con sus profesores mediante Facebook, y la influencia de los padres en la adquisición de habilidades críticas en Internet de sus hijos.
9. Cuadernos.info (Santiago de Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile, núm. 40, 2017) http://cuadernos.uc.cl/uc/index.php/CDI
Las investigaciones de la revista están centradas en la comunicación y la opinión pública. Los trabajos tratan el impacto de la movilidad cognitiva y de los medios de comunicación en la opción de voto del electorado mexicano, el efecto de la atención a las noticias en la participación política de los jóvenes en Monterrey, México, las posibilidades de participación de los usuarios en los principales cibermedios nacionales mexicanos, y el efecto del uso de medios de comunicación tradicionales y de redes sociales en la participación electoral en Chile entre 2009 y 2013. En la sección de temas generales, los artículos abordan el concepto de ´facción´ en los estudios periodísticos y literarios, la agenda informativa y el uso de fuentes en los titulares y noticias centrales de los medios informativos chilenos, la relación entre los militares y los corresponsales argentinos autorizados a informar desde las islas durante la guerra de las Malvinas, los contextos cotidianos de consumo y apropiación de noticias de los jóvenes portugueses, el tratamiento del cannabis en cuatro diarios españoles en 2015, los indicadores de proactividad en la cobertura del FIFAGate en la prensa deportiva de México y España, la relación entre el visionado y la evaluación del anuncio en la publicidad no pagada en YouTube, la contribución de los libros de texto de educación musical al uso de las TIC en Portugal, las transmediaciones en la producción de contenidos periodísticos especializados en economía en Chile, y el periodismo literario, los derechos humanos y la integración en artículos de la prensa portuguesa (2006-2014).
10. Discursos Fotográficos (Paraná: Universidade Estadual de Londrina CECA, vol. 13, n. 22, 2017)
En su dosier temático ´Nuevas miradas de la fotografía contemporánea´, la revista difunde trabajos sobre la inserción de la fotografía en el arte y la expansión del concepto de indexabilidad, la evolución de las teorías sobre la fotografía desde los años 80, las singularidades de la producción fotográfica contemporánea analógica y digital, la fotografía en el marco de las teorías materialistas del Realismo Especulativo y del Universo de las Cosas, las intersecciones entre arquitectura y fotografía en el retrato de espacios maleables, la estética y la dimensión política de la fotografía, la fotografía colectiva contemporánea, y la distribución de fotografías en las redes sociales. Los artículos también incluyen reflexiones sobre el fotoperiodismo, las diferencias entre las nociones de aura y punctum, el dispositivo fotográfico como estrategia de cuestionamiento de los dispositivos sociales, así como el sentido táctil y la politización de la imagen contemporánea. El número cierra con una entrevista al fotógrafo francés Philippe Dubois.
11. Documentación de las Ciencias de la Información (Madrid: Universidad Complutense de Madrid, vol. 40, 2017)
En esta revista se presentan investigaciones sobre la actitud de la prensa frente al nacimiento de la radio en España (1900-1924), el periodismo ciudadano, el empoderamiento femenino en los personajes del cine clásico norteamericano (1945-1959), una perspectiva histórica del análisis documental de contenido fílmico, una historia de la fotografía a través del establecimiento fotográfico y de la revista “Instantáneas” de los hermanos Salvi Loscos, un recorrido por las fotografías de Jean Laurent de Toledo (1863-1896), los reportajes fotográficos de Piedad Isla en El Diario Palentino-El Día de Palencia (1953-1963), y el análisis de la evolución de Internet Archive, un repositorio digital especializado en la recopilación y conservación de medios efímeros.
12. Doxa. Comunicación: Revista interdisciplinar de estudios de comunicación y ciencias sociales (Madrid: Universidad San Pablo-CEU, núm.22, 2016)
La revista publica trabajos sobre las redes sociales y la cultura de la autopromoción como identidad mosaico, la evolución de las consultoras de comunicación en Cataluña en los últimos 25 años, la adaptación de la revista Vogue al nuevo contexto digital del periodismo de moda, la estructura y actividad del departamento de comunicación de tres empresas del sector español de telecomunicaciones, el protagonismo del diario católico Ya como portavoz del aperturismo moderado durante la Transición Española, el seguimiento en Facebook y Twitter de los presuntos efectos cancerígenos de la carne roja según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2015, la aportación de la columna “Pajaritas de papel” de Jaime Campmany al periodismo literario español (Arriba, 1966-1970), y el desarrollo de actividades emprendedoras y espacios alternativos de aprendizaje en el marco del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
13. Enl@ce: Revista Venezolana de Información, Tecnología y Conocimiento (Maracaibo: Universidad del Zulia, vol. 14, núm. 1, 2017) http://rvitc.blogspot.com.es/
En este número hay artículos sobre los retos de las nuevas tecnologías de la información para la profesión contable, una evaluación de las herramientas de recuperación de información electrónica, los procesos organizativos de las Unidades de Información en las bibliotecas de Maracaibo en Venezuela, las herramientas para la conservación de documentos en archivos y bibliotecas de Colombia, la ingeniería de software como soporte académico, y las estrategias de comunicación digital interactiva integradas a través del aprendizaje móvil.
14. Estudios sobre el mensaje periodístico (Madrid: Universidad Complutense de Madrid, vol. 23, núm. 1, 2017)
Esta publicación cuenta con un total de 19 estudios bajo el título de “Estudios sobre nuevas identidades del periodismo y de los medios”, y con otras 25 investigaciones y documentos. Los estudios abordan los siguientes temas: el periodismo de prevención en la prensa diaria, la influencia de la ubicación y conmutación de los hipervínculos en el comportamiento y comprensión de los usuarios, la función educadora de la prensa en la era digital, un análisis crítico del discurso periodístico sobre el terrorismo, el periodismo biónico como aplicación del conocimiento científico a la práctica profesional, el fin de ciclo de la prensa local gallega en papel, una propuesta teórico-metodológica para el ejercicio del periodismo digital en Twitter, el infoentretenimiento en la versión digital de los diarios españoles, las iniciativas colaborativas en el ámbito del periodismo de investigación, la radio corporativa como nuevo modelo de negocio radiofónico, el auge del género de la crónica latinoamericana, el efecto inmersión y la relevancia cognoscitiva en los vídeos de guerra en la Red, la metodología del Enfoque Estructural Complejo aplicada al periodismo, los aspectos de propaganda, radicalismo y terrorismo en la imagen del Daesh, una revisión teórica sobre las actuales narrativas periodísticas desde la comunicación multimedia a la transmedia, la influencia de la orientación política del periódico en la presencia de encuadres noticiosos, los retos del periodismo drone como una nueva herramienta para la prensa, una propuesta estructural para el análisis de los cibermedios, y las transformaciones de los medios en gallego en 2016. Por su parte, las investigaciones y documentos cubren el framing del independentismo catalán en los principales diarios madrileños y catalanes, la imagen de la prostitución en las cadenas de televisión en España en 2014, el análisis de los significados generados por el discurso de la prensa regional colombiana sobre los jóvenes afectados por el conflicto armado en Colombia, la imagen de la mujer en los noticiarios cinematográficos italianos (1946-1953), el reflejo de las ONGD en el temario de La Voz de Galicia (2006 y 2010), la gestión de la comunidad de Twitter en el diario El Español, el estudio del Laban Movement Analysis (LMA) o Análisis del Movimiento Laban en el Shadow Puppets Theatre (Teatro de Sombras de Marionetas), la cobertura periodística internacional del ataque contra Charlie Hebdo en 2015, la enseñanza del protocolo y la organización de eventos en el Espacio Europeo de Educación Superior, las investigaciones sobre Periodismo en las principales revistas de Comunicación en España (1989-2012), los indicadores de transparencia de las webs municipales españolas, la prensa cinematográfica y el culto a las estrellas en la revista Cine en 7 Días (1961-1973), la formación de la crítica literaria chilena en la prensa, las radios libres como proyectos de comunicación alternativa (1976-1989), la representación icónica de la canciller alemana Angela Merkel en los diarios españoles de referencia (2015), el uso de Twitter en el periodismo científico en Venezuela (2014), la gestión de las relaciones de las ONGs con los medios de comunicación en tiempos de crisis, la prensa franquista y la divulgación de la modernidad cinematográfica de Roberto Rossellini, la posición política de los principales diarios españoles durante la transición a la democracia (1975-1977), los orígenes del periodismo chileno y La Aurora de Chile (1812-1813), el uso de Twitter en las universidades públicas andaluzas, el tratamiento periodístico de la corrupción política en el caso Soquimich en Chile y el caso Bárcenas en España, la mediación familiar en el uso de Internet por menores escolarizados en la Comunidad de Madrid, la transmisión de estereotipos en el estudio de caso “Las Mujeres más poderosas del Valle del Cauca, Colombia” (Revista Hola, 2011), y la representación de la lactancia materna en el cine desde 1973.
15. Historia y Comunicación Social (Madrid: Universidad Complutense, vol. 22, núm. 1, 2017)
En este número, la revista abarca artículos sobre los estrategas y gestores del populismo moderno de los siglos XVI a XVIII, el nacimiento de la prensa costumbrista en Buenos Aires a finales del siglo XVIII con El Telégrafo Mercantil, la representación en la prensa española del discurso del presidente Theodore Roosevelt en defensa de la construcción del canal de Panamá (1906-1909), la recepción en la prensa de los inicios del cine en Madrid (1907-1913), la producción cinematográfica en Andalucía durante la Guerra Civil, la transmisión de la ideología franquista en los artículos sobre música de la revista Consigna, editada por la Sección Femenina de Falange (1941-1944), la construcción de la ideología nacionalista y de género en Y. Revista de la mujer sindicalista (1938-1945) y en el semanario Medina (1941-1946), una aproximación etnográfica al periodista de la Transición como fuente histórica (1972-1982), una propuesta de estudio sobre producción y recepción mediática con métodos biográficos usados en la antropología y la sociología, el interés informativo por la insurrección cubana en The New York Times (1953-1958), el sistema de radiofusión escocesa a través de la representación gaélica en el canal BBC Alba desde 2008, una aproximación histórica a la consolidación de los programas de “infoentretenimiento” político emitidos por las cadenas de televisión en España, el papel de la experiencia histórica en la comunicación de las nanotecnologías, la sociabilidad virtual como marco de la interacción social en el ecosistema digital, y la construcción de la identidad femenina en el movimiento net.art.
16. Ibersid (Zaragoza: Universidad de Zaragoza, vol.10, núm.1, 2016)
Esta revista de gestión de la información publica investigaciones sobre la Teoría de la Complejidad en Biblioteconomía y Documentación a través del vaciado de las bases de datos The Library Science Database y Library and Information Science Abstracts (LISA), las biblioguías online en las bibliotecas universitarias españolas, el régimen jurídico de las obras huérfanas en España, la naturaleza jurídica de la custodia de documentos electrónicos, la participación ciudadana en la gestión bibliotecaria, los nuevos criterios de calidad del catálogo Latindex aplicados a revistas latinoamericanas especializadas en bibliotecología y ciencia de la información, la recuperación y tratamiento documental de las fotografías de la guerra de África realizadas por el capitán médico José Bosch Díaz entre 1921 y 1925, y la producción sobre documentación audiovisual y archivos televisivos contenida en la Web of Science (2000-2016). El número también incluye un estudio de caso sobre la consolidación del repositorio institucional del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.
17. Icono 14 (Madrid: Icono14.net-Asociación Científica de Investigación de las NNTT de la Educación, vol. 15, núm. 2, 2017)
El monográfico de este número está centrado en las comunicaciones en el nuevo paradigma del marketing. Los artículos incluidos presentan la aparición de un nuevo modelo de comunicación centrado en la creación y distribución de contenidos a los que el consumidor accede libremente, la historia del símbolo del hashtag desde su creación para buscar e indexar contenidos online hasta su uso actual para crear comunidades en Twitter, la propuesta de un modelo de datos para representar el comportamiento del cliente, la experiencia del cliente en la era de las compras omnicanal, un estudio sobre las motivaciones de los jóvenes universitarios chilenos para seguir una marca en las redes sociales, la influencia social online en la comunicación del sector turístico, los criterios de segmentación del usuario online en el sector del eTurismo, un estudio comparativo de Merco y RepTrak Pulse como monitores de reputación corporativa, y un análisis prospectivo de la tecnología wearable y su potencial como herramienta de comunicación y publicidad. Además del monográfico, la revista incluye trabajos de investigación sobre la evolución de la dimensión transmedia de Harry Potter, la eficacia de las emociones causadas por la música y las imágenes en los anuncios vistos en YouTube, los principios básicos del posicionamiento comunicativo en el caso de Tuenti (2012-2015), los hábitos de uso y construcción de identidad visual en WhatsApp, la representación del periodismo informativo y de la televisión infantil en la serie Los Simpson, las razones del ciberplagio entre el alumnado de ESO de Andalucía, y la reivindicación de la mediación periodística en el uso de la información de los organismos públicos en Internet.
18. Informação & Sociedade: Estudos (Brasil: Universidade Federal da Paraíba, vol. 27, núm. 2, 2017)
La revista publica artículos de revisión relativos a la ergonomía como aporte teórico metodológico para el análisis colectivo del trabajo del bibliotecario, los criterios y modelos de evaluación de calidad de las fuentes de información en publicaciones realizadas entre 1974 y 2016, el papel del bibliotecario universitario como educador y agente inclusivo, un análisis de las realidades española y brasileña en el derecho de acceso a la información, y la integración de las imágenes digitales de archivos, bibliotecas y museos en base al modelo conceptual Digital Images for Libraries, Archives and Museums (DILAM). La memorias científicas originales de este número son un estudio de los artículos publicados por Briger Hjorland entre 1990 y 2014 en base a la teoría de Análisis del Dominio (AD), y un análisis de las citaciones desde la teoría de la filosofía de la ciencia. La revista también incluye artículos de investigación que abordan la afinidad de los Estudios Métricos de la Información con otras áreas de conocimiento en Brasil, el aumento de estudios sobre lectura a raíz de la aparición de los dispositivos digitales, la formación en competencias digitales del profesorado del nordeste de Brasil, la gestión del conocimiento y las redes sociales en el sistema de bibliotecas de la Universidad Federal de Goiás en Brasil, las percepciones de los investigadores brasileños sobre el acceso abierto a la literatura científica, la representación de libros en braille en los catálogos online de Acceso Público en las bibliotecas de Brasil, el mapeo de las áreas de producción científica vinculadas a programas de postgrado en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), la participación de los movimientos feministas brasileños en las redes sociales a través de la campaña #meuamigosecreto (My Secret Santa), la evolución del debate político televisivo en España desde 2008 hasta su simbiosis actual con Twitter, el carácter implícito de la mediación de la información en el trabajo del bibliotecario universitario en Brasil, y el perfil del usuario de la Biblioteca del Curso de Física (BCF) en la Universidad Federal de Ceará, en Brasil.
19. Información, Cultura y Sociedad (Argentina: Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, núm. 36, 2017)
Este número celebra el 50 aniversario de la creación del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas (INIBI) con un especial sobre la endogamia en la Bibliotecología/Ciencia de la Información. El especial tiene artículos sobre el paradigma socio-cognitivo en la red social Dreamcatchers en Cuba, una revisión de la ley que regula el depósito legal de publicaciones en Argentina desde 1933, el comercio de libros usados en la Ciudad de México (1886-1930), la historia de la colección Biblioteca Popular de Cultura Colombiana (1942-1952), la recuperación y gestión de los programas de mano en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, la alfabetización digital de las comunidades originarias Huarpe y Ranquel en Argentina, y la formación de lectores para el uso ético de la información.
20. Obra digital (España: Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña, núm. 13, 2017)
El monográfico de este número está dedicado a los retos y oportunidades de las Relaciones Públicas. Los trabajos publicados abordan las sinergias entre Relaciones Públicas e Inteligencia Estratégica, un análisis de los masters universitarios españoles especializados en Relaciones Públicas y Comunicación Corporativa (2016-2017), el uso de las Relaciones Públicas digitales en las páginas web de los mejores think tanks asiáticos, las Relaciones Públicas y el Desarrollo Local en Galicia, la gestión de la comunicación y las Relaciones Públicas en las instituciones que trabajan en la prevención de drogodependencias en materia de seguridad vial, las Relaciones Públicas y la información sobre salud en los medios de comunicación portugueses, los mensajes más comentados en las páginas de Facebook de las asociaciones iberoamericanas que luchan contra el cáncer, la cobertura informativa del acoso escolar, la agenda mediática española en relación al acoso escolar como un problema social de interés público, el uso de los videojuegos educativos en la enseñanza de idiomas, y la propuesta de un modelo de producción y difusión de contenidos audiovisuales informativos a través de las aplicaciones de mensajería para smartphones.
21. Palabra Clave (Bogotá: Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Sabana, vol. 20, núm. 4, 2017)
El tema escogido como eje de los artículos de este número es el fenómeno fan, conocido como fandom. Los trabajos presentados exploran la relación entre los conceptos de cultura y de comunidad fan, la “televisión de culto” aplicada a las telenovelas brasileñas, las competencias digitales del espectador fan español, la representación del autismo en las narrativas de fanfiction.net, las películas realizadas por fans y los retos que enfrentan en comparación a otras prácticas del fandom, la cultura participativa y profesionalización de los fans de la serie El Ministerio del Tiempo y los retos en su medición de audiencias, el modelo del everyfan de dominación masculina en la franquicia transmedia del Universo Cinematográfico de Marvel, la representación de la mujer en el cómic de financiación colectiva My So-Called Secret Identity como contraste a la imagen misógina de los cómics, la relación conflictiva de los fans con la nueva versión de Cazafantasmas, y el nacimiento del fandom de ciencia ficción en Estados Unidos.
22. Pensar la publicidad. Revista Internacional de Investigaciones Publicitarias (Valladolid: Universidad de Valladolid-Universidad Complutense de Madrid, vol. 10, 2016)
La revista divulga investigaciones sobre las diferencias entre las modalidades publicitarias de branded content y product placement en la visibilidad, recuerdo y percepción emotiva del producto anunciado, la USP (Unique Selling Proposition) como paradigma de la publicidad racionalista, el papel de los prosumidores en la reputación online de las organizaciones, el videoclip musical de hip hop en los años 90 en Estados Unidos, la percepción del público sobre el cine español en 2014, y el interés de la publicidad por la historia del arte.
23. Perspectivas em Ciência da Informação (Brasil: Escola de Ciencia da Informacao da UFMG, vol. 22, núm. 3, 2017)
El número incluye artículos sobre los usos y aplicaciones de las nuevas tecnologías en la gestión de los desastres naturales, la presencia digital en Facebook de los Consejos Regionales de Biblioteconomía en Brasil, el comportamiento informativo de los gestores de la red de salud Hiperdia en el estado brasileño de Minas Gerais, la gestión de la información en una empresa de transporte aéreo brasileño, las políticas de seguridad informativa en empresas brasileñas, una evaluación de la Ley de Acceso a la Información (LAI) de 2011 en los portales digitales de las corporaciones municipales de Río Grande del Norte en Brasil, la gestión del conocimiento, open data y cienciometría en universidades brasileñas, las dimensiones éticas de un nuevo código profesional para los bibliotecólogos en México, los recursos informativos y metadatos del “Portal Brasileño de Datos Abiertos”, las contribuciones de la biblioteca universitaria en la internacionalización del campus, la conservación de los archivos en las empresas portuguesas en papel y en la nube, y un análisis de los archivos policiales elaborados por la Policía de Orden Social y Político (DOPS, en portugués), durante la dictadura militar en Brasil (1964-1985).
24. Perspectivas de la Comunicación (Chile: Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de La Frontera, vol. 10, núm. 1, 2017)
Este número difunde estudios sobre el acto patrio escolar en Chile desde la Comunicación y la Semiótica, el discurso oficial de la Casa Real en Twitter entre la abdicación de Juan Carlos I y la coronación de Felipe VI, la comunicación política en las redes sociales durante la campaña electoral de 2015 en España, la construcción mediática del proceso de gratuidad de la educación superior en Chile en 2015, la representación de la administración pública en dos diarios rusos (2011 y 2013), los estereotipos sexualizados de la mujer y el hombre en la publicidad, los encuadres noticiosos de la prensa escrita chilena en la cobertura de desastres naturales, la interrelación teórica entre el Nuevo periodismo electrónico y Twitter en el escenario mediático latinoamericano, la autoría y archivo en la Web en revistas culturales digitales y en plataformas sociales desde el contexto argentino, las tendencias paradigmáticas y técnicas conversacionales en la investigación cualitativa en Ciencias Sociales, y el derecho de propiedad de los bienes culturales de las comunidades indígenas.
25. Revista Internacional de Relaciones Públicas (Málaga: Universidad de Málaga, vol. 7, núm. 13, 2017)
La revista publica trabajos referentes al desarrollo de un marco analítico comunicativo para estudiar el contenido de las redes sociales empresariales, la comunicación institucional de la administración cultural en Andalucía y sus relaciones con los periodistas especializados en cultura, el discurso y la imagen pública del vicepresidente brasileño Michel Temer antes del impeachment de la presidenta Dilma Rousseff en 2016, las relaciones públicas en un centro espiritista en Brasil, la agenda corporativa y la mediática en la gestión comunicativa de la crisis de Volkswagen en España, la gestión de las cuentas oficiales de Twitter de los jugadores de fútbol profesional, la visibilidad de la Universidad Federal de Santa María en Brasil a través de Facebook, la noticiabilidad de eventos deportivos como la Regata Clásica de Lisboa, la creación de un Departamento de Relaciones Públicas en la Universidad La Salle Cancún en México, la gestión corporativa de las Relaciones Públicas tras el desastre medioambiental causado por la ruptura de una presa de acero tóxico de la empresa minera brasileña Samarco Mineraçao en 2015, y la aplicación de la Responsabilidad Social Universitaria en el Centro Universitario de la Defensa de Zaragoza.
26. Revista Investigación Bibliotecológica (México: Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 73, 2017)
Este número tiene como eje las políticas de información y los cambios disruptivos en el entorno bibliotecológico. Los artículos escritos sobre este tema giran sobre las palabras clave utilizadas en la bibliometría mexicana, la recopilación de los principales archivos audiovisuales televisivos en Ecuador, los indicadores de clasificación de las fotografías en la prensa digital, un modelo de mediación de la información para impulsar el protagonismo de una comunidad al nordeste de Brasil, el uso del Web of Science para el estudio de disciplinas minoritarias en Humanidades como el folclore, el papel de las bibliotecas en América Latina a partir de la perspectiva de la decolonización, los perfiles de la Competencia Informacional de los universitarios colombianos, la terminología para indexar documentos sobre la participación de la mujer en el trabajo asalariado en México, la percepción de las competencias informacionales entre los universitarios en Granada, y las aplicaciones de la investigación documental al estado del arte.
27. Revista Latina de Comunicación Social (Tenerife: Universidad de La Laguna, núm. 72, 2017)
La revista abarca investigaciones sobre los efectos de la similitud con el protagonista y el contacto imaginado al compartir una narración corta a favor de la inmigración, la percepción de los científicos y periodistas sobre la divulgación de la ciencia y la tecnología en Chile, la espectacularización de la información política en la cobertura de El País de las elecciones estadounidenses de 2016, el contraste en la cobertura periodística del cambio climático y del calentamiento global en España y en el ámbito internacional (2000-2017), y la percepción de estudiantes y docentes sobre las competencias digitales en un postgrado virtual en la Universidad Autónoma de Chihuahua en México.
28. Revista Mediterránea de Comunicación (Alicante: Universidad de Alicante, vol. 8, núm. 2, 2017)
La revista divulga dos monográficos. El primer monográfico, sobre música, publicidad y narrativas transmediáticas, explora las tendencias en la investigación sobre música y publicidad, la música publicitaria en las cadenas televisivas en España (2008-2017), la vinculación del sonotipo con los parámetros contemporáneos de la comunicación, la publicidad y el márquetin en la ópera del siglo XXI, y el marketing y la materialidad en la música popular transmedia presente en el álbum Plastic Beach del grupo virtual británico Gorillaz. El segundo monográfico, sobre el videoclip musical y las nuevas tendencias en formatos musicovisuales, divulga el contenido del videoclip dominante como reproductor cultural e ideológico, el antivídeo musical como resistencia al imperativo publicitario, la evolución del montaje y postproducción del videoclip musical, los cambios en la producción del videoclip de rap español (2011-2016), los videoclips animados creados en Japón, y el videoclip interactivo como nueva forma de alfabetización mediática de los adolescentes. Otros artículos fuera de los monográficos describen las narrativas y estrategias de socialización de las comunidades de youtubers, la cultura corporativa en las industrias creativas del Arco Mediterráneo en España a través de un análisis Delphi, la transformación de la práctica profesional del periodista científico en el entorno online, el prosumer en la construcción del discurso radiofónico en las radios ecuatorianas de Cotopaxi y Tungurahua, las imágenes icónicas del ´pequeño Aylan´ en el periodismo televisivo español y europeo, las ventajas de las competencias comunicativas y colaborativas en la formación de docentes, y la percepción de la comunidad universitaria sobre el aprendizaje dialógico en escenarios virtuales.
29. Scire (Zaragoza: Universidad de Zaragoza, vol. 23, núm. 2, 2017)
Este número publica trabajos sobre los retos de la veracidad de la información en los tiempos de la postverdad, la organización automática de documentos mediante técnicas de análisis de redes sociales, la presencia del análisis de dominio en la producción científica internacional (1995-2016), los usos del concepto de autor desde las perspectivas de Ludwig Wittgenstein y Michel Foucault, la aplicación de la teoría semiótica de la percepción de Charles Sanders Peirce en el desarrollo de interfaces de recuperación de información, y la evaluación de los softwares TemaTres y MultiTes para el control de autoridades en las bibliotecas universitarias.
30. Signo y Pensamiento (Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, vol. 36, núm. 70, 2017)
La revista presenta artículos sobre el diseño de tecnologías digitales y el proceso de costura artesanal, la literatura científica sobre el proceso de construcción de la agenda mediática, la resignificación de los espacios públicos de Medellín en clave de memoria y posconflicto, las dimensiones intramedia, intermedia y transmedia en la fragmentación de las audiencias jóvenes en Colombia, la competencia mediática de la población mayor española, la gamificación en el aprendizaje de los estudiantes universitarios, y la relación entre la agenda gubernamental y la agenda mediática en la provincia de Santiago de Cuba.
31. Telos: Cuadernos de Comunicación e Innovación (Madrid: Fundación Telefónica, núm. 107, 2017)
Este número está centrado en los jóvenes y las redes sociales. Sus artículos divulgan estudios sobre la manipulación de la información en las redes sociodigitales, la historia de la música grabada, la retórica del concepto de la innovación, la dimensión narrativa de los videojuegos First-Person Shooters (Disparos en primera persona), el gobierno electrónico en Canadá y Ecuador, la relación de los youtubers con la publicidad y sus espectadores en España, los desafíos de las redes sociales en la privacidad y el desarrollo ciudadano de los jóvenes, las redes sociales y los jóvenes en la era algorítmica, las nuevas tendencias de participación política en la era de las redes, el uso de Snapchat como red social de contenido efímero, las redes sociales como herramientas de empoderamiento para los jóvenes, la complejidad en los patrones de uso que los jóvenes hacen de las redes sociales, y los retos docentes que implica la nueva educación digital. La revista también tiene trabajos que abordan otros tipos de investigación, como la renovación de la BBC y la televisión pública en España, la Smart City como construcción del sistema inteligente, la situación y las perspectivas del libro de texto digital, y el modelo participativo de las radios comunitarias en India.
32. Transinformaçao (Brasil: Pontifícia Universidade Católica de Campinas, vol. 29, núm. 2, 2017)
Los artículos que incluye esta revista presentan investigaciones sobre la indexación de Julius Kaiser como la base del método analítico-sintético, las bibliotecas ecológicas y sostenibles en Brasil, la mediación cultural en el ambiente profesional de las bibliotecas, las contribuciones de la alfabetización digital en la sociedad contemporánea, los criterios informativos para la toma de decisiones estratégicas en instituciones cubanas, la evaluación de la actividad investigadora en base al sistema de citación de autor y al índice de superioridad relativa, el papel de las bibliotecas públicas en las nuevas dinámicas políticas y sociales de las sociedades democráticas, y el pago de contenidos digitales como modelo de rentabilidad para el periodismo en España y en Brasil.
33. Trípodos: Llenguatge, Pensament, Comunicació (Barcelona: Universitat Ramon Llull, núm. 40, 2017)
El número de esta revista está centrado en las nuevas formas de consumo audiovisual en la era digital. Los artículos tratan las nuevas formas de producción y distribución cinematográfica en la convergencia digital, la transformación de la televisión generalista española en un oligopolio (2007-2016), la participación de la audiencia televisiva española en los programas de opinión a través de Twitter, las prácticas de consumo fílmico y de producción de contenidos propios entre los jóvenes de Flandes (Bélgica), el uso de la aplicación de telefonía móvil Periscope en los medios de comunicación españoles, y un análisis de los contenidos más vistos en la historia de YouTube en España. Este número también incluye artículos sobre el papel de los departamentos de comunicación en el sector sanitario de Castilla y León y de Galicia, el aumento de los contenidos personales en los discursos de los políticos en YouTube, y la cobertura del Estado Islámico en El Periódico y El País.