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La incesante ampliación de prácticas y tipologías artísticas en el contexto contemporáneo nos obliga a reflexionar y seguir redefiniendo constantemente los criterios de la praxis y la teoría de la conservación de arte.

Ante estas nuevas realidades, se hace imprescindible repensar y generar alternativas que incluyan conceptos relacionados con la propia contextualización social del arte, evidenciando la estrecha relación de la conservación con aspectos relativos a su exhibición y la necesidad de colaboración multidisciplinar entre los diferentes campos implicados desde la creación, el comisariado, la conservación o la historia.

Este número de la revista Ausart invita a reflexionar desde el plano teórico, así como desde la práctica sobre el estado actual de la conservación e interpretación del arte contemporáneo a través de los resultados de investigaciones originales en diversas áreas de conocimiento relacionadas con las prácticas artísticas contemporáneas y diferentes aspectos y/o condicionantes relativos a su conservación.

Partiendo de que el propio conocimiento de las obras contemporáneas, en cualquiera de sus vertientes materiales y conceptuales, constituye una valiosa aportación a su conservación futura, tanto la sección monográfica como la sección de miscelánea da muestra de la amplitud del campo artístico contemporáneo incluyendo textos que se aproximan a la investigación desde diferentes enfoques alejados de la concepción tradicional de la conservación y restauración de arte.

La sección monográfica de la publicación abre presentando la iniciativa ‘Contigo no Bitxo’, de mano de lxs autorxs Haizea Salazar, Katrin Alberdi y José Luis Larrañaga, que propone hibridar dos importantes vertientes en la conservación de Arte Contemporáneo: la importancia de la transmisión de nuevas estrategias dirigidas a las prácticas y expresiones artísticas contemporáneas mediante jornadas de difusión y la necesaria e imprescindible aportación de lxs propixs artistas para su correcta interpretación. Este primer artículo nos introduce al mismo tiempo en el marco temático en el que se contextualiza el monográfico, mostrando la adaptación y evolución de los criterios de intervención dirigidos a obra contemporánea, desde que a mediados del siglo XX se evidenciara la imposibilidad de aplicar de forma sistemática los tratamientos hasta el momento establecidos y consensuados para obra tradicional.

A su vez, el texto de Imanol Sánchez complementa la revisión del contexto dando buen ejemplo de la realidad artística contemporánea que acoge actualmente obras que van más allá de lo material y objetual. La conservación de producción artística contemporánea de carácter vivencial, inmaterial y vinculada a la acción, plantea ciertamente una interesante paradoja, así como un reto para su conservación, ya que estas prácticas inmateriales e intangibles necesariamente deben abordarse desde nuevos enfoques y planteando nuevas alternativas para su visibilización y difusión.

Tipologías que cabalgan entre lo material y lo efímero como las intervenciones murales son tratadas también por las autoras Carmen Moral y Laura Luque de cara a desarrollar metodologías alternativas para la documentación y preservación de estas obras en sus espacios de creación.

Al hilo de prácticas e intervenciones artísticas efímeras realizadas o que acontecen en espacios públicos la propuesta de Jon Mantzisidor revisa el necesario replanteamiento tanto de metodología como de criterio al que se enfrenta el deseo de preservación de propuestas artísticas y culturales vinculadas a la cotidianeidad y a su posible evolución y redefinición a lo largo del tiempo.

La problemática derivada de las nuevas realidades más tangibles y experimentales en el caso de prácticas contemporáneas de carácter tradicional se visibiliza, asimismo, en el texto de María Sancho en el que se estudia el comportamiento de los materiales y óleos contemporáneos y su impacto en la obra pictórica del siglo XX y XXI. Se revisa aquí la problemática derivada de la incorporación de nuevos materiales de origen sintético y formulación desconocida que en la actualidad se perfila como uno de los grandes campos de estudio de la conservación de pintura contemporánea.

Los dos textos escritos por Neus Canceller y por los autores Miguel Ángel Lozano y Gloria Lapeña respectivamente son ejemplo de la compatibilidad entre los diversos factores implicados en el desarrollo de propuestas comisariales e iniciativas para promover y poner en valor nuestro patrimonio cultural más actual. El correcto diseño de este tipo de propuestas incide directamente en su alcance y su efectiva transmisión al público constituyéndose así como medio para su interpretación y la adecuada conservación de su mensaje y de la intencionalidad de lxs creadorxs.

Finalmente, la propuesta Manuel Drago Díaz muestra un caso del empleo de las nuevas tecnologías para la difusión de patrimonio, centrándose en las estrategias de digitalización y escaneo 3D en escultura contemporánea construida como alternativa no-intervencionista y método de registro y divulgación para este tipo de obras de arte.

Cerrando el apartado de textos vinculados a la conservación, el artículo de Arturo Cancio y Javier Martínez revisa también la tecnología LED, partiendo de la casuística ampliamente estudiada en el campo de la iluminación dirigida a la preservación de materiales en ámbitos expositivos para posteriormente poner el foco en su aplicación y empleo en la propia creación artística.

Por otro lado, la sección de miscelánea de este número da una visión de la multidisciplinariedad y diversidad del ámbito artístico contemporáneo evidenciando así los múltiples factores y campos de conocimiento que deben tenerse en cuenta a la hora de investigar en torno a la conservación de un campo tipológicamente y casuísticamente tan extenso. Se incluyen de este modo estudios que revisan tanto disciplinas tradicionales como prácticas de carácter inmaterial, efímero y performativo.

María Belén León realiza un análisis de diversos aspectos conceptuales y filosóficos además de formales dentro de la obra escultórica de Jorge Oteiza mientras José Luis Panea Fernández parte de la propia práctica artística tomando como referente el trabajo de Nacho Martín Encinas para desarrollar una propuesta basada en la escritura. El bloque de miscelánea incluye también la aportación desde el estudio de disciplinas performativas que forman parte de la esfera creativa contemporánea como el ballet mediante el texto propuesto por María Cabrera.

Al igual que el presente volumen de la revista se iniciaba exponiendo la importancia del diálogo entre los y las profesionales implicados/as en la conservación del arte como medio esencial tanto para conocimiento de la propia obra como para su conservación, el número cierra con una reflexión de Juan Alberto Vich que plantea un acercamiento a la práctica artística desde el estudio de fuentes primarias también mediante la entrevista, presentándose esta como una herramienta esencial tanto para profundizar en los diferentes aspectos que constituyen cada creación artística como para su conservación.

Alazne Porcel y Enara Artetxe

Coordinadoras del monográfico