Aire zabaleko Haur Hezkuntza balioztatzen: Eztabaidarako gakoak

Resumen

En los últimos años los modelos de educación infantil al aire libre han ganado credibilidad y, sin duda, este camino se ha recorrido a base de reivindicar las bondades de la naturaleza. Una vez que la pandemia del Covid-19 ha colocado la salud en el centro del escenario, los beneficios de la educación al aire libre se han vuelto más evidentes que nunca. A resultas de este movimiento, este artículo de carácter exploratorio tiene como objetivo plantear nuevas preguntas. El regreso a la naturaleza y la necesidad de conectarse con la naturaleza son fuertes argumentos para que las escuelas abran sus puertas y reciban una bocanada de aire fresco. Pero,¿es suficiente incidir sobre los beneficios de la naturaleza en el crecimiento de los niños para validar estas metodologías? ¿Qué evaluar y para qué? Hemos querido ir más allá de subrayar los beneficios de la naturaleza y traer a discusión los modelos de evaluación basados en la propuesta educativa y en el perfil de salida de los niños en edad preescolar. Desde el punto de vista de la validación, partiendo de la pregunta “¿Es beneficioso educar a los niños al aire libre” pasamos a la formulación “¿Son las escuelas bosque un modelo de garantía plena para el desarrollo de los niños en edad preescolar?, y destacamos el salto conceptual entre ambas. La segunda se centra no sólo en el niño y el medioambiente, sino también en los procesos que se desarrollan en la escuela y en los aspectos estructurales de la propuesta educativa.