Las operaciones militares en el País Vasco: escuela de la Luftwaffe

Laburpena

Hasta marzo de 1937, cuando se inició la campaña de Mola en Vizcaya, los franquistas habían combatido siguiendo los cánones de las primitivas campañas de Marruecos. La única batalla planteada con criterios modernos había sido la ofensiva italiana en Guadalajara, que fracasó porque la mayor parte del CTV carecía de experiencia, se desencadenó un temporal de lluvias y faltó la cooperación de las tropas de Varela. En el Norte, las milicias vascas adoptaron una estrategia defensiva apoyadas en una difícil orografía. Era imposible tomar estas posiciones con la primitiva táctica de columnas utilizada hasta entonces y se pusieron en marcha operaciones combinadas con una buena masa de artillería y aviación. Los militares franquistas aprendieron técnicas modernas, con la ventaja de enfrentarse a un enemigo aislado geográficamente, con la costa bloqueada y sin suficiente artillería y aviación. Por su parte, la Luftwaffe, que había sido fundada dos años antes, desarrolló técnicas de ataque a tierra, hasta entonces desconocidas y que todas las fuerzas aéreas aplicarían intensamente durante la Segunda Guerra Mundial.