El Bilbao folletinesco de Gustavo de Maeztu
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Resumen
Resulta cuando menos muy difícil entender la obra de Gustavo de Maeztu sin Bilbao. Bilbao no solamente aparece como motivo de alguno de sus cuadros más intensos, sino que fue el escenario de sus andanzas juveniles, alrededor de la rotonda del café Arriaga, donde se fundó la revista El Coitao, y más tarde de sus empeños intelectuales, como la creación de la Asociación de Artistas Vascos, y escenario temprano de una de sus novelas folletinescas y estrepitosas, El imperio del Gato Azul (donde aparece con el nombre de Hesperia), y de algunos lances de Las Andanzas y episodios del Sr. Doro, es una ciudad desdibujada por la invención literaria y por eso mismo extremadamente reconocible. Es el Bilbao de la primera década de este siglo con todas sus contradicciones sociales y políticas, el de la ciudad comercial e industrial, en la que surgen artistas y personalidades fuertes: los hermanos Arrue, Tomás Meabe, Estanislao Mª de Aguirre, Mogrovejo, Guezala... Una ciudad execrada y amada a partes iguales, como todas las ciudades que el artista interioriza, y a la vez imprescindible, ineludible, motivo recurrente de sus pasos perdidos y de sus mejores invenciones.