El ciudadano finlandés: Una persona reservada

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Argitaratua 2012-02-21
Henrik Stenius

Laburpena

Cuando Finlandia se convirtió en un Gran Ducado dentro del Imperio Ruso, la élite del país era suecohablante. Pese a todo, el exitoso movimiento en favor de la lengua nativa, desarrollado a partir de 1840, consiguió que el finés dejara de ser una lengua del campesinado y pasara a ser usada por la alta administración, los ámbitos académicos y la alta cultura. Crear un lenguaje político finés exigió tomar en consideración la herencia cultural e institucional sueca así como la relación de Finlandia con los intereses rusos. En este artículo se ilustra este proceso a través de la traducción de un texto jurídico clave, escrito en sueco en la década de 1850 y vertido al finés en 1863. Más en concreto se centra en la traducción del concepto de ciudadano. Por medio de unos pocos neologismos y circunloquios el traductor creó una red conceptual propia donde articular un discurso sobre la ciudadanía de raíz universalista, bien que desprovisto de un contenido político diáfano.

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Atala
Ensayo bibliográfico