Catálogo crítico y cartografía de los macromicetos (Basidomicotas) de la Comunidad Autónoma del País Vasco
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Laburpena
Este trabajo recoge y analiza de forma crítica las citas bibliográficas de alrededor de 10.000 registros de macromicetos (Basidiomicotas) de la Comunidad Autónoma del País Vasco. El territorio estudiado presenta una extensión aproximada de 7.480 Km2, donde se incluyen tres territorios históricos (Álava, Bizkaia y Gipuzkoa), además del Condado de Treviño (220 Km2, administrativamente perteneciente a Burgos). El territorio de la CAPV se extiende entre el occidente de la cadena pirenaica y el oriental de la cantábrica, y está surcado por tres alineamientos montañosos, de altitudes moderadas, siguiendo una orientación Noroeste-Sureste, más o menos paralela a la costa. En términos generales se puede decir que las rocas pobres en bases, en su inmensa mayoría areniscas, son dominantes y ocupan buena parte del territorio en las montañas de la divisoria de aguas y al norte de ésta; y hacia el sur se hacen mucho más raras, dominando los substratos ricos en bases. Como consecuencia de su emplazamiento, en el territorio de la CAPV se reconocen dos regiones fitogeográficas: Eurosiberiana y Mediterránea. La región Eurosiberiana ocupa la mayor parte del territorio, y presenta clima templado, de veranos suaves y sin aridez estival. La región Mediterránea, que ocupa las comarcas más meridionales del territorio, presenta un clima de tipo mediterráneo, es decir con aridez estival.
Los primeros datos sobre macromicetos se encuentran en Aranzadi (1897) en su obra Setas ú hongos del País Vasco (Euskalerriko Perrechikuak); posteriormente merecen mención, Losa España (1942), Buesa (1950), Puente Amestoy (1954) y Ruíz de Gaona & Oñativia (1955) que hacen pequeñas aportaciones. A partir de los 60 la Sociedad de Ciencias Naturales Aranzadi y la Agrupación para el estudio y protección de la Naturaleza de Álava (AEPNA), fueron publicando una serie de trabajos genéricos (Anónimo 1967, 1970, 1973, 1976) e iconográficos de gran valor. Sin embargo, algunos de estos trabajos no han podido ser computados en este trabajo porque no se menciona localidad, ni fecha para las especies citadas. Durante los siguientes años se van consolidando diferentes grupos de trabajo y son muchas las personas que merecerían ser mencionadas.
El catálogo presentado consta de 1.742 taxones, siendo las familias Tricholomataceae (317 especies en 40 géneros), Cortinariaceae (302, 13), Russulaceae (172, 2), Agaricaceae (108, 9), Boletaceae (65, 10) y Polporaceae (64, 24) las más importantes en cuanto al número de especies. El esquema seguido en el catálogo para cada taxón ha sido el siguiente: bloque nomenclatural, distribución en el territorio en base a las citas bibligráficas y por último la distribución y ecología en la CAPV. Para el análisis de los datos bibliográficos se ha utilizado el programa Bibmaster creado por Pando (2000). Asimimo, se presentan mapas de distribución de todos los taxones estudiados, para la realización de los mismos se ha utilizado el programa Miramon (Pons 2002) que es un sistema automatizado de cartografía que permite visualizar, consultar y editar mapas ráster y vectoriales conectando con bases de datos.
En base a los datos analizados la distribución de taxones por terrritorios es aparentemente irregular: Álava (1257 taxones), Bizkaia (1190) y Guipuzkoa (344 taxones). No obstante resaltar que esta diferencia es debido a la falta de publicaciones más que a una diferencia real de riqueza fúngica. Es sabido que el conocimiento taxonómico de los organismos, en nuestro caso los hongos, así como la distribución y ecología de los mismos son necesarios para poder abordar cualquier programa de gestión y conservación. Este conocimiento se obtiene como resultado de un trabajo intensivo del inventario de la diversidad (micoflora). La información recopilada supondrá la piedra angular de trabajos posteriores como son la realización de Listas Rojas, programas de seguimiento en hábitat vulnerables, etc.
Hoy día son muchas las personas que aseguran que los hongos están descendiendo, cualitativamente y cuantitativamente; sin embargo no hay pruebas científicas a nivel local. Para probar estos cambios es necesario comparar situaciones, por ello, este trabajo puede servir de punto de partida. No existe ninguna Lista Roja oficial de especies fúngicas amenazadas, ni a nivel local ni peninsular, sólo el trabajo preliminar de Calonge (1993). No obstante 8 especies de la CAPV (Boletus dupanii, Cantharellus melanaxeros, Cortinarius ionochlorus, Entoloma bloxamii, Gomphus clavatus, Hericium erinaceum, Hygrocybe calyptriformis y Tricholoma colossus) si están recogidas en el anexo 1 -33 especies de hongos amenazados de Europa- que la ECCF (European Council for Conservation of Fungi) presentó en Estrasburgo al Comité de Conservación de la vida silvestre y del medio natural para el Convenio de Berna en septiembre de 2001 (Bern\T-PVS 2001\tpvs 34e_2001).