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Es un alivio ser capaz de prestar atención: Apuntes sobre una comunidad de aprendizaje, la investigación educativa y la figura de arteeducadora en tiempos de neoconservadurismo y metodocentrismo
It’s a relief to be able to pay attention: Notes about a learning community, educational research and the figure of art educator in times of neoconservatism and methodicalism
AusArt, vol. 8, núm. 1, pp. 25-35, 2020
Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea



Recepción: 15 Marzo 2020

Aprobación: 14 Mayo 2020

DOI: https://doi.org/10.1387/ausart.21545

Resumen: El artículo plantea una reflexión sobre cómo desde la universidad se pueden crear lugares de tránsito como son las comunidades de aprendizaje como ARTikertuz donde sujetos en construcción dialogan para pensar sobre prácticas educativas transformadoras desde el arte. Teniendo en cuenta que la ideología neoconservadora y el pragmatismo están al orden del día, se proclaman los modos de investigación narrativas como estrategias de resistencia ante la deriva neoliberal de las instituciones educativas. En el artículo primeramente situamos al lector frente al contexto de investigación dentro de una comunidad de aprendizaje como herramienta de resistencia; situamos la propuesta en un marco teórico y conceptual que nos permite abordar la experiencia desde la reflexividad, entendiendo el propio acto de escritura (de este artículo) como indagación de lo que acontece cuando las personas nos juntamos.

Palabras clave: INVESTIGACIÓN EDUCATIVA, NEOCONSERVADURISMO, ARTEEDUCADORAS, ARTIKERTUZ (COMUNIDAD DE APRENDIZAJE).

Abstract: The article proposes a reflection on how, from the university, places of transit such as learning communities like ARTikertuz can be created where subjects under construction dialogue to think about transforming educational practices from the perspective of art. Bearing in mind that neoconservative ideology and pragmatism are the order of the day, the modes of narrative research are proclaimed as strategies of resistance to the neoliberal drift of educational institutions. In the article we first situate the reader in front of the context of research within a learning community as a tool of resistance; we situate the proposal in a theoretical and conceptual framework that allows us to approach the experience from reflectivity, understanding the very act of writing (of this article) as an investigation of what happens when people come together.

Keywords: EDUCATIONAL RESEARCH, NEOCONSERVATISM, ART EDUCATORS, ARTIKERTUZ (LEARNING COMMUNNITY).

1. Situándonos: Comunidad de aprendizaje como herramienta de resistencia

En la era del 'Capitaloceno' (Hester 2018, 51) donde prima el culto a la apariencia y el neoconservadurismo los análisis de las prácticas docentes tienden a realizarse desde metodologías extractivas (Rivas 2020, 5). Así, se vuelve un acto de resistencia el hecho de crear y mantener comunidades de aprendizaje donde se encuentran arteeducadoras, investigadoras y mediadoras con el propósito de analizar la docencia trabajando desde las artes y construyendo conocimiento disruptivo.

Aquí se sitúa el caso de la comunidad de aprendizaje ARTikertuz (https://www.artikertuz.es/) donde agentes culturales y productoras de conocimiento (que llevan a cabo su trabajo en instituciones culturales, en educación infantil, primaria y secundaria y en la universidad en los grados de Educación Infantil y Primaria) se encuentran con el objetivo de mejorar y transformar la práctica docente a través del arte. Hoy en día es una comunidad estable que se encuentra una vez al mes en el aula de Plástica de la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología de la UPV/EHU en Donostia y en el curso 2019/20 se está llevando a cabo un proyecto sobre la violencia trabajando desde lo cinematográfico. Para ello se han planteado varias formaciones y se ha colaborado con entidades como Ikertze y Calcuta Ondoan.

2. Detallando: Construyendo mediante




El método que proponemos es narrativo, ya que nos interesa conocer los relatos en los que los docentes nos encontramos inmersos. Buscamos conocer las relaciones que tienen las personas con otros individuos, estudiar las redes sociales de las que forma parte y de qué manera estas relaciones posibilitan o obstaculizan el desarrollo profesional.




Consideramos de gran valor la creación de redes y grupos de trabajo para la formación donde compartir los supuestos sobre educación, las concepciones que tenemos sobre aprender, las capacidades de los estudiantes o las relaciones profesionales establecidas.




La pedagogía como relación social resulta especialmente significativa en el proceso de aprendizaje que como venimos defendiendo necesita de los Otros. Se trata de fomentar una investigación de carácter colaborativo, orientada a las necesidades y la demanda social de mejora de la calidad de la educación.

3. Alejándonos: Si desaparece la preocupación por el contenido, ¿qué es lo que prevalece?

Es cierto que la relación entre el arte y la vida es escasa (Ruido 2019), de la misma manera que la relación de la universidad con los centros educativos (y viceversa) también lo es, y además las metodologías que se han establecido en estos últimos dos ámbitos para poder responder a lo que el currículum determina como contenidos y competencias a desarrollar han sido una estrategia para alejar y diferenciar la educación de la política. Así, en vez de reflexionar sobre educación (pedagogía) se habla sobre cómo enseñar de una manera más eficaz (didáctica) (Pascual & Lanau 2018, 61).

Llevando esta reflexión a una visión más macro sobre las políticas educativas y más concretamente al plano de la investigación educativa nos encontramos con lo mismo: los rituales académicos se construyen mediante criterios neoliberales metodocentristas (Rivas 2020, 5), y al validar las investigaciones desde estos parámetros el contenido y la preocupación por la relevancia del mismo en relación con las prácticas educativas transformadoras desaparecen.

Los intereses neoliberales y el pensamiento positivista han establecido ciertas pautas para entender la investigación como un medio que plantea y problematiza las situaciones desde perspectivas cuantificables, y crea un conocimiento inamovible bajo la sombra de ‘lo objetivo’. La tradición realista ontoepistemetodologia y ética en relación con lo que es y con cómo se ha de llevar a cabo una investigación científica, nos lleva a entender que el ‘hecho’ y la experiencia basada en evidencias observables sea la única realidad científica y la inducción, la metodología casi exclusiva de la ciencia (Calderón & Hernández 2019, 47).

Esta posición humanista de entender la investigación nos lleva a analizar la realidad de una manera diseccionada en vez de atender a las complejidades de la misma y crear métodos de análisis situados para poder pensar sobre las prácticas educativas como herramientas de acción que transforman lo social.

Al mismo tiempo que nos encontramos en un momento donde el giro decolonial está cambiando la manera de plantear las investigaciones, se está dando un retroceso en los modos de investigar que nos llevan a perspectivas más pragmatistas y positivistas. Aun así, atendiendo a la genealogía de la investigación en los ámbitos de arte y educación podemos encontrar la tesis de Aida Sánchez de Serdio, Política relacional en las prácticas artísticas colaborativas (2007) que para conocer y analizar las problemáticas crea su propia manera de investigar.

Además, desde el posthumanismo Stephanie Springgay (2015) pone encima de la mesa la noción de que la educación y la investigación educativa son un proceso en movimiento y no se pueden entender como una serie de pasos previsibles y organizadas.

El hecho de entender la investigación como una construcción procesual nos lleva a repensar la misma más allá de las nociones tradicionales, lo que nos ayuda a entender la investigación no como rígida o limitada por un método sino como una ‘ongoing construction’ que nos lleva a aproximarnos a abstracciones rigurosas (Hernández 2019).

En este sentido, desde la investigación educativa y desde la investigación artística la producción del conocimiento se genera mediante procesos reflexivos. Aun así, como bien he comentado al principio, la investigación educativa tiende a descuartizar la realidad analizándola con datos numéricos y modos preestablecidos, por eso, sería interesante tener en cuenta lo que aporta la investigación artística en estos términos y apropiarnos de ellos, ya que como Natalia Calderón y Fernando Hernández exponen (2019): “la investigación artística puede explorar y encontrar nuevos medios, metodologías, formatos, tiempos y alcances, siempre y cuando sea capaz de dialogar y debatir sus constructos y procesos para poder compartirlos con otros campos de saber”.

4. De lejos no veo ¿Quién hace desaparecer la preocupación por el contenido?

Es evidente que el mercado es una de las fuerzas más poderosas en lo relativo a la instauración de objetivos y finalidades de las instituciones educativas y académicas. Con lo cual, los criterios que las agencias establecen no son planteados partiendo de lo educativo sino partiendo de motivaciones económicas y políticas. De esta manera, proponen criterios y protocolos de evaluación que se centran en los formatos más que en los contenidos creando lo que Slaughter y Leslie definían como 'capitalismo académico' (citados en Rivas 2020).

En este escenario de carácter depredador, competitivo, hegemónico y neoconservador también nos encontramos con discursos contrahegemónico que plantean las posibilidades que ofrece la investigación educativa en términos de transformación y mejora social (Rivas 2020).

Esta manera de entender y situarse en el mundo nos lleva a posicionarnos en un discurso decolonial que nos permitirá recuperar la subjetividad y trabajar desde/por/para la democratización del conocimiento y procesos educativos trasformadores.

Aquí situamos ARTikertuz que entendiendo la dimensión política de la educación trata de crear narrativas situadas partiendo de las subjetividades y entendiendo que las participantes son sujetos en construcción.

De esta manera, las arteeducadoras, investigadoras y mediadoras de la comunidad se entienden como intelectuales que generan conocimiento pedagógico a partir de encuentros que afectan. Al mismo tiempo, cabe señalar que al referirnos a estas personas como intelectuales no quisiéramos hacer un juicio de superioridad moral, ya que entendemos como intelectual cualquier persona que sea crítica y seleccione, contraste, verifique, deseche, relacione o ponga en contexto el saber (Garcés 2017, 49) y al mismo tiempo, estuviera poniendo en cuestión la credulidad y la hegemonía del solucionismo.

Se diseñan experiencias que hagan repensar las prácticas educativas y el papel de estos agentes se plantea desde la perspectiva de producción cultural; es decir, se entienden como personas que hacen un ejercicio de producción (Pascual & Lanau 2018).

Debido al posicionamiento de las arteeducadoras la educación se convierte en investigación y como productoras de conocimiento e intelectuales transformadoras se equiparan “el arte y la educación en términos de conocimiento (componente intelectual crítico), proceso (planificación y producción) y creatividad (creación de nuevas posibilidades y conexiones)” (ibíd.).

Así, ARTikertuz nos da la oportunidad de dejar a un lado la perspectiva forense que señala Nacho Rivas (2020), y desplazarnos al rol transformador de la investigación y la docencia, entendiendo la dimensión política de la educación y conscientes de la responsabilidad social como agentes culturales y comprometidas con la transformación social.

5. Aterrizando: Dialogando entre las abstracciones y el acontecimiento

Entendiendo que ARTikertuz es un espacio donde arteeducadores se entienden como intelectuales comprometidas, donde se repiensa la educación y al mismo tiempo se entiende como indagación e investigación, donde se ponen en valor las narrativas no hegemónicas partiendo de las subjetividades y donde los modos de hacer investigación se sitúan en el giro decolonial se crea un espacio que posibilita el aprendizaje y que atiende a acontecimientos como el siguiente:

En una de las formaciones que Ikertze llevó a cabo ocurrió una de las más explícitas y evidentes escenas que ponen sobre la mesa los distintos ritmos, necesidades y perspectivas entre los docentes que configuran la comunidad. Al mismo tiempo que evidencia la preocupación por nuevas narrativas y por la eficacia de los métodos.

Cuando el compañero de Ikertze preguntó qué es lo que nos gustaría aprender en esa formación, hubo dos posiciones diferentes. La primera respuesta la dio una profesora de universidad que resaltó la necesidad de crear audiovisuales con narrativas más poéticas o más conceptuales, y la segunda respuesta la dio una docente que desarrolla su práctica en Educación Infantil. Ésta última subrayaba la necesidad de crear videos con las fotos de días señalados como Euskararen Eguna, para luego poder difundir entre los padres y las madres del centro.

Después de que el compañero de Ikertze recogiera las respuestas dio comienzo a la sesión hablando sobre referentes como Kieslowski y también hablando sobre el efecto kuleshov. Después de analizar estos recursos surgió esta conversación:

- Yo necesito algo que sea muy sencillo, no tengo tiempo ni paciencia (...) el móvil hace cosas muy bonitas con cuatro fotos, ti-ta (...) yo seré de educación infantil, será por eso... pero necesito algo muy sencillo (Docente de Educación Infantil).

- O sea, en un click. No es solo la herramienta por la herramienta sino que tengáis una formación cinematográfica que os sirva (Compañero de Ikertze).

- No es tanto el tiempo que pasas en la edición sino en el tiempo que pasas pensando en lo que quieres contar (Docente de universidad 1).

- Cuando cuelgas una foto en Instagram o en stories, te montan las cosas fáciles, tenemos asumido que hay aplicaciones que te montan las cosas por sí solas. Pero una cosa es que haya aplicaciones que te ayuden a montar algo en un momento y otra cosa es que esos montajes sean sensibles, poéticos o conceptuales. Creo que hay una dualidad de lo que queremos hacer y aprender en esta formación (Docente de universidad 2).

Esta conversación nos llevó a dialogar sobre la intencionalidad detrás de cada creación (27 de noviembre de 2019, 18:00).

6. Resituándonos ¿Hacia dónde nos movemos?

La preocupación por el método no sólo se expande en la investigación desde la universidad, sino que va más allá y nos encontramos con sucesos como este que son solo un ejemplo de lo que prevalece todavía en la educación. Es decir, no hay una preocupación general por el contenido, sino por los métodos eficaces.

Por otro lado, cabe señalar que este suceso nos puede llevar a pensar que la comunidad de aprendizaje no responde a las necesidades de las docentes de diferentes ciclos formativos, o que no resuelve las problemáticas que plantean pero el hecho de que las investigadoras y docentes estén siempre repensando su posicionamiento, analizándose como productoras de conocimiento y tratando de poner en primera fila nuevos relatos que nos lleven a pensar en un mundo más democrático evidencia que la comunidad de aprendizaje es una herramienta de resistencia frente a discursos pragmatistas que devienen de perspectivas neoliberales, y que en este escenario donde hay un tendencia al metodocentrismo este tipo de espacios ofrecen parar para hacer una lectura apaciguada sobre la situación, poder pensar de un modo crítico y para posicionarnos políticamente.

Además, hoy en día en las escuelas se habla de innovación pero la escuela no crea ideas; se habla de hacer cosas pero no se habla de pensar sobre las cosas (Hernández 2019). Por eso, este tipo de acontecimientos no nos deberían de sorprender, pero sí que son muy interesantes para poder entender y poner en valor este tipo de comunidades de aprendizaje creadas desde la universidad que nos dan la oportunidad de ahondar sobre lo que nos afecta para poder cambiar nuestra mirada sobre nosotras mismas, las otras y el mundo.

Crear y mantener una comunidad de aprendizaje requiere posicionarse en determinados modos de entender la educación/investigación, el rol de la productora de conocimiento y el espacio colectivo. Con lo cual, teniendo en cuenta que la educación es algo que está en construcción permanente y que la investigación es una acción en movimiento es interesante recoger y trabajar desde las nociones que el posthumanismo nos ofrece así como desplazar la investigación educativa desde la universidad a otros parámetro.

Con lo cual, si queremos pasar del rol forense a la transformación social, entendiendo esta como acción que incide en los sistemas privilegio-opresión para remover el statu quo y promover la justicia social (Pascual & Lanau 2018), la universidad debería de poner en valor la investigación educativa y narrativa ya que juega un rol importante frente al proceso de colonización neoliberal.

Además de esto, la misma universidad y sobre todo los agentes que están en las posiciones de poder en lo que se refiere a la toma de decisiones, deberían de presionar a las agencias que se dedican a publicar y legitimar las investigaciones educativas para que adopten otros criterios de evaluación que estén más próximos a planteamientos indagadores situados.

Al mismo tiempo, sería interesante que las universidades faciliten recursos para poder crear espacios como las comunidades de aprendizaje para poder crear alianzas entre distintas instituciones tanto educativas como culturales.

Para ello, es importante replantear el rol de las investigadoras, docentes y artistas como productoras de conocimiento y agentes culturales para poder tejer otro tipo de conocimiento contrahegemónico y democrático. Y también es importante recuperar la consciencia sobre la dimensión política de la educación.

Con lo cual, educar a la institución en torno a esta problemática es imprescindible, pero para ello debemos ser capaces de prestar atención. Y qué alivio que seamos capaces de prestar atención.

Referencias biblográficas

Calderón García, Natalia & Fernando Hernández Hernández. 2019. La investigación artística: Un espacio de conocimiento disruptivo en las artes y en la universidad. Barcelona: Octaedro

Garcés Mascareñas, Marina. 2017. Nueva ilustración radical. Barcelona: Anagrama

Hernández Hernández, Fernando. 2019. “Pensar la educación (y las humanidades) desde el posthumanismo”. Conferencia I Congreso Internacional Humanidades Digitales y Pedagogías Culturales, Valencia, 7-8 nov. Vídeo de Youtube, 26:21, 13 dic. https://www.youtube.com/watch?v=bTLGdzryNf0

Hester, Helen. 2018. Xenofeminismo: Tecnologías de género y políticas de reproducción. Traducción de Hugo Salas. Buenos Aires: Caja Negra

Melo, Alessandro de, et al. 2019. Perspectivas decoloniales sobre la educación. Prólogo, Gunther Dietz. Málaga: UMA

Pascual Otero, Andrea de & David Lanau Latre. 2018. El arte es una manera de hacer (no una cosa que se hace): Reflexiones a partir de una conversación de Luis Camnitzer y María Acaso. Madrid: Los Libros de la Catarata

Rivas Flores, Ignacio. 2020. “La investigación educativa hoy: Del rol forense a la transformación social”. Márgenes 1: 3-22

Ruido Pidre, María. 2019. Escenas eliminadas. Fragmentos inéditos intervención en Radio Macba, 11 junio. Podcast de radio, 27:19, 21 ago. https://rwm.macba.cat/es/extra/sonia-290-maria-ruido-escenas-eliminadas

Sánchez de Serdio Martín, Aida. 2007. "Política relacional en las prácticas artísticas colaborativas: Cooperación y conflicto en el desarrollo de un proyecto de vídeo comunitario". Tesis Univ. de Barcelona

Springgay, Stephanie & Sarah Truman. 2015. “The primacy of movement in research-creation: new materialist approaches to art research and pedagogy”. En Art's teachings, teaching's art: Philosophical, critical and educational musings, edited by Tyson Lewis & Megan Laverty. Dordrecht : Springer



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