Del capital urbano al capital humano: Vacío arquitectónico y espacio público como catalizadores de acción

From urban capital to human capital: Architectural void and public space as catalysts for action

Raffaella Regina Vigiano
Investigadora independiente, Italia

Del capital urbano al capital humano: Vacío arquitectónico y espacio público como catalizadores de acción

AusArt, vol. 8, núm. 2, pp. 101-112, 2020

Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea

Recepción: 04 Octubre 2020

Aprobación: 27 Noviembre 2020

Resumen: Este artículo tiene como objetivo investigar aquellas experiencias artísticas que se declinan a partir de la arquitectura y de la acción artística. Ambas disciplinas colaboran entre sí para crear espacios compartidos: la arquitectura en su dimensión más diacrónica abre sus espacios para el acto artístico en su expresión más participativa. Analizaremos diferentes experiencias en las que la hibridación entre estas dos artes se hace más efectiva y crea sus frutos. Veremos cómo los espacios vacíos de las ciudades se abren al bien común; los fantasmas de una industrialización que llega a su última etapa proporcionan terreno fértil para el desarrollo de nuevas soluciones artísticas. A tal fin, hablaremos de Macao, experimento socio-cultural de 2012 y de Base1 con la Casa di Tutti ambos llevados a cabo en Milán. Destacan así mismo, algunas obras e instalaciones del colectivo Artikistas, grupo heterogéneo nacido en 2015 de la colaboración entre artistas y arquitectos en la ciudad de Bilbao. Los ejemplos servirán de referencia para explicar las formas de acercamiento de las dos disciplinas a problemas como: el vacío urbano resultado del abandono de edificios y la progresiva desaparición del espacio público y del bien común en favor de un interés creciente por la privatización de lugares, barrios e incluso ciudades enteras.

Palabras clave: ACCIÓN, ESPACIO URBANO, BIEN COMÚN, REUTILIZACIÓN ARQUITECTÓNICA, CIUDAD.

Abstract: This article aims to investigate those artistic experiences that decline from architecture and artistic action. Both disciplines collaborate with each other to create shared spaces: architecture in its most diachronic dimension opens its spaces to the artistic action in its most participatory expression. We will analyze different experiences in which the hybridization between these two arts becomes more effective and bear fruits. We will see how the empty spaces of the cities open up to the common good; the ghosts of an industrialization that reaches its last stage and provides fertile ground for the development of new artistic solutions. With this in mind, we will talk about Macao, a 2012 socio-cultural experiment and about Base1 with Casa di Tutti in Milan. We will also highlight some works and installations of the Artikistas collective, a heterogeneous group born from the collaboration between artists and architects in the city of Bilbao. The examples will serve as a reference to explain the ways in which the two disciplines approach problems such as: the urban void resulting from the abandonment of buildings and the increasing disappearance of public space and the common good in favour of a growing interest in the privatisation of places, neighbourhoods and even entire cities.

Keywords: ACTION, URBAN SPACE, COMMON GOOD, ARCHITECTURAL RE-USE, CITY.

Introducción

Este artículo pretende arrojar luz sobre la relación entre el arte de acción y la arquitectura, una relación que se establece a partir de los vacíos urbanos y el uso del espacio público como soportes de las acciones artísticas. Cuando hablamos de vacío urbano hacemos referencia a espacios que por circunstancias económicas, temporales o históricas han quedado obsoletos en el interior de las ciudades y, por tanto, ya no cumplen su función, manteniéndose apartados de la vida cotidiana (Jaurrieta 2016). Se trata de espacios de oportunidad con una amplia posibilidad de reutilización.

¿Cómo dialogan el arte y la arquitectura en la construcción de un espacio común? ¿Cómo evitar que la arquitectura sea simplemente considerada el ‘contenedor’ vacío, el terreno fértil y disponible para la realización de una acción? Es urgente aclarar y definir los contornos de las dos disciplinas, el arte de acción y la arquitectura, y establecer la vinculación entre ambas en relación con las acciones que se desarrollan en los espacios públicos y en los intersticios urbanos.

La colaboración entre el arte y la arquitectura es fructífera cuando ambos comparten sus fortalezas. Para explorar estos territorios analizaremos dos aspectos fundamentales de la relación entre arte de acción y arquitectura: 1. vacíos urbanos y su ocupación; 2. espacio urbano y acción pública, con ejemplos directos de experimentos en las zonas urbanas de Milán y Bilbao entre los años 2012 y 2019.

La arquitectura, en la definición de la revista Rocco Magazine, es un conocimiento colectivo que nace del compromiso diario de una multitud1. Dentro de esta multitud, se despliegan dos formas de colaboración: una sincrónica, que vincula a los diseñadores que trabajan en el mismo período, y otra diacrónica, que une todas las experiencias de diseño en una amplia y articulada arquitectura universalis. Las colaboraciones diacrónicas se desarrollan como relaciones que unen diferentes objetos, genealogías que se desarrollan lentamente (y de manera impredecible) a través del espacio y el tiempo. Nos referimos en particular a esta definición no porque represente una delimitación unívoca del campo de la arquitectura, sino por su carácter próximo a las prácticas que iremos describiendo, sin menoscabar el carácter indudablemente individual de la fase conceptual de una obra arquitectónica.

La acción artística por otro lado, es en sí misma una categoría que escapa a la catalogación. Es una disciplina libre que en los últimos años se ha basado en los criterios de los bienes comunes. La principal característica que se tiene en cuenta en este artículo es su capacidad para englobar a otras disciplinas en el proceso creativo, incluyendo una de las más importantes: la arquitectura, que no sólo la acoge y actúa como telón de fondo, sino que también dialoga constantemente con ella. Gracias a este diálogo activo rico en hibridaciones obtenemos una acción atractiva, viva y energizante.

Cabe también explicar brevemente lo que entendemos aquí con el término bien común: aquel conjunto de obligaciones y responsabilidades del individuo hacia los bienes que comparte con el resto de sus semejantes. Más concretamente, en este artículo se pueden considerar bienes comunes las calles y los espacios públicos.

En este trabajo nos centraremos en la investigación de los aspectos que permiten a las dos disciplinas ser complementarias en la construcción de un espacio común atento a las necesidades de los ciudadanos.

Las colaboraciones requieren premisas comunes: una colaboración basada en una concepción común de la disciplina (una gramática común, como en el Renacimiento), y una basada en el intercambio de valores extra disciplinarios (un compromiso político, como en el Movimiento Moderno) (Rocco Magazine2, traducción de la autora).

En cuanto a la metodología aplicada para llevar a cabo este trabajo, ésta incluye el análisis de textos pertinentes con el tema en cuestión. El presente artículo tiene como objeto el estudio de las manifestaciones en las que el arte de acción y la arquitectura interactúan para crear un terreno común y sentar las bases de un futuro de colaboración. Nos centraremos en el análisis de un período de tiempo de unos 8 años, de 2012 a 2020, por lo que empezaremos examinando las últimas bienales de arte de las dos disciplinas de referencia, paso indispensable con el fin de situar al lector.

El artículo consta de una sección con ejemplos prácticos de experimentos públicos realizados en las ciudades de Milán y Bilbao entre 2012 y 2018. Empezaremos con Macao y Base1 hablando de participación activa en los procesos constructivos del Centro para las Artes y la Cultura y de un espacio abandonado en la estación Lancetti de Milán, para seguir con las acciones Spider web e Into the cloud de 2015 y 2017 en Bilbao.

Una mirada a las bienales de arte y arquitectura de Venecia desde 2012 hasta 2019

Si analizamos las bienales de arte y arquitectura que han tenido lugar en Venecia en los últimos ocho años, podemos darnos cuenta de cuál es la tendencia de las dos disciplinas y cuáles son las ocupaciones y preocupaciones de ambas. Tomamos como ejemplo la Bienal de Venecia, siendo esta una de las exposiciones internacionales más representativas del panorama mundial. Recordamos al lector que las dos disciplinas se alternan: años pares para la bienal de arquitectura, y años impares, para la de arte. Cabe señalar también que la primera de las mencionadas se hallaba en su 16ª edición en 2018, mientras que la segunda en 2019 alcanzaba su 58ª edición.

En 2012 el curador de la Bienal de Arquitectura David Chipperfield titula la exposición internacional Common Ground (terreno común) lanzando la mirada hacia lo colectivo3. Es desde este punto desde donde empezaremos nuestro recorrido, adentrándonos en el ámbito de la colaboración entre arquitectura y arte de acción.

Si en 2013 la Bienal de Arte postulaba un ‘palacio enciclopédico’ como cuna de todos los saberes, en 2014 Rem Koolhaas, reconocido arquitecto holandés, dio el nombre Fundamentals a su Bienal de Arquitectura. Fue el año de la inclusión de países nunca invitados a una Bienal de Venecia como, por ejemplo: Costa de Marfil, Costa Rica y República Dominicana entre otros. Koolhaas nos expone su intento: “liberar el arte de los arquitectos y volver a los fundamentales” (traducción de la autora)4.

Owi Enwezor con su All the world’s future inauguró la Bienal de Arte de 2015 hablándonos de un mundo atravesado por graves fracturas, laceraciones, asimetrías e incertidumbre sobre las perspectivas. A pesar de los grandes avances en el conocimiento y en la tecnología, el arquitecto afirma que estamos viviendo en una especie de ‘edad de la ansiedad’. Desde esta Bienal se vuelve a observar la relación entre el arte y el desarrollo de la realidad humana, social y política.

A diferencia de Koolhaas, Aravena amplia las temáticas artísticas y culturales en la Bienal de 2016 y abre el camino al social, político, económico y ambiental. La arquitectura, según el arquitecto chileno, es llamada a contestar a más de una dimensión a la vez, integrando diversos sectores en lugar de elegir entre ellos.

La forma de estos lugares5, no sólo está definida por la tendencia estética del momento o el talento de un arquitecto en particular. Es la consecuencia de normas, intereses, economías y políticas, o tal vez incluso de la falta de coordinación, la indiferencia o la simple aleatoriedad. Las formas que toman pueden mejorar o arruinar la vida de las personas. Todavía hay que ganar muchas batallas para mejorar la calidad del entorno construido y, en consecuencia, la calidad de vida de las personas. (...) La mejora de la calidad del entorno construido es un desafío que debe combatirse en muchos frentes, desde garantizar niveles de vida prácticos y concretos hasta interpretar y realizar los deseos humanos, desde el respeto a la persona hasta el cuidado del bien común, desde acoger la realización de actividades cotidianas hasta fomentar la expansión de las fronteras de la civilización (Aravena 2016).

La concepción de arte presentada por Christine Macel en 2017 abre a una figura de artista con un rol crucial en los debates contemporáneos, pero pone también de manifiesto una individualidad que, según la curadora de esta edición de la exposición de Arte, sería llamada a “dibujar el mundo de mañana”. Es un mundo incierto “cuya dirección es mejor comprendida por los artistas que por los demás”. Una concepción que parece ensimismada y anacrónica respecto a las tendencias colaborativas planteadas por muchos artistas de hoy en día6.

Llegamos al 2018 con Yvonne Farrell y Shelley McNamara, curadoras de la 16ª Bienal de Arquitectura que titulan Freespace, donde el titulo representa la generosidad del espíritu y el sentido de humanidad que la arquitectura pone en el centro de su agenda, centrándose en la calidad del propio espacio.

Esta edición se centra en la capacidad de la arquitectura para ofrecer un espacio libre y adicional a quienes lo utilizan, así como en su capacidad para abordar los deseos no expresados del forastero. Como nos dicen las dos arquitectas, el espacio libre puede ser un espacio de oportunidades, un espacio democrático no planificado y libre para usos no definidos.

Un intercambio tiene lugar entre las personas y los edificios, incluso si es involuntario o no planeado, así que incluso mucho después de que el arquitecto haya dejado la escena los propios edificios encuentran nuevas formas de compartir, involucrando a las personas a lo largo del tiempo (Farrel & McNamara 2018).

La Bienal de Arte de 2019 cierra finalmente el círculo con un título que contiene también una pregunta implícita: May you live in interesting times. En este título, inspirado en una antigua profecía china, subyace una perspectiva desafiante, hasta oscura y amenazante. Su curador, Ralph Rugoff (2019), afirma: “Sin embargo, reconocemos desde el principio que el arte no ejerce sus fuerzas en la política. Por ejemplo, el arte no puede detener el avance de los movimientos nacionalistas y los gobiernos autoritarios, ni puede aliviar la trágica suerte de los refugiados en todo el planeta". Una visión que parece borrar, por lo menos en apariencia, algunos de los grandes retos de la disciplina de los últimos años.

Common ground or Battle ground

Como nos dice Fabrizio Gallanti, en su diálogo alrededor de la arquitectura en el espacio público, el ámbito de los arquitectos se ha desplazado hacia las intervenciones especulativas de naturaleza inmobiliaria o hacia la realización de edificios icónicos que muchas veces forman parte de verdaderas operaciones de marketing.

Para distanciarnos de estos arquitectos “estrellas” y de estos escenarios, cautivadores pero al mismo tiempo aterradores, tenemos que lanzar la mirada a América Latina donde el proyecto de la arquitectura es catalizador de transformación de barrios pobres. Aquí la arquitectura ofrece instrumentos importantes para contrastar el retraso en el desarrollo (Gallanti 2012).

Como hemos visto, la 13ª Bienal de Arquitectura de 2012 se titulaba Common ground (terreno común) aunque la referencia a los bienes comunes haya sido en este momento pura casualidad o, mejor dicho, elegida por su poder atractivo en tiempos de austeridad, aunque no tuviese mucho a que ver con los Commons propiamente dichos. El ‘Common ground’ de David Chipperfield, curador de la exposición internacional y autor del texto que la acompaña, implica “en contraposición al espacio público, un territorio compartido en un contexto de diferencias”. En esta visión conciliatoria la dimensión colectiva es ajena al conflicto, siendo un espacio en el que ideas e intereses convergen en un punto gracias a la acción de la arquitectura (Tozzi 2012).

Esta declaración parece representar un punto de vista distorsionado de lo que pasa con los vacíos urbanos. Hace falta también recordar al lector que dicho proyecto, realizado en Venezuela, ganó el León de Oro en la Bienal de Arquitectura aquel año.

Este edificio, construido como sede del Grupo Confianzas durante el auge económico de los años ’90, quedó inconcluso y abandonado en un vacío legal donde la propiedad se quedó suspendida. Desde el año 2000 la Torre sufrió saqueos y decadencia, hasta culminar con la ocupación en 2007 por más de 2.500 personas.

Durante más de un año, Urban-Think Tank estudió cómo funcionaba la ocupación de esta torre de uso mixto con apartamentos improvisados, tiendas e incluso un gimnasio en la terraza. La comunidad opera bajo las estrictas reglas impuestas por los inquilinos informales, quienes han sido acusados por muchos venezolanos de no ser más que delincuentes. La instalación explora cómo funciona el asentamiento informal de maneras que el arquitecto del edificio jamás hubiera concebido y plantea que las dinámicas informales que se encuentran en los países emergentes podrían servir como una fuente esencial de innovación y experimentación para los problemas urbanos en nuestro hiper-urbanizado planeta (Basulto 2012).

El proyecto recibió muchas críticas de la comunidad de arquitectura de Venezuela. Los autores de dichas críticas condenaron el proyecto por ser ilegal y mostrar una imagen falseada del país latinoamericano. Aunque se trate de críticas comprensibles, hay que tener en mente que el Pabellón de Venezuela de esta Bienal se centró en una imagen más alegre y propagandística del asunto, evitando los aspectos más controvertidos. Debido a ello, nos preguntamos si en realidad es correcto hablar de Terreno Común y no de Terreno de Batalla, donde por batalla entendemos los aspectos más guerrilleros de la experiencia venezolana.

Espacios abandonados y ejemplos en Milán: Macao y Base1

La aparición de una nueva disciplina a finales del siglo XIX, el urbanismo, sancionó definitivamente el hecho de que la ciudad se convirtiera en un proyecto. Es evidente que, sobre todo en los países industrializados, la arquitectura se pone cada vez menos al servicio del bien común y el campo de acción de los arquitectos se desplaza hacia intervenciones especulativas de carácter inmobiliario o terciario o hacia la construcción de edificios icónicos (Gallanti 2012).

Si la Torre David ha sido un espacio que se ha reutilizado, Macao en Milán es un espacio que se ha re-construido gracias a la colaboración con diferentes profesionales provenientes de varias disciplinas, entre ellos arquitectos y artistas. En esta experiencia podemos encontrar la anteriormente citada dimensión diacrónica de un proyecto arquitectónico: un arquitecto originariamente proyecta un edificio, un palacio o un espacio y lo prepara para un determinado uso. Tiempo después otro arquitecto, con la ayuda de artistas y trabajadores del arte, lo replantea y lo hace revivir en una nueva concepción.

Esto es exactamente lo que pasó en 2012 en Macao, Centro para las Artes y la Cultura en Milán, un experimento urbano que seguramente tomó ejemplo de la Torre David de Caracas. De hecho, para su primera etapa, el proyecto vio el grupo de los Trabajadores del Arte (grupo formato por profesionales de varias disciplinas) juntarse para ocupar el rascacielos Torre Galfa, en el corazón punzante de la capital lombarda.

Como en la mejor utopía elaborada por Albert Meister en su Beaubourg de 1976, se puede vislumbrar en Macao la creación de un espacio para el uso de todas las personas sin distinción de extracción social o educación. Los participantes provenían de la ciudad y también de la provincia y eran tanto arquitectas e ingenieros, como empleadas y profesores, personas adultas, niñas y adolescentes. En el espacio concebido en 2012 por el grupo de Trabajadores del Arte podían acceder y participar activamente todos y todas.

Otro ejemplo que hace falta nombrar es el experimento del colectivo Base1 en la estación Lancetti. La experiencia La casa di tutti es una clara muestra de transformación del espacio desde un uso comercial hacia un uso de tipo colectivo. Aquí también, gracias a la colaboración del grupo multidisciplinar con la arquitecta Serena La Placa, se ha reinventado el espacio dándole un uso diferente. En este caso, durante los dos días de junio de 2012 en los que tuvo lugar la acción, los transeúntes pudieron utilizar el espacio del Carrusel: una estructura octagonal situada en la planta menos uno de la estación y que desde su construcción en 1997 fue dejada en estado de abandono total. A través del trabajo conjunto entre ingenieros y arquitectos la construcción, en origen proyectada para un uso comercial, ha podido revivir hospedando a los vecinos del barrio y a los viajeros que transitaban por la estación. A raíz de este proyecto el espacio ha sido cedido a una asociación cultural que lo utiliza como espacio expositivo e incubadora de iniciativas artísticas.

Ejemplos en Bilbao desde 2015: Spider web e Into the cloud

Los arquitectos actúan junto con antropólogos, sociólogos, operadores locales y agencias no gubernamentales con el fin de desarrollar procesos de cambio en los cuales la forma arquitectónica se hace secundaria, centrándose en la relación entre arquitectura y creación de un espacio común. En este aspecto añadiríamos al listado de operadores el rol fundamental del arte y del artista en la construcción de un entorno atento a las temáticas de inclusión y bien común (Gallanti 2012).

Hablamos ahora de dos experimentos urbanos realizados por el colectivo Artikistas en los años 2015 y 2017: Spider web e Into the cloud, realizados en Bilbao en los espacios del Muelle de Marzana, barrio de Bilbao La Vieja y Zabala. Las intervenciones realizadas en la calle y desarrolladas a partir de la colaboración entre un grupo heterogéneo formado por arquitectos y artistas, hicieron uso de materiales simples como ovillos de algodón elástico y material plástico transparente con el fin de crear un escenario improvisado para su uso por los transeúntes.

El hecho de involucrar a las personas en la calle en un momento concreto y de forma aleatoria dio a la acción espontaneidad y energía. El encuentro entre dos disciplinas complementarias aparece aquí en su forma más evocadora y deja espacio a consideraciones de tipo cualitativo acerca de su valor endógeno.

Las construcciones efímeras realizadas por los transeúntes por medio de hilos de algodón (Spider web, 2015) y grandes hojas de plástico (Into the cloud, 2017) se leen aquí como metáforas. El uso de materiales de bajo coste para conquistar el espacio circundante representa una manera de ‘tomar la ciudad’. Los espectadores ya no son simples observadores inermes, sino que se apropian del espacio y lo hacen suyo a través de la acción, tomando la ciudad y las calles de manera natural.

La percepción de la ciudad, del entorno y de uno mismo se amplía con experimentos de esta índole, con objetivo de modificar el discurso social sirviéndose de la colaboración entre arquitectura y arte de acción.

Conclusiones

Hemos visto cómo en los últimos años arte de acción y arquitectura se han apoyado la una en la otra para crear nuevos escenarios y cómo el vacío urbano y el espacio público han sido terreno fértil para el desarrollo de acciones encaminadas a incentivar una participación y una visión alternativa a partir de un espacio reinventado y del diálogo entre pasado, presente y futuro. El debate sobre el porvenir de las dos artes sigue abierto. Hoy más que nunca, arquitectura y arte de acción se encuentran avanzando por un mismo camino, enfocadas ambas en un esfuerzo de inclusión y en una visión del mundo marcada por la necesidad de velar por los bienes comunes.

Hace falta también resaltar que en las experiencias de tipo colaborativo anteriormente mencionadas la arquitectura no se ha reducido a un mero contenedor o escenario de acciones e instalaciones artísticas, sino que ha lucido su aspecto revelador. Cuando las dos disciplinas se han juntado, han construido en la mayoría de los casos un renovado lenguaje común, poniendo en la mesa de la creación una nueva forma compartida de ver la realidad y el futuro de la escena socio-cultural. Desde un punto de vista más intrínseco, se puede afirmar que el futuro de las dos artes se vislumbra como un reto para ambas.

La respuesta social y la participación de las personas en las acciones ejemplificadas son indicadores de un interés creciente hacia la reapropiación del espacio, un espacio que tiene que ser construido a partir de la colaboración. El arte y la arquitectura tienen el poder de despertar sentimientos de pertenencia operando en los intersticios y en los vacíos creados por edificios y espacios urbanos.

El futuro del arte de acción y de la arquitectura no solo puede encontrar terrenos comunes, sino que tiene la obligación de hacerlo. Se trata de un imperativo categórico de nuestra contemporaneidad, un reto que no puede ser dejado al margen de la investigación como simple experimento esporádico, sino que tiene que representar una prioridad en la agenda cultural de las ciudades. En este sentido se propician un urbanismo y una planificación que puedan involucrar de manera permanente a los artistas en sus fases de ideación y desarrollo, impulsando la colaboración activa entre profesionales provenientes de diferentes ámbitos.

Referencias bibliográficas

Aravena Mori, Alejandro. 2016. "Intervento di Alejandro Aravena, curatore della 15. Mostra Internazionale di Architettura". https://www.labiennale.org/it/architettura/2016/intervento-di-alejandro-aravena

Basulto Ibarra, David. 2012. “Bienal de Venecia 2012: Torre de David, Gran Horizonte; Urban Think Tank + Justin McGuirk + Iwan Baan”, Plataformaarquitectura.cl, 24 oct. https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-201674/bienal-de-venecia-2012-torre-david-gran-horizonte-urban-think-tank-justin-mcguirk-iwan-baan

Farrell, Yvonne & Shelley McNamara. 2018. "Intervento di Yvonne Farrell & Shelley McNamara, curatrici della 16. Mostra Internazionale di Architettura". https://www.labiennale.org/it/architettura/2018/intervento-di-yvonne-farrell-e-shelley-mcnamara

Gallanti, Fabrizio. 2012. “La nuova architettura degli spazi pubblici”. Alfabeta2 22(2): 43

Jaurrieta Iglesias, Aitor, 2016. "Vacíos urbanos I". F3 Arquitectura. https://www.f3arquitectura.es/urbanismo/vacios-urbanos/

Macel; Christine. 2017. "Intervento di Christine Macel, curatrice della 57. Esposizione Internazionale d'Arte". https://www.labiennale.org/it/arte/2017/intervento-di-christine-macel

Meister, Albert. (1976) 1988. Sotto il Beaubourg. Traduzione di Roberto Ambrosoli. Milano: Elèuthera

Rugoff, Ralph. 2019. Ralph Rugoff, curatore della 58. Esposizione Internazionale d’Arte" https://www.labiennale.org/it/arte/2019/intervento-di-ralph-rugoff

Tozzi, Lucia. 2012. “Common ground or battle ground?”. Alfabeta2 22(2): 39-40

Villani, Cristina & Federica Casetti. 2014. “Venezia, Biennale di Architettura 2014: Koolhaas 1.0”. Art a Part of Cult(ure), 10 jul. https://www.artapartofculture.net/2014/07/10/venezia-biennale-di-architettura-2014-koolhaas-1-0/

Notas

[1] San Rocco Magazine es una revista de arquitectura en inglés nacida en 2010. Se trata de un proyecto colectivo que incluye contribuciones en varios formatos: ensayos, ilustraciones, proyectos, cómics, reportajes.
[2] Collaborations, Call for papers San Rocco 6 (2013). https://www.sanrocco.info/callforpaper/collaborations
[3] “Chipperfield presenta la sua Biennale”, Venezia Today. 2 maggio 2012. https://www.veneziatoday.it/cronaca/biennale-architettura-venezia-2012.html
[4] Biennale Architettura 2014, 14 mostra internazionale di architettura. https://www.labiennale.org/it/architettura/2014/fundamentals
[5] En el texto se hace referencia aquí a los lugares definidos por la arquitectura.
[6] “Más que nunca, el papel, la voz y la responsabilidad del artista parecen por lo tanto cruciales en todos los debates contemporáneos. Es gracias a la individualidad que se dibuja el mundo de mañana, un mundo de contornos inciertos, cuya dirección es mejor comprendida por los artistas que por los demás (…) 'Viva Arte Viva' es, por lo tanto, una exclamación, una expresión de la pasión por el arte y por la figura del artista. Viva Arte Viva es una Bienal con artistas, de artistas y para artistas” Christine Macel, Bienal de Arte Viva Arte Viva, Venecia (2017). Traducción de la autora.
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