La Constitución de 1876 y la organización territorial del Estado
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Resumen
La Constitución de 1876, y el régimen político de la Restauración que aquélla puso en planta, en gran medida gracias a la habilidad política de Antonio Cánovas del Castillo, nació contra una declinante República tocada de muerte por el fracaso en implantar el federalismo. Como contrapunto, la Constitución de 1876, de larga y compleja elaboración, puso en planta un Estado sumamente centralizado, tanto en la Península como en los restos del imperio colonial ultramarino, a partir de una idea muy estrecha de España como nación, identificada con Castilla. La organización territorial diseñada en esa Constitución se mantuvo en pie los mismos años que duró la vigencia de ese texto: casi medio siglo, o incluso más, pues la Dictadura primorriverista, pese a hollarla abiertamente, no lo derogó de manera expresa. Pero tras el «Desastre del 98», en gran medida merced al auge del catalanismo, el centralismo fue puesto en la picota desde muchos y muy diversos proyectos políticos alternativos.
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Constitución de 1876, Restauración, Cánovas del Castillo, Centralismo peninsular y ultramarino, Movimientos nacionalistas y regionalistas